CRED EDIT APCL73 |
“ Sé quién
eres y lo que has hecho “. Aquella
afirmación , en el tono en que fue dicha , rondaría en su cabeza mientras trataba
de hilar los puntos que le llevasen a una resolución certera. Actuando con
aparente normalidad la ayudó a que
terminase su cena recogiendo la bandeja
posteriormente . Visualizando una
amabilidad a la que ella no estaba acostumbrada por su parte , antes de marcharse , Thomas le preguntó si
podía hacer algo más por ella ante lo
que una negativa con la cabeza y su giro hacia la ventana supusieron la mejor
respuesta posible .
Y la afirmación
rebrotaba en su mente con cada uno de los escalones que bajaba lenta y parsimoniosamente , ensimismado en
sus pensamientos hasta tal punto que al llegar a la cocina y colocar la bandeja encima de la gran
mesa la cocinera estuvo dirigiéndole la
palabra preocupada y él no era capaz de escucharla . Sólo el aroma a té de una
taza que la buena mujer le había preparado y colocado delante de su nariz le
trajo de vuelta al espacio en el que se
encontraba .
Una
conversación a dos en los que Thomas , el que menos tiempo había pasado entre
esos muros , aprovechó para mantenerse informado quizás tratando de entender el apasionamiento
de su primo por algo más que la mayor de las hermanas Aldrich .
Aquella
mujer de aire curtido y mirada dulce resultó ser aprendiza de la anterior que
ocupaba su puesto , su tía , la madre de Richard y no tardó mucho en aprender las reglas de
aquella casa antes que a cocinar determinado tipo de platos especiales a gusto
de los señores , ambos vivos aún cuando ella comenzó a trabajar siendo apenas una niña .
Él apenas
tuvo que preguntar nada pues las historias de la casa y de sus habitantes iban
uniéndose sin intermedio ni silencio . Todos eran los mismos peones del único juego admitido y
válido , el del viejo Sr. Aldrich , así como de sus idas y venidas
al pueblo y en el estado en el
que regresaba en la mayoría de las ocasiones . Los gritos de auxilio de su esposa aprovechando que sus hijas dormían
en la otra parte de la casa y que sus paredes de piedra y pesadas puertas
macizas las aislaban del penoso espectáculo , de como ni siquiera su espacio
privativo y vital , su sala de música , fue
respetado por el señor de la casa
hasta hacerla enfermar , su trato al servicio más directo de la casa y al personal de la
finca , siempre denigrante y desagradable
salvo con el único al que no se atrevía a tratar así ni enfrentarse :
Richard o el Sr. Bennet como ella
siempre le había llamado .
Aprovechando
que su nombre fue citado , Thomas encontró la oportunidad perfecta para indagar
más sobre esos años de vida de su primo aquí
y cómo terminaron complicándose las cosas en la casa hasta el
punto de tener que marcharse en
plena crisis laboral en los alrededores , en mitad de una temporada complicada
donde todas las casas y fincas ya habían formado sus cuadrillas de trabajo y a
quiénes no hubieran aprovechado dicha oportunidad sólo les quedaba marcharse a otros lugares .
Lejos de lo
que él creía o podría haber escuchado durante los tiempos en que aún permanecía
en Irlanda y mantenía contacto estrecho con su familia , no sólo fueron
problemas de malgasto de dinero e impago
de salarios lo que llevó a su primo y al resto de hombres de su cuadrilla a
dejarlo todo ya que por esa causa esta
circunstancia podría haberse dado antes .
Un relato
que cambiaría hasta su forma de entenderlo todo cuando el nombre de Alice surgió
, para ella la Srta . Aldrich . Alocada chiquilla presumida , consentida y
manipuladora , así fue la descripción completa que mejor la definía y la cocinera no hablaba sólo por ella si no que afirmaba que el resto del personal
también opinaba igual . Alguien a quién la vanidad , el egoísmo y las ganas de
destacar hacían que se comportase como
una señorita digna de la exquisita educación proporcionada delante de quién la
cubría en sus locuras , su padre , pero
que una vez salía de las puertas de la casa y del ángulo de visión del
patriarca era una persona descarada y
muy diferente a la que le daba igual lo
qué hacer porque era la Srta . y podía
conseguir que despidieran a quién osaba desobedecerla o contestarle de una
forma que no considerase adecuada . De
hecho , poco antes del que denominó como “el escándalo de las caballerizas “ ,
tres doncellas fueron despedidas sin motivo aparente en un plazo de dos meses , incluida su doncella
personal .
Una cría con
cuerpo de mujer a la que su padre escuchaba sin razonar y por la que se
mostraba ciego con tal de tenerla
contenta y que desde la desaparición de su madre y de su propia hermana , se
comportaba como la señora de la casa .
Respecto al
escándalo , al que él trató de volver para que la cocinera le detallara , creyendo que posiblemente fuese su primo quién estuviese implicado
, su sorpresa fue mayúscula cuando el
relato gozaba de otros protagonistas . Antes
de que Richard montase la cuadrilla fija con hombres de confianza en la casa , para dichas labores en el campo
y con los animales , se hacía recorrer un anuncio en el pueblo para todo aquel
que necesitase trabajar . No muchos de los jóvenes querían aceptar tal
propuesta dado que el carácter del patrón
con sus empleados distaba de ser bueno o respetuoso y la paga no es que tampoco compensase , pero
la falta de trabajo y las situaciones vivenciales de los irlandeses , mayoría de habitantes
de las zonas rurales de Ulverston , provocaron que tuvieran que aceptar trabajar
allí como último recurso , al menos
hasta terminar la temporada, esperanzados
de poder encontrar otra casa en la
siguiente .
Cuadrillas
de hombres a las que nunca pudo
acostumbrarse su capataz ya que en parte
no duraban lo suficiente como para poder enseñarles , darles un cuadro de organización
y desentenderse con confianza . Hombres que caían en la tentación de la coqueta
señorita de la casa y que tras ser
descubiertos por alguno de los otros
miembros acudían al capataz como medida de enjuiciar y castigar so pena
de que si tales hechos llegaban a conocimiento del Señor todos serían
irrevocablemente despedidos .
Una noche ,
durante una de las últimas fiestas que se hubieron celebrado en la casona , la Srta, Aldrich decide escaparse de los
invitados y del bullicio y atravesar los
terrenos ajardinados hasta llegar a la cabaña
de los trabajadores . Sin encontrar a nadie puesto que a todos se les hubo dado la noche
libre y en teoría se encontraban disfrutando en el pueblo , optó por ir a las
caballerizas con tal suerte de que
alguien la siguió hasta allí . En
visible estado de embriaguez , sin saber bien por qué , comenzó a abrir los
cajones de los caballos y a palmearles en los cuartos traseros para que
saliesen hasta que al parecer , el hombre que la siguió , la sorprendió en el interior de uno de ellos
. Cuando la encontraron estaba en uno de
los cubículos , en el suelo de paja , revolcándose con uno de los invitados con el
que al parecer anduvo coqueteando en la fiesta y al que acabó dando largas .
Ante la
pregunta evidente de quién fue el que
abrió la caja de pandora de los truenos del escándalo ante el viejo Aldrich ,
la respuesta fue un joven Wadlow que se
encontraba de visita familiar .
Con el té
casi a la mitad de la taza y prácticamente frío , el relato de los acontecimientos
no podía ser más motivador y esta incitación a la curiosidad cobró mucho más sentido cuando aquella mujer
, anteponiendo y dejando claro la discreción de la que hacían gala todas y cada
una de las personas más viejas del servicio en aquella casa y de la dura labor de imbuir de los mismos
principios a los nuevos que se iban incorporando
al mismo , destacó el papel protagonista
de su primo en una casi labor imposible
de contención pese a convertirse en el
capricho más belicoso de la caprichosa Alice .
Sin poseer
todos los detalles y sin que en ningún momento
se culpabilizase a Richard de nada de lo
pasado , ella afirmó que nunca se entendió que cuando le acusó falsamente de
toda serie de tropelías sobre su persona e incluso de ser víctima de sus ataques incontrolados de
seducción e incluso de haberse atrevido a realizarle encerronas en
las caballerizas y propasarse con
tocamientos y roces , jamás el señor se planteara echarlo de la casa desoyendo a su hija , algo que no había sucedido hasta
entonces . Cada nueva negativa del viejo Sr. Aldrich siquiera a reprenderlo o sancionarlo sin
apenas exigirle explicaciones o cuando estas se llevaban a cabo recibiendo una seca negativa a todas y cada de las
preguntas , sólo hicieron que la Srta . montase en cólera y que ésta fuese a más terminando por descargarla contra el resto
del personal, hasta que comenzaron las sospechosas salidas nocturnas a no se
sabía dónde y sus vueltas en el amanecer
del siguiente día , siempre recogida por un coche sin firma ni escudo .
Y entonces
llegaron las clamorosas faltas de dinero , la ausencia de mando en la casa y las
cartas de los proveedores del pueblo negándose a servir nada más para
los animales o incluso para los habitantes . Hubo un momento en el que ni podían
comprar nada decente para comer mientras el señor de la casa continuaba gastando lo que no tenía en dos
de sus aficiones favoritas : beber y jugar , puesto que lo de las mujeres sólo era un pequeño añadido al que incluso
le solían invitar de vez en cuando .
Un capricho en
manos de una cría inmadura , criada
entre algodones y en continua competición con los demás por destacar . Una
aspirante a señora de la casa sin oficio
ni beneficio ni saber hacer. Alguien acostumbrado a manipular a los demás bajo
amenaza y a salirse con la suya que se
aislaba en sus visitas nocturnas en aquel coche negro sin escudo ni procedencia
conocida.
El sonido de
uno de los portalones de las caballerizas
chocando en el exterior ,empujada por un fuerte viento levantado de
improviso, atrajo su atención hasta el punto de asomarse a una de las ventanas
de la cocina para ver qué pasaba viendo salir
a su primo, cabalgando a toda velocidad
encima de uno de los caballos en dirección desconocida.
Una carta de
advertencia como motivación para dejar
las cosas claras de una vez a quién se
las debía desde hace tiempo , sin pensar
en las posibles consecuencias ,
con la tranquilidad de quién porta la verdad y sólo se dispone a mostrarla de
una vez .
Un paseo
nada apacible que le llevaba directamente a la casa de los Wadlow . Una entrada
nada triunfal en la que el escándalo originado en la puerta de la misma y la
posterior aparición de William al escuchar las alteradas voces provocaron su indicación directa para
facilitar su acceso y su acompañamiento al
salón recibidor , lejos de los oídos
indiscretos del servicio .
Para Wadlow
resultaba muy fácil predecir el tono de la conversación que estaba a punto de
mantener dada la agitación mostrada por
su improvisado invitado así que, tratando
de conservar la calma , en su línea , cerró la puerta y se dirigió al bar con
la intención de ofrecerle una copa .
-
Lo de realizar visitas intempestivas y sin anunciación previa se
está convirtiendo en una dudosa costumbre .
Su tono irónico
y su postura altanera consolidada por el
ofrecimiento de un vaso con licor de malta
enervaban más aún a Richard .
Sentado en
uno de los sillones , con su vaso en la
mano derecha y el otro brazo apoyado ,
se dispuso a escuchar sus intenciones .
-
Bien Richard ¿ a qué debo ahora tú
inesperada visita ?
El capataz extrajo
el sobre de la carta que el abogado le hubo entregado y acercándose
a él se la lanzó en las piernas .
Tras abrirla
y leerla , lejos de parecer sorprendido , Wadlow actuó como si en aquello él no hubiera tenido
nada que ver .
-
Sinceramente , espero que tengas una explicación que adjuntar a
esto porque no acabo de entender la razón
de tu visita .
Tras beberse
el contenido del vaso de un solo trago , lo dejó en una de las mesas cercanas y se le acercó .
-
Dime que tú no has tenido nada que ver con esto , pero eso sí ,
procura resultar convincente .
Releyendo la
última parte de la nota y revisándola por encima volvió a doblarla y a introducirla en su
sobre extendiéndole la mano para que la
cogiera .
-
Realmente no sé qué pretendías conseguir viniendo a mi casa de
esta forma y acusándome no sé aún de qué .
-
¿En serio ? – Wiiliam hizo patente su sorpresa ante la actitud del capataz - ¿En serio crees que soy tan estúpido como para
creer que tú no escribiste esta carta? – se la arrebató de las manos en medio de la ofuscación que su tan sola
presencia sólo provocaba encender más y más - ¿Cuántas personas crees que saben
lo que aquí se cuenta ? ¿Crees que no me daría cuenta ? Ella no te conoce tan bien como yo .
Levantado
del sillón con la intención de servirse otra copa William hubo de toparse con la circunstancia
de tener que tratar de esquivarlo.
-
Además – Richard continuo mientras William servía el vaso – ella ya
lo sabe todo - y el líquido dejó de caer
y la botella fue depositada a un lado- .
-
¿Todo ?- Ironizó Wadlow -
¿Y ahora eres tú el que me quieres hacer creer que sabiéndolo todo
permaneces en esa casa y no te ha echado ? – bebió un nuevo sorbo y comenzó a reírse
, incrédulo con la versión que recibía por parte del capataz - .
-
Yo no tengo que convencerte de nada , sólo te informo de la inutilidad
de lo que quisieras conseguir con esta carta y sí , continúo en la casa porque por mucho que te creas vencedor antes de que
el reloj deje de echar toda la arena , estás
celebrando una victoria que no verás jamás .
Dándose la
vuelta y apoyándose en la gran mesa de despacho que culminaba una de las partes de
la sala , William observó girar , por un instante, el líquido del vaso , tratando de buscar un poco
de paz en el fondo marrón de malta del
mismo o , tal vez , la respuesta con la que poder apuntillar a quién se había atrevido a acusarle en su propia casa ., y sin
dejar de mirar el vaso , continúo .
-
¿Por qué tengo la impresión de que no son las primeras palabras de
la carta lo que te ha hecho ofuscarte y venir a por mí ? ¿Por qué me parece –
alzó la cabeza hacia él – que una sola frase de la misma es la que ha hecho de
vengas y te enfrentes a mí de esta
manera? – Mirando de nuevo el vaso bebió todo su contenido de un solo trago - ¿De
verdad que ella lo sabe todo Bennet ?
Sin quitarle
el ojo de encima , la tensión en el cuerpo de Richard continuaba evidenciándose pero de distinta forma , sobre todo conforme
cada nueva palabra vertida por sus
labios irradiaba su propia verdad .
-
Verás Bennet , cuando uno se pasa media vida metido en negocios y subastas
acaba aprendiendo que no puedes
enfrentarte a ninguna sin tener información y eso es justamente a lo que me dedico antes
de proponer nada .
Una
mujer como ella , con una profesión como
la suya , con firma en un despacho de prestigio con lo que ello comporta y que de pronto deba dejarlo todo para volver
al lugar del que se marchó y para
cumplir una promesa de su padre . Todo podría ser casi normal salvo por un pequeño
detalle :
Viuda
de Bowman , militar en activo , uno de los 29 asesinado en OMAGH
el 15 de Agosto de 1998 por un
coche bomba gracias al IRA .
Una extrema
y rápida palidez iba cubriendo el rostro de Richard dejándole continuar
mientras en su mente , a su cabeza , una cara venía : la de su primo Thomas .
-
¿En serio quieres que continúe Richard ? ¿No prefieres ponérmelo fácil
y evitarte el mal trago ?
Tratando de
respirar y conservar la calma , se dispuso a contestarle .
-
No sé a dónde quieres llegar
pero sí , por favor , continúa , la verdad es que estoy realmente intrigado .
Con su mandíbula
muy marcada por la rabia , aquellas palabras entre dientes le dieron la oportunidad a William de saber que
estaba acertando en su propósito de ofuscarle y tenerlo entre sus dedos por una vez .
-
Está bien Richard , ya que así lo quieres … me preguntaba si entre
todo lo que se supone que Emma sabe se
encuentra … que da cobijo y trabajo en su casa a quién asesinó a su marido. -
observando como su contrincante dialéctico cerraba los puños con fuerza , sintiéndose triunfante de no haber errado en
sus intenciones , continuó girando al tuerca un poco más - Dos únicas personas en ese coche, el
conductor y el activador de la bomba y
que casualidad … mientras uno se pudre en la cárcel el autor material disfruta de una libertad …. Digamos
… a medias , sin poder volver a su casa
ni pisar Irlanda , escondido con el beneplácito de la poca familia que le queda
con vida y que le trate sabiendo lo que es y lo que ha hecho .
Enfurecido y
a punto de estallar , sus entrañas le
pedían asestarle todos los golpes que pudiera hasta que la sangre brotase y manchase la totalidad de su piel , hasta
que los nudillos le doliesen, pero una actitud así por su parte sólo le
confirmaría a Wadlow lo que creía , sus
verdades descubiertas . Con la desesperación en su rostro se le acercó
hasta donde casi no quedaba espacio entre
los dos ni para que pasase el aire .
-
Ahora soy yo quién te pregunta si de verdad quieres jugar a eso porque
se ha de ser muy buen jugador y adelantarse al siguiente movimiento para
dar la partida por ganada antes de mostrar todas tus cartas . En mi vida sólo
he conocido a un hombre capaz de hacer eso
y tú , para tu desgracia , no le llegas ni a la suela de los zapatos .
Soltando el
vaso en la mesa , William pegó su cuerpo al de Richard acercando su rostro desafiándole .
-
Sí, mi padre era un jugador seguro de sí mismo , tremendamente
aventajado , sobre todo cuando eran borrachos desesperados los que tenía en la
mesa , pero aquí hablamos de mentiras , incluidas las que tú mantienes . De
verdad Richard , pagaría por ver tu cara
si la policía británica se presenta de improviso y sin aviso - Richard , de forma impulsiva , le cogió por
las solapas de la camisa sentándolo en la mesa de la fuerza con la que le hubo
empujado - .
-
¡No se te ocurra amenazarme William ! ¡Ni a mí ni a mi familia!
Tratando de
safarse de sus manos sólo conseguía que el capataz incrementase su furia .
-
¿Qué crees que hará ella cuando lo sepa Richard ? ¿Cuándo sepa que
la has traicionado y mentido una vez más ? Estoy seguro que el lio con su
hermana no será nada comparado con esto
.
Su gesto
triunfalista fue respondido con un cabezazo refrenado en el último segundo ,
cuando un haz de realidad vino a su mente , un poco de racionalidad en medio de
tanto caos . Sin embargo , para alguien
como Wadlow , ese instante de provocación continua resultaba el mejor triunfo y
no iba a permitir que Richard se
marchase triunfante sin culminar aquello para lo que en realidad había venido .
-
¡ Vamos Richard ! ¡ Hazlo ! ¡Dame el gusto de ir con la cara
amoratada y ensangrentada a su casa y explicarle las verdaderas razones de tu
ataque ! – Contenido con mucha
dificultad , Wadlow continuaba con su
hostigamiento - ¡¡¡Hazlooo!!!!
Una última
mirada de odio extremo y los puños desaparecieron del cuerpo de William . Richard optó por marcharse de allí y regresar a casa
, debía hablar con Thomas , debía buscar una salida pronta ya que todas las
garantías de seguridad y ocultación se habían puesto en riesgo y … ella , por
encima de todas las cosas .
-
¡Será mejor que lo asumas Bennet , ella no es mujer para
fracasados como tú y ni tú ni tus hombres
lo vais a conseguir ! - Palabras que tuvo que escuchar mientras salía de la
habitación en dirección hacia la puerta de la calle y que le persiguieron
cuando William corrió detrás de él
- ¡ Será impagable imaginar tu
cara cuando sepas que la tengo en mi
cama Bennet ! ¡Impagable !
Y Richard giró
su cabeza hacia él una última vez , lo
suficiente para recordar sus palabras , para recordar que algún día podría
cobrar el precio de todo esto y tomar
venganza . Una última mirada para no olvidar la única razón por la que volvió a
la casa .
ANA PATRICIA
CRUZ LÓPEZ
(Todos los
derechos reservados )
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