domingo, 8 de marzo de 2020

LA TEMPESTAD . CAPÍTULO DÉCIMO QUINTO . VUELTA A EMPEZAR ( Segunda parte ) (Registrado en SAFE CREATIVE ENERO 2017)




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“ Sé quién eres  y lo que has hecho “.   Aquella afirmación , en el tono en que fue dicha , rondaría en su cabeza mientras trataba de hilar los puntos que le llevasen a una resolución certera. Actuando con aparente normalidad   la ayudó a que terminase su cena  recogiendo la bandeja posteriormente .  Visualizando una amabilidad a la que ella no estaba acostumbrada por su parte ,  antes de marcharse , Thomas le preguntó si podía hacer algo más por ella  ante lo que una negativa con la cabeza y su giro hacia la ventana supusieron la mejor respuesta  posible .

Y la afirmación rebrotaba en su mente con cada uno de los escalones que bajaba  lenta y parsimoniosamente , ensimismado en sus pensamientos  hasta tal punto  que al llegar a la cocina y  colocar la bandeja encima de la gran mesa  la cocinera estuvo dirigiéndole la palabra preocupada y él no era capaz de escucharla . Sólo el aroma a té de una taza que la buena mujer le había preparado y colocado delante de su nariz le trajo de vuelta al espacio  en el que se encontraba .
Una conversación a dos en los que Thomas , el que menos tiempo había pasado entre esos muros , aprovechó para mantenerse informado  quizás tratando de entender el apasionamiento de su primo por algo más que la mayor de las hermanas Aldrich .


Aquella mujer de aire curtido y mirada dulce resultó ser aprendiza de la anterior que ocupaba su puesto , su tía , la madre de Richard   y no tardó mucho en aprender las reglas de aquella casa antes que a cocinar determinado tipo de platos especiales a gusto de los señores , ambos vivos aún cuando ella comenzó a trabajar  siendo apenas una niña .
Él apenas tuvo que preguntar nada pues las historias de la casa y de sus habitantes iban uniéndose sin intermedio ni silencio . Todos eran  los mismos peones del único juego admitido y válido , el del viejo Sr. Aldrich , así como de sus idas  y venidas  al pueblo  y en el estado en el que regresaba en la mayoría de las ocasiones .  Los gritos de auxilio de  su esposa aprovechando que sus hijas dormían en la otra parte de la casa y que sus paredes de piedra y pesadas puertas macizas las aislaban del penoso espectáculo , de como ni siquiera su espacio privativo y vital , su sala de música , fue  respetado por el señor de la casa  hasta hacerla enfermar , su trato al servicio  más directo de la casa y al personal de la finca , siempre denigrante y desagradable  salvo con el único al que no se atrevía a tratar así ni enfrentarse : Richard  o el Sr. Bennet como ella siempre  le había llamado .

Aprovechando que su nombre fue citado , Thomas encontró la oportunidad perfecta para indagar más sobre esos años de vida de su primo aquí  y cómo terminaron complicándose las cosas en la casa  hasta el  punto de tener que marcharse   en plena crisis laboral en los alrededores , en mitad de una temporada complicada donde todas las casas y fincas ya habían formado sus cuadrillas de trabajo y a quiénes no hubieran aprovechado dicha oportunidad sólo les quedaba marcharse  a otros lugares .
Lejos de lo que él creía o podría haber escuchado durante los tiempos en que aún permanecía en Irlanda y mantenía contacto estrecho con su familia , no sólo fueron problemas de  malgasto de dinero e impago de salarios lo que llevó a su primo y al resto de hombres de su cuadrilla a dejarlo todo  ya que por esa causa esta circunstancia podría haberse dado antes .
Un relato que cambiaría hasta su forma de entenderlo todo cuando el nombre de Alice surgió , para ella la Srta . Aldrich  .  Alocada chiquilla presumida , consentida y manipuladora , así fue la descripción completa que mejor la definía y  la cocinera no hablaba sólo por ella  si no que afirmaba que el resto del personal también opinaba igual . Alguien a quién la vanidad , el egoísmo y las ganas de destacar hacían que  se comportase como una señorita digna de la exquisita educación proporcionada delante de quién la cubría  en sus locuras , su padre , pero que una vez salía de las puertas de la casa y del ángulo de visión del patriarca  era una persona descarada y muy diferente a la que le daba igual  lo qué hacer porque era la Srta . y  podía conseguir que despidieran a quién osaba desobedecerla o contestarle de una forma que no considerase adecuada .  De hecho , poco antes del que denominó como “el escándalo de las caballerizas    , tres doncellas fueron despedidas sin motivo aparente  en un plazo de dos meses , incluida su doncella personal .
Una cría con cuerpo de mujer a la que su padre escuchaba sin razonar y por la que se mostraba ciego  con tal de tenerla contenta  y que desde la desaparición  de su madre y de su propia hermana , se comportaba como la señora de la casa .

Respecto al escándalo , al que él trató de volver para que la cocinera le detallara ,  creyendo que posiblemente  fuese su primo quién estuviese implicado ,  su sorpresa fue mayúscula cuando el relato gozaba de otros  protagonistas . Antes de que Richard montase la cuadrilla fija con hombres de confianza  en la casa , para dichas labores en el campo y con los animales , se hacía recorrer un anuncio en el pueblo para todo aquel que necesitase trabajar . No muchos de los jóvenes querían aceptar tal propuesta   dado que el carácter del patrón con sus empleados distaba de ser bueno o respetuoso y  la paga no es que tampoco compensase , pero la falta de trabajo y las situaciones  vivenciales de los irlandeses , mayoría de habitantes de las zonas rurales de Ulverston ,  provocaron que tuvieran que aceptar trabajar allí como último recurso  , al menos hasta terminar la temporada,   esperanzados de poder encontrar otra casa  en la siguiente .
Cuadrillas de hombres  a las que nunca pudo acostumbrarse su capataz  ya que en parte no duraban lo suficiente como para poder enseñarles , darles un cuadro de organización y desentenderse con confianza . Hombres que caían en la tentación de la coqueta señorita de la casa   y que tras ser descubiertos por alguno de los otros   miembros acudían al capataz como medida de enjuiciar y castigar so pena de que si tales hechos llegaban a conocimiento del Señor todos serían irrevocablemente despedidos .
Una noche , durante una de las últimas fiestas que se hubieron celebrado en la casona , la  Srta, Aldrich decide escaparse de los invitados y del bullicio y  atravesar los terrenos ajardinados hasta llegar a la cabaña  de los trabajadores . Sin encontrar a nadie  puesto que a todos se les hubo dado la noche libre y en teoría se encontraban disfrutando en el pueblo , optó por ir a las caballerizas  con tal suerte de que alguien la siguió hasta allí .  En visible estado de embriaguez , sin saber bien por qué , comenzó a abrir los cajones de los caballos y a palmearles en los cuartos traseros para que saliesen  hasta que al parecer , el hombre que la siguió ,  la sorprendió en el interior de uno de ellos .  Cuando la encontraron estaba en uno de los cubículos , en el suelo  de paja ,  revolcándose con uno de los invitados con el que al parecer anduvo coqueteando en la fiesta y al que acabó dando largas .  
Ante la pregunta evidente de quién fue  el que abrió la caja de pandora de los truenos del escándalo ante el viejo Aldrich , la respuesta fue un joven Wadlow que  se encontraba de visita familiar .

Con el té casi a la mitad de la taza y prácticamente frío , el relato de los acontecimientos no podía ser más motivador y esta incitación a la curiosidad  cobró mucho más sentido cuando aquella mujer , anteponiendo y dejando claro la discreción de la que hacían gala todas y cada una de las personas más viejas del servicio en aquella casa  y de la dura labor de imbuir de los mismos principios a los nuevos  que se iban incorporando al mismo ,  destacó el papel protagonista de su primo  en una casi labor imposible de contención  pese a convertirse en el capricho más belicoso de la caprichosa Alice .
Sin poseer todos los detalles  y sin que en ningún momento  se culpabilizase a Richard de nada de lo pasado , ella afirmó que nunca se entendió que cuando le acusó falsamente de toda serie de tropelías sobre su persona  e incluso de ser víctima de sus ataques incontrolados   de seducción  e incluso de  haberse atrevido a realizarle encerronas en las caballerizas  y propasarse con tocamientos y roces , jamás el señor se planteara echarlo de la casa desoyendo a  su hija , algo que no había sucedido hasta entonces . Cada nueva negativa del viejo Sr. Aldrich  siquiera a reprenderlo o sancionarlo sin apenas exigirle explicaciones o cuando estas se llevaban a cabo recibiendo  una seca negativa a todas y cada de las preguntas , sólo hicieron que la Srta . montase en cólera y que ésta fuese a más  terminando por descargarla contra el resto del personal, hasta que comenzaron las sospechosas salidas nocturnas a no se sabía dónde  y sus vueltas en el amanecer del siguiente día , siempre recogida por un coche sin firma ni escudo .
Y entonces llegaron las clamorosas faltas de dinero , la ausencia de mando en la casa  y las  cartas de los proveedores del pueblo negándose a servir nada más para los animales o incluso para los habitantes . Hubo un momento en el que ni podían  comprar nada decente para comer  mientras  el señor  de la casa continuaba gastando lo que no tenía  en  dos de sus aficiones favoritas : beber y jugar ,  puesto que lo de las mujeres sólo era un pequeño añadido al que incluso le solían invitar de vez en cuando .

Un capricho en manos de una cría inmadura  , criada entre algodones y en continua competición con los demás por destacar . Una aspirante a señora de la casa  sin oficio ni beneficio ni saber hacer. Alguien acostumbrado a manipular a los demás bajo amenaza y a salirse con la suya  que se aislaba en sus visitas nocturnas en aquel coche negro sin escudo ni procedencia  conocida.

El sonido de uno de los portalones de las caballerizas  chocando en el exterior ,empujada por un fuerte viento levantado de improviso, atrajo su atención hasta el punto de asomarse a una de las ventanas de la cocina para ver qué pasaba viendo  salir a su primo,   cabalgando a toda velocidad encima de uno de los caballos en dirección desconocida.

Una carta de advertencia como  motivación para dejar las cosas claras de una vez  a quién se las debía desde hace tiempo , sin pensar   en las posibles consecuencias , con la tranquilidad de quién porta la verdad y sólo se dispone a mostrarla de una vez .
Un paseo nada apacible que le llevaba directamente a la casa de los Wadlow . Una entrada nada triunfal en la que el escándalo originado en la puerta de la misma y la posterior aparición de William al escuchar las alteradas voces   provocaron su indicación directa para facilitar su acceso y su acompañamiento al  salón recibidor , lejos de los oídos  indiscretos del servicio .

Para Wadlow resultaba muy fácil predecir el tono de la conversación que estaba a punto de mantener  dada la agitación mostrada por su improvisado  invitado así que,  tratando de conservar la calma , en su línea , cerró la puerta y se dirigió al bar con la intención de ofrecerle una copa .   

-        Lo de realizar visitas intempestivas y sin anunciación previa se está convirtiendo en una dudosa costumbre .

Su tono irónico y su postura altanera  consolidada por el ofrecimiento de un vaso con licor de malta  enervaban más aún a Richard .
Sentado en uno de los sillones , con  su vaso en la mano derecha  y el otro brazo apoyado , se dispuso a escuchar sus intenciones .

-        Bien Richard ¿ a qué debo ahora tú  inesperada visita ?

El capataz extrajo el sobre de la carta que el abogado le hubo entregado  y acercándose  a él  se la lanzó en las piernas .
Tras abrirla y leerla , lejos de parecer sorprendido , Wadlow  actuó como si en aquello él no hubiera tenido nada que ver .

-        Sinceramente , espero que tengas una explicación que adjuntar a esto porque  no acabo de entender la razón de tu visita .

Tras beberse el contenido del vaso de un solo trago , lo dejó en una de las mesas cercanas y se le acercó .

-        Dime que tú no has tenido nada que ver con esto , pero eso sí , procura resultar convincente .

Releyendo la última parte de la nota y revisándola por encima  volvió a doblarla y a introducirla en su sobre  extendiéndole la mano para que la cogiera .

-        Realmente no sé qué pretendías conseguir viniendo a mi casa de esta forma y acusándome no sé aún de qué .  

-        ¿En serio ? – Wiiliam hizo patente su sorpresa  ante la actitud del capataz  - ¿En serio crees que soy tan estúpido como para creer que tú no escribiste esta carta? – se la arrebató de las manos  en medio de la ofuscación que su tan sola presencia sólo provocaba encender más y más - ¿Cuántas personas crees que saben lo que aquí se cuenta ? ¿Crees que no me daría cuenta ? Ella no te conoce  tan bien como yo .

Levantado del sillón con la intención de servirse otra copa  William hubo de toparse con la circunstancia de tener que tratar de esquivarlo.

-        Además – Richard continuo mientras William servía el vaso – ella ya lo sabe todo  - y el líquido dejó de caer y la botella fue depositada a un lado-  .   

-        ¿Todo ?- Ironizó Wadlow -  ¿Y ahora eres tú el que me quieres hacer creer que sabiéndolo todo permaneces en esa casa y no te ha echado ? – bebió un nuevo sorbo y comenzó a reírse , incrédulo con la versión que recibía por parte del capataz  - .

-        Yo no tengo que convencerte de nada , sólo te informo de la inutilidad de lo que quisieras conseguir con esta carta  y sí , continúo en la casa porque  por mucho que te creas vencedor antes de que el reloj deje de echar toda la arena , estás  celebrando una victoria que no verás jamás .

Dándose la vuelta y apoyándose en  la gran mesa  de despacho que culminaba una de las partes de la sala , William observó girar , por un instante,  el líquido del vaso , tratando de buscar un poco de paz en el fondo marrón de malta  del mismo o , tal vez , la respuesta con la que poder apuntillar a quién se había  atrevido a acusarle en su propia casa ., y sin dejar de mirar el vaso , continúo .

-        ¿Por qué tengo la impresión de que no son las primeras palabras de la carta lo que te ha hecho ofuscarte y venir a por mí ? ¿Por qué me parece – alzó la cabeza hacia él – que una sola frase de la misma es la que ha hecho de vengas  y te enfrentes a mí de esta manera? – Mirando de nuevo el vaso bebió todo su contenido de un solo trago - ¿De verdad que ella lo sabe todo Bennet ?

Sin quitarle el ojo de encima , la tensión en el cuerpo de Richard continuaba evidenciándose  pero de distinta forma , sobre todo conforme cada nueva palabra  vertida por sus labios  irradiaba su propia verdad .

-        Verás Bennet , cuando uno se pasa media vida metido en negocios y subastas  acaba aprendiendo que no puedes enfrentarte a ninguna sin tener información  y eso es justamente a lo que me dedico antes de proponer nada .
Una mujer como ella , con una profesión  como la suya , con firma en un despacho de  prestigio con lo que ello comporta  y que de pronto deba dejarlo todo para volver al lugar del que se marchó  y para cumplir una promesa de su padre . Todo podría ser casi normal salvo por un pequeño detalle :
Viuda de Bowman , militar en activo , uno de los 29 asesinado  en OMAGH  el 15 de Agosto de 1998  por un coche bomba gracias al IRA .

Una extrema y rápida palidez iba cubriendo el rostro de Richard dejándole continuar mientras en su mente , a su cabeza , una cara venía : la de su primo Thomas .

-        ¿En serio quieres que continúe Richard ? ¿No prefieres ponérmelo fácil y evitarte el mal trago ?

Tratando de respirar y conservar la calma , se dispuso a contestarle .

-        No sé a dónde quieres llegar  pero sí , por favor , continúa ,  la verdad es que estoy realmente intrigado .

Con su mandíbula muy marcada por la rabia , aquellas palabras entre dientes  le dieron la oportunidad a William de saber que estaba acertando en su propósito de ofuscarle y tenerlo entre sus dedos  por una vez .

-        Está bien Richard , ya que así lo quieres … me preguntaba si entre todo lo que se supone que Emma sabe  se encuentra … que da cobijo y trabajo en su casa a quién asesinó a su marido.  -  observando como su contrincante dialéctico cerraba los puños con fuerza  , sintiéndose triunfante de no haber errado en sus intenciones , continuó girando al tuerca un poco más  - Dos únicas personas en ese coche, el conductor y el activador de la bomba  y que casualidad … mientras uno se pudre en la cárcel  el autor material disfruta de una libertad …. Digamos … a medias , sin poder volver  a su casa ni pisar Irlanda , escondido con el beneplácito de la poca familia que le queda con vida y que le trate sabiendo lo que es y lo que ha hecho .

Enfurecido y a punto de estallar ,  sus entrañas le pedían asestarle todos los golpes que pudiera hasta que la sangre brotase  y manchase la totalidad de su piel , hasta que los nudillos le doliesen,   pero  una actitud así por su parte sólo le confirmaría a Wadlow  lo que creía , sus verdades descubiertas  .  Con la desesperación en su rostro se le acercó hasta donde casi no quedaba espacio  entre los dos ni para que pasase el  aire .

-        Ahora soy yo quién te pregunta si de verdad quieres jugar a eso  porque  se ha de ser muy buen jugador y adelantarse al siguiente movimiento para dar la partida por ganada antes de mostrar todas tus cartas . En mi vida sólo he conocido a un hombre capaz de hacer eso  y tú , para tu desgracia , no le llegas ni a la suela de los zapatos .

Soltando el vaso en la mesa , William pegó su cuerpo al de Richard acercando su rostro  desafiándole .

-        Sí, mi padre era un jugador seguro de sí mismo , tremendamente aventajado , sobre todo cuando eran borrachos desesperados los que tenía en la mesa , pero aquí hablamos de mentiras , incluidas las que tú mantienes . De verdad  Richard , pagaría por ver tu cara si la policía británica se presenta de improviso y sin aviso  - Richard , de forma impulsiva , le cogió por las solapas de la camisa sentándolo en la mesa de la fuerza con la que le hubo empujado - .

-        ¡No se te ocurra amenazarme William ! ¡Ni a mí ni a mi familia!  

Tratando de safarse de sus manos sólo conseguía que el capataz incrementase su furia .

-        ¿Qué crees que hará ella cuando lo sepa Richard ? ¿Cuándo sepa que la has traicionado y mentido una vez más ? Estoy seguro que el lio con su hermana  no será nada comparado con esto .

Su gesto triunfalista fue respondido con un cabezazo refrenado en el último segundo , cuando un haz de realidad vino a su mente , un poco de racionalidad en medio de tanto caos .  Sin embargo , para alguien como Wadlow , ese instante de provocación continua resultaba el mejor triunfo y no iba a permitir  que Richard se marchase triunfante sin culminar aquello para lo que en realidad había venido .

-        ¡ Vamos Richard ! ¡ Hazlo ! ¡Dame el gusto de ir con la cara amoratada y ensangrentada a su casa y explicarle las verdaderas razones de tu ataque ! – Contenido  con mucha dificultad , Wadlow continuaba   con su hostigamiento - ¡¡¡Hazlooo!!!!

Una última mirada de odio extremo y los puños desaparecieron  del cuerpo de William . Richard  optó por marcharse de allí y regresar a casa , debía hablar con Thomas , debía buscar una salida pronta ya que todas las garantías de seguridad y ocultación se habían puesto en riesgo y … ella , por encima de todas las cosas .

-        ¡Será mejor que lo asumas Bennet , ella no es mujer para fracasados como tú  y ni tú ni tus hombres lo vais a conseguir ! - Palabras que tuvo que escuchar mientras salía de la habitación en dirección hacia la puerta de la calle y que le persiguieron cuando William corrió detrás de él  -  ¡ Será impagable imaginar tu cara  cuando sepas que la tengo en mi cama Bennet !  ¡Impagable !

Y Richard giró su cabeza hacia él  una última vez , lo suficiente para recordar sus palabras , para recordar que algún día podría cobrar el precio de todo esto  y tomar venganza .  Una  última mirada para  no olvidar la única razón por la que volvió a la casa .

ANA PATRICIA CRUZ LÓPEZ
(Todos los derechos reservados )



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