domingo, 30 de abril de 2017

MOMENTOS . Siempre tuya (204)

Deseo sin aire y sin esperanza .
Abrazos rotos en mitad de un sueño que no termina de culminarse .
Creencia en algo que no se ve ni puede tocarse .
Palabras dichas a grito entre sordos .

Lágrimas que no llegan al suelo .
Ahogos involuntarios convertidos en lamentos que nadie ve
y de los que nadie sabe.
Actuar sin moverse .
Moverse sin que parezca que lo hayas hecho.

Es tu nombre lo que eriza mi piel
cuando en el silencio de mi soledad recuerdo pronunciarlo  ,
es tu nombre aquel que mis labios modularan
hasta cuando eran abarcados por los tuyos ,
es tu persona la que conlleva ,
la que se gira ,
la que me escucha ,
la que me mira.


Son tus ojos los que me responden ,
los que me aman sin acercarse ,
los que me acarician sin tocar,
los que me hablan de un futuro que nunca termina de llegar
pero en el que siempre confío para seguir viviendo,
los que cuentan historias de princesas sin reino 
y de príncipes sin corona ,
los que saben más del sufrimiento que nadie
y aun así nunca me lo hace saber aunque yo lo sepa ,
los que endulzan cada paso mío en que el destino me aleja de ti
con el sueño omnipresente de que serás mío.

Son tus palabras las que abarcan cada centímetro de piel
cuando nuestros cuerpos se han convertido en uno ,
las que  me han abrigado en el duro invierno y
hecho sudar en el más angustioso de los veranos ,
las que no he querido dejar de oír
pese a las voces de los otros extraños .
Son tus palabras las que danzan al compás de esa música que yo bailo
cuando mis ojos se cierran ,
las que me claman y apaciguan ,
las que me soliviantan cuando las verdades duelen y no quiero reconocerlas ,
las que sólo encuentro cuando necesito aliento ajeno .

Sueños que en un pequeño cofre de cristal ,
lejos de mi alcance ,
envidio de quiénes sí son afortunados, sin saberlo ,
aquellos que sí tienen acceso a él .

Cofre del que la llave invisible ,
resguardada en tu corazón ,
sólo es entregada en mitad de mi histeria por tenerte ,
de mi más preciada locura
bajo el clamor de la veneración absoluta
por quién no merece menos que mi entrega
ni más que el cielo.

Sueños de los que su final es el horizonte,
aquel que se enciende con el despertar del sol
y se despide cuando su amante , la luna , comienza a aparecer.
Sueños inabarcables con un corazón envejecido
al que se le acaba el tiempo con cada día que no puede estar a tu lado ,
sentirte ,
abrigarte y darte calor ,
al que no se le permite acompañarte en tu temida soledad ,
y en la mía ,
la que padezco cuando no te tengo ,
cuando siento que te alejas
o te muestras distante .

Sueños de grandeza y lealtad
hacia algo que ni yo misma sé lo qué es  y no me importa .
Sueños en el que el arco iris me abre paso
 para que llegue hasta donde sé que tú estás ,
para que pueda  volverte a ver sonreír una vez más ,
para que puedas sentir mi felicidad .

Sueños donde los cuerpos son algo etéreo
y donde el contacto ha perdido su sentido vulgar,
convirtiéndose en algo hermoso , cercano ,
placentero ,
un lugar en donde encontremos la paz que tanto hemos buscado
y tanta falta nos hace .

Un sentimiento que no se puede expresar con palabras ,
algo que culmina en la más penetrante intimidad
cuando te siento  y sé que no estás ,
cuando te escucho y  sé que no me hablas ,
cuando te miro y sé que tú sólo ves .
Un sentimiento
al que abriga la esperanza de que ambos podamos ser felices de nuevo,
al que la sonrisa jamás se le borre ,
que nos siga acompañando
allí donde quiera ese Dios que te haya llevado y yo te encuentre
cuando el juicio final pase la factura  por nuestros pecados ,
o allí donde nuestro propio infierno nos abra sus puertas doradas
y el mayor recibidor de todos , hasta la alfombra roja  nos ponga .

Allí donde el destino nos lleve .
Allí, dónde el destino me permita que te encuentre.

Ana Patricia Cruz López
Todos los derechos reservados


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