domingo, 23 de abril de 2017

LA TEMPESTAD . CAPÍTULO SEXTO: RESURGIR. Segunda parte . (Registrado en SAFE CREATIVE ENERO 2017)

LA TEMPESTAD
CAPÍTULO SEXTO  : RESURGIR ( Segunda parte )
Crédito APCL73

Sintiéndose en cierta forma agradecida por haberle evitado el engaño , Emma le  invitó a acompañarles en el resto del recorrido tras comprobar que no andaba con prisas precisamente .

Visiblemente incómodo y sin que el paso del tiempo relajase en nada al capataz , las miradas cruzadas y los gestos de complicidad y disimulo entre ambos hombres , aprovechando cuando ella no les observaba , los convertían en una suerte de conversadores silenciosos que parecieran tramar algo que sólo ellos conocían.

Tras unas horas en las que el resultado de las compras no resultó tan infructuoso como se esperaba  y tras aprovechar para cerrar algunos acuerdos con otros propietarios , llegó la hora de marcharse y regresar. Verle con aquel gran macuto a cuestas  le hizo presagiar que  no sólo acababa de llegar a la ciudad  si no que no tenía dónde establecerse , aun así,  le formuló la pregunta de rigor.
Verla con aquella amabilidad y su característica sonrisa natural hacia alguien que no conocía , preocupaba en demasía a un Richard que sí sabía a quién tenía en frente.


-        Deduzco por su equipaje  - centrando su vista en el macuto- que sólo está de paso.

Thomas no podía perder de vista a su primo cuyas miradas inquisitoriales le ponían muy nervioso. Había perdido la costumbre de ser su centro de atención , como cuando eran niños.
Y aquel desconocido con suave acento irlandés  y amplia sonrisa , tras mirar hacia su primo  cada vez más preocupado , le respondió lo que el otro se temía desde el principio.

-          Sí, en realidad  llevo estándolo desde hace algún tiempo. Me limito a caminar sin rumbo fijo . En cuanto veo una ciudad en la que me sienta cómodo  ofrezco mis manos a cambio de techo y comida . Cuando  mi labor termina , vuelvo a irme en busca de un nuevo sitio. 

La propietaria quedó pensativa . “Manos a cambio de techo y comida “, justo lo que se podía necesitar . Emma se dirigió a Richard para saciar una curiosidad .

-        ¿Qué posibilidad hay de arreglar la estancia que está encima de las caballerizas?

Lo veía dentro  de la casa , dentro de su mundo  y aquello le molestaba más por momentos. La continuación en la prestación interesada de atención por parte de ella hacia el que Richard comenzada a considerar un  intruso muy incómodo , le soliviantaba  sin que pudiese disimular por mucho más tiempo.

-        Lo cierto es que  las condiciones que ofrece son inmejorables dada nuestra situación actual  y dos manos más … alguien que se dedicase a los caballos en exclusiva mientras tú -  volviendo la mirada sobre su capataz – puedas centrarte en la recuperación y en las reparaciones y las cosechas … No es una mala opción.

Su predisposición por introducirlo en sus vidas , en la finca,  no terminaba de convencerle . La única referencia que poseía era la relación familiar con el mayor de los dos hombres  y al parecer eso bastaba para cambiarlo todo .
Pese a su mirada resignada para que no siguiera hacia delante , en  su horizonte particular  ya no había sitio ni tiempo para dar marcha atrás.
Pero aún le faltaba el culmen, la oferta definitiva , la confirmación de que nada sería igual de ahora en adelante .

-        Me preguntaba si se habría sentido lo suficientemente cómodo en Ulverston como para pensar en quedarse una temporada. – Absolutamente embriagada por los ojos de aquel hombre y sus maneras , mostraba una entrega inusitada y molesta para el tercer observante .-

-        Lo cierto  es  que me ha sorprendido gratamente , especialmente la amabilidad de sus lugareños. – Y aquella sonrisa suya , tan dadivosa y atrayente, se le fue clavando al que observaba impotente y en silencio toda aquella escena mientras algo se le reconcomía por dentro.-

-        Entonces dirijámonos al coche si le parece bien . Cuando lleguemos a la casa  le aclararé con más precisión cuáles serán las tareas que deba realizar.

Caminando con rapidez en dirección al vehículo , ella encabezada la inusitada y sorpresiva marcha seguida muy de cerca por  ellos dos ,los cuales , manteniendo el silencio y la compostura , no podían evitar las reacciones propias de quién se sentía invasor e invadido respectivamente.
Una vez abierto el maletero para que el nuevo empleado temporal guardase su bolsa  de viaje , Emma llamó a Richard para hablarle a parte , sin que pudieran ser escuchados .

-        Como no vas a decirme qué es lo que pasa  tampoco te preguntaré, eso es algo entre vosotros dos , pero sabes perfectamente que nos hace falta alguien que se dedique en exclusiva a los caballos  y más con Wadlow detrás , si encima no nos cuesta nada  salvo un cubierto  y una cama no hay nada más que discutir.– tratando de entender su postura ,  siendo consciente de que tenía razón , aquello se le hacía insostenible a un hombre que sólo veía avecinarse los problemas  -  Sinceramente Richard , bastante tengo yo ya con vigilar que mi hermana no siga arrastrando el apellido familiar , con sacar la finca adelante y procurar mantener a raya a … - aquel apellido aún picaba su piel -  Sólo espero que los temas personales se queden fuera de la gestión de la finca   y que lo que tengáis pendiente , si hubiera algo, lo resolváis sin estar yo presente  ¿he sido lo suficientemente clara ?

Recibiendo un asentimiento  nada convincente y resignado por parte de él , ella le exigió con determinación que le respondiera de viva voz , lo que no tardó en hacer .

Durante el  transcurso del viaje de vuelta, en el vehículo no se escuchó una sola voz . Con Thomas  en la parte de atrás y Richard observándole de forma continua a través del espejo lateral , a Emma no se le escapó en absoluto que algo sucedía y que debía venir de lejos , pero tal y como le  aseveró, no preguntaría sobre algo de lo que élvbno quisiera hablar , rasgo propio  y muy suyo el de no andar curioseando en las vidas ajenas .

Sólo una vez recordó ver a Richard en tal nivel de tensión. Una vez inolvidable  a tenor de quién se encontraba en frente suya cuando sucedieron los hechos,  siendo apenas un chiquillo al que comenzaba a emergerle vello en la cara .
Aquel fue un verano muy extraño , con tiempo cambiante y fuertes tormentas que de forma sorpresiva , amenazaban con toda su fuerza sonora y con todo su poder   en forma de peligrosos rayos que terminaban destrozando casas , quemando cuartos de aperos y  establos  y derribando árboles antiquísimos que acababan invadiendo las carreteras.

Aquella tarde fue uno de esos días . Los caballos se encontraban pastando en la zona vallada anexa a los establos  y una de aquellas temibles tormentas comenzó de golpe con toda su furia , descargando agua en cantidades ingentes y descontrolada electricidad capaz de iluminar varios kilómetros a la redonda .
En la casa , se dio orden de guardar a los animales y cerrar bien los cajones y los establos. Richard , en el lago cercano a la casa,   disfrutando de un momento de descanso y asueto,  se  despertó con el estruendo de uno de los rayos .  Corriendo hacia la casa vio como dos hombres trataban de guardar los caballos en el establo , pero al tratar de ayudar , uno de ellos le gritó : “ ¡la Srta . Emma! “. Extrañado por no entender a qué se refería  , instó a ese hombre  que le explicase  y el trabajador , muy agobiado , debatiéndose entre el viento , el agua y el caballo asustado que trataba de introducir ,  le señaló con una de las manos hacia la colina cercana . Dándose por enterado , le arrebató al trabajador el mismo caballo que sostenía  con fuerza  y sin ensillarlo  lo montó, dirigiéndose hacia el lugar que   aquel hombre le había indicado.
Tirando de las bridas y agarrado a sus crines , Richard provocaba al animal para que acelerase cada vez más su cabalgada pendiente de todo cuanto  sucediese a su alrededor a fín de poder ver  dónde se encontraba la pequeña con un resultado  a priori infructuoso .  

Deteniéndose  por momentos , casi sin visibilidad , gritaba su nombre para que pudiera escucharle  sin conseguir ningún resultado favorable . En un momento dado  a su mente vino algo que ella le hubo dicho una vez sobre un lugar dónde ocultarse . Un lugar que sólo ella conocía .
Dirigiéndose a él, encontró una pequeña cueva debajo de un gran olmo centenario . Se bajó del animal y lo acercó  al hueco de la misma lo más que pudo . El nombre de la niña volvió a ser pronunciado  ante la inmensa oscuridad que tenía en frente suya acompañándole sólo su eco.  Un nuevo intento , el último antes de proseguir la búsqueda ,  arrojó el mismo resultado . Desesperado por encontrarse sin opciones , apenas anduvo dos pasos con el animal para proseguir su búsqueda  cuando el ruido de unas piedras moverse le hizo darse la vuelta . La inmensa alegría y tranquilidad que sintió al verla  bien y haber acertado el sitio , aquel pequeño secreto que sólo ambos conocían , hizo que una  sonrisa se reflejase en aquel juvenil rostro.

Volviendo a amarrar al animal , se acercó hasta ella comprobando  que sus ropas y el cabello se encontraban mojados y que debían  llevar mucho tiempo en ese estado a juzgar por los continuos temblores que manifestaba su pequeño y frágil cuerpo  , tanto como para doblarse sobre si misma del dolor que le producía el frío reinante . Cogiéndola por los hombros,   se introdujeron en el oscuro interior  dónde apenas llegaba un hilo de luz pero no así el viento  o el agua , sentándose ambos en el suelo ,  en una de las pocas zonas secas junto a una de las paredes , estrechándola contra su pecho y abarcándola con ambos brazos para darle algo de calor .

Las horas pasaban  de forma angustiosamente lenta  y aquel temporal no amainaba .  Viendo como la poca luz que les llegaba hasta donde ellos estaban iba desapareciendo , engrandeciendo la oscuridad reinante , lo único en lo que podía pensar , mientras ella dormía en su regazo, era el recibimiento que le ofrecería el señor de la casa , consciente como era , de los tiempos de juegos prohibidos  que se tenían ambos y lo que podría pasarles  por ello .
Horas  que sólo acrecentaban el cansancio acumulado y que provocaron que él también se durmiese , abrazado a ella , formando una curiosa figura sin líneas definidas , en las que una maraña de cuerpos se reducía a uno solo , sin principio  y sin fin.

Sólo la luz del sol, a la mañana siguiente , trajo la paz a una tierra mojada cuyo frío  se introducía en los poros de la piel  invadiéndolo todo. Tras tratar de recolocar unos brazos dormidos y dolientes ,  se quedó un buen rato disfrutando de un pequeño y pálido medio rostro apoyado sobre una de sus manos , encima de su pecho, a la que , con cuidado , retiró parte del cabello que se la cubría para verle su rostro angelical , tranquilo.
Aspirando profundamente decidió despertarla con cuidado . Había llegado la hora de marcharse , de regresar a la casa a expensas de esperar cualquier cosa como recibimiento , aunque de lo que estaba seguro es de que nada bueno depararía el mismo.

Tras cabalgar durante una hora y hacerlo con la precaución que requería el terreno después de lo acaecido durante la noche , llegaron a vislumbrar la casa y los establos  a unos cientos de metros . Conforme se acercaban a las caballerizas , con ella sentada a horcajadas delante suya y protegida por sus brazos , las figuras omnipresentes del patriarca y tres hombres más de la cuadrilla de trabajo de por aquel entonces , se iban haciendo más grandes y nítidas .

Llegados al lugar , uno de aquellos hombres le  arrancó las riendas de la mano tan bruscamente que casi tira a Emma del caballo. Obligada a bajar ante la orden de su padre , un serio progenitor que se acercaba  a ellos y que se detuvo frente a ella , hizo que se parase y alzase el rostro para mirarle . El sonido de un inquietante y fuerte bofetón que nadie esperaba , sobresaltó incluso a los hombres presentes allí  que vieron como el cuerpo de la chiquilla  se tambaleaba  hasta casi caer al suelo.

Saltando del caballo  dispuesto a  enfrentarse al viejo por aquel  abuso, el mismo hombre que aguardaba con el caballo se lo impidió atravesándole el otro brazo sobre el pecho. Un “ Será mejor que te tranquilices chico  o tú serás el siguiente y no será tan benévolo “, fue escuchado por su parte en un tono muy bajo , asegurándose de que no llegase a oídos del patrón.

Tras correr hacia su habitación a expensas del consiguiente castigo que su padre le impusiera , el viejo patriarca , con una fusta sostenida en la otra mano , se acercó a un joven Richard furioso e incontenible  que no apartaba sus ojos de los de aquel hombre , pasase lo que pasase.
El rápido silbido al que seguiría aquella quemazón inmediata y persistente en el cuello , con una piel que se enrojecía y exaltaba más por momentos , dejó la seña de aquella maldita fusta en él y lo que era peor aún, el recuerdo imborrable de lo que era el resentimiento , algo que él no había conocido hasta entonces.

 Un vago pero letal recuerdo que hacía que Emma tuviese más presente aquel vínculo que le unía a Richard , algo que sólo ellos conocían en su más exasperante intimidad .

Deteniendo el coche junto a la puerta de la casa , los tres se dirigieron a los establos para mostrar al nuevo invitado no sólo su principal lugar de trabajo sino además dónde habría de pernoctar .

La estancia , por la que se accedía a través de una escalera de caracol de madera ,  se encontraba encima justo de los cajones  para los caballos . Un espacio abierto ,  grande  , que antiguamente se usaba para guardar la paja  y así protegerla de la humedad y las inclemencias meteorológicas, pero fuertemente  aguerrido a las paredes  a través de todo un entramado de gruesas vigas  y anclajes de acero que fuesen capaces de sostener el suficiente peso de lo que allí sería guardado.
Apenas unas horas harían falta para adecentarlo y siempre podría contar con el resto de la cuadrilla de hombres o parte de ellos al menos para acelerarlo todo y que pudiera disponer de él en el menor tiempo posible .

Una escueta explicación de las labores , dejada en su extensión posterior a quién mejor podría indicarle y que se convertiría en su superior a partir de ahora , sobre todo en cuanto a los horarios a los que tendría que ajustarse  se refiere  así como las reglas de convivencia . El por qué se le destinaba a ese espacio y no a la cabaña de los hombres  tenía una justificación de peso , la misma,  había sido mandatada construir por el patriarca  ex profeso cuando aquel grupo de trece hombres se incorporaba de forma definitiva al trabajo en la finca , sin que cupiera nadie más salvo que se produjese una baja  .

Thomas aprovechó que la “patrona” le narraba todo lo que debía ser la nada especial bienvenida  para visualizar el estado de todo cuanto le rodeaba , dándose cuenta de que  todo aquello había pasado por tiempos notablemente mejores dada la calidad de los materiales que podía apreciarse a simple vista . Sin embargo , ahora , el paso del tiempo  y las inclemencias así como una fuerte falta de atención y mantenimiento habían hecho mella en una propiedad que debió resultar muy floreciente en otra época.

Apurando su tiempo con una vista rápida a su reloj , Emma decidió dejar a ambos hombres solos  y volver a la casa para revisar una documentación. La visita del Sr. Reder, el abogado , se produciría esa misma tarde , apenas  en una hora , y a la par que él aprovecharía para ponerla al día sobre su contabilidad  ésta debía comunicarle las nuevas adquisiciones y acciones a llevar a cabo en los próximos días .

Solos por fín, con un Richard tenso que prefería mantener las distancias  desde la puerta de los establos para asegurarse de que ella no volviera  , los intentos de Thomas por suavizar la situación  podían llegar a representar un auténtico calvario.
-        ¿Qué diablos haces aquí?- La pregunta por parte de Richard , formulada en aquel tono  seco, serio y muy molesto  no aventuraba nada bueno , aún después de tantos años de no verse  - .

Tanteando el terreno que pisaba , Thomas intentó mostrar su cara más amable .
-        Se lo he dicho a ella , estoy de paso .

-        No has debido venir , aquí no y menos ahora  ¿No tenías a “tus amigos” para recurrir a ellos?

“Sus amigos “ . El sarcasmo elevado a grados de insostenibilidad . Aquella actitud de su primo reflejaba amargura más que simple molestia  y las causas ya se conocían por ambos.

-        No. No he podido recurrir a ellos ,  si no ¿crees que hubiera venido hasta aquí? Oye Richard  - éste le interrumpió impidiendo que continuase acercándose sólo con girar su cabeza hacia él -.

-        Si alguien te reconoce … Si alguien llegase  a saber quién eres en realidad … ¡Primero acabaste con tu madre y ahora pretendes acabar con el resto de la familia!

Bajando su cabeza , mirando al suelo mientras trataba de respirar hondo , aquella afirmación por parte del capataz no era la primera vez que se la escuchaba decir  y sin embargo , el dolor con el que la manifestaba no había variado un ápice . Tratando de conservar la calma , al menos para no alterarle más de lo que estaba , continuó hablando con la esperanza de darle algunas respuestas a preguntas que no realizaba , aún.

-        Londres ya no era seguro y no podía volver a Irlanda . Las cosas se han complicado mucho en los últimos meses .  Scotland Yard  … Richard – se arriesgó a acercarse con sumo cuidado – sólo será durante un tiempo . Sé que no debí venir dadas las circunstancias  pero  no tenía más salida  que estar con alguien de confianza . Estoy esperando que me avisen , un pesquero  contactado por un amigo me recogerá en cuanto me avisen  y me llevará hasta un carguero , entonces ya no volverás a verme , pero sólo necesito algo de tiempo y un lugar seguro.

Marcharse y desaparecer , lo que siempre pensó Richard que él debió hacer  desde hace mucho tiempo , por el bien de todos cuanto le rodearon entonces y aún seguían preocupándose por él.

Tarde de resignación y de recuerdos . Tarde para no olvidar y reestructurar todo lo que habría de venir . Con su mirada de nuevo hacia el exterior  , hacia todo cuanto se le mostraba , algo más calmado, se recompuso y se dispuso a mostrarle las reglas básicas .

-        Está bien , pero tendrás que seguir las indicaciones al pie de la letra y no actuar jamás por tu cuenta o juro que  no esperaré a que Scotland Yard te encuentre , te mataré  con mis propias manos .

Aquella muestra de talante irlandés era la forma más clara de darle una bienvenida por todo lo grande .

-        Mandataré a dos hombres para que nos ayuden a arreglar la parte de arriba  para que puedas hacerte con ella esta noche . Por lo demás , te levantarás antes que nadie , a las cuatro y media , te encargarás de limpiar las cuadras y pararás a las cinco y media  para desayunar con nosotros en la cocina de la casa a la que por cierto se entra por su propia puerta , no se te ocurra jamás hacerlo por la principal .  Después  bañarás y cepillarás a los caballos , que llegarán mañana por la  mañana temprano y acondicionarás los establos , y  si después de eso te sobra tiempo , porque aquí  no cabe la ociosidad , al menos de momento , nos echarás una mano a mis hombres y a mí, hay mucho por hacer y todo debe estar listo y operativo lo antes posible.

Casi sin aire  y con aquella seguridad que  manifestaba , Thomas no pudo evitar sonreírle , lo que pareció incomodar de nuevo a su primo.

-        ¡ Oh no! Esa maldita costumbre tuya , como cuando éramos niños  ¿De qué se supone que te ríes ?

Tratando de aguantar sin poder evitarlo , los viejos recuerdos se mostraron muy presentes .

-        Te estaba escuchando y viendo  y a mi mente venían los recuerdos de cuando éramos críos  y tú siempre querías llevar la voz cantante en todos nuestros juegos . Aún recuerdo a mi madre llamarte la atención cuando yo hacía alguna trastada porque se pensaba que tú, siendo el mayor y el más responsable y serio , debías asegurarte , vigilándome , de que la mitad de lo que yo hacía no se produjera .

Aquello le enterneció. El recuerdo de aquella mujer de pelo cano , más joven que su propia madre , con aquel carácter dulce y afable que él siempre admiró y que cada vez que se encontraban juntos en su casa les servía galletas recién hechas y leche a los dos , hizo que sus ojos se humedecieran  dándose la vuelta para que Thomas no le viera .

-        Yo también la hecho mucho de menos Richard .– le puso una de las manos en un hombro – Al menos tú pudiste estar con ella cuando …murió. –  Una voz quebrada y llena de sentimiento –.

Richard se dio la vuelta hacia él  y el envalentonado joven había desaparecido mostrándose más vulnerable que nunca .

-        Ella nunca dejó de quererte Thomas  y la única pena con la que se fue era no verte libre y lejos de aquí y de todo en lo que estabas metido. Aquello la estaba destrozando por momentos . Ocultar la verdad sabiéndola , los registros e instigamientos  policiales en su propia casa , a todas horas , las detenciones por sorpresa y las interminables horas en comisaría y todo sin saber siquiera si estarías bien o si te habría pasado algo .  Tus ideas , tu  mundo , acabó con la salud de tu madre y dividió a la familia . Thomas , - cogiéndole por ambos hombros y mirándose fijamente a los ojos – nadie debe saber quién eres , lo qué eres o lo que has hecho , nadie . Si te descubren , ni yo podré ayudarte .
Thomas sólo  pudo bajar su cabeza y asentir . Sabía que su primo tenía razón y que por encima de todo se trataba de supervivencia , pero ¿cómo afrontar toda aquella pesada losa incluyendo la insuperable muerte de su madre  a la que siempre amó por encima de todas las cosas ?

-        No habrá problemas , te lo prometo y además , sé que aquí no me buscarán . Tú y tu madre os mantuvisteis alejados de todo  e hicisteis bien . – le respondió con honestidad-.

-        Aun así conviene no arriesgarse . Avisaré a los hombres para que nos echen una mano con lo de ahí arriba – señaló con la cabeza al espacio que se convertiría en breve en su nueva residencia , pero antes de  acudir a ellos  se acordó de algo imprescindible que el otro no debía olvidar - ¡Ah, por cierto! Se me olvidaba la última regla , la más imprescindible , especialmente si de verdad quieres evitar problemas .


-        Tú dirás  - le respondió Thomas absolutamente intrigado  por el tono empleado por el capataz- .

-        Mantente alejado de la otra Srta . Aldrich, Alice , la hermana menor . Es un peligro con piernas y sólo busca problemas que siempre termina encontrando .

Thomas no pudo evitar sonreírse por tal indicación, pero el gesto serio de Richard , le puso en sobre aviso de que hablaba en serio .

-        No es broma Thomas . Mantente alejado . Es una mujer tan provocadora como lista y sabe lo que hace y cuándo lo hace . Además si  la Sra. Bowman te descubre acercándote a ella demasiado  te arriesgas a algo más que una reprimenda o que te eche .

Y con aquella seguridad y determinación , un tono particular y curiosamente jocoso invadió la voz de un Thomas al que le apeteció saciar su vena traviesa con su primo.

-        Y.. La Sra. Bowman ? ¿También tengo que tener cuidado al acercarme  a ella ?

Un gesto determinante  en los ojos de un Richard que le sacaba una cabeza de altura y dos cuerpos de anchura  y que cerraba uno de sus puños  pensando que Thomas no le vería fue la mejor respuesta posible  que recibiría al respecto.

-        Cuidado Thomas , pasarse de listo en esta ciudad sí tiene sus consecuencias . Iré a avisar a los hombres .

Una clara advertencia sobre quién se convertía en un terreno vedado , a priori .

Ana Patricia Cruz López
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