viernes, 10 de abril de 2020

LA VIUDA . CAPÍTULO QUINTO . NECESIDAD DE RECORDAR , NECESIDAD DE OLVIDAR ( Segunda Parte ) (Registrado en SAFE CREATIVE 1 DE MAYO 2018)



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La noche fue larga , mucho más de lo que ella jamás logró imaginar pero por una vez no le importó . La noche se fue apoderando de su cuerpo y la paz volvió a su rostro  mientras ella , despierta , se conformaba con observarle , con vigilar su sueño  y la dulzura de quién por fin había encontrado algo de tranquilidad .

Recostada a su lado , con una de sus manos en su hombro , pensando en la oportunidad quizás perdida y en lo que podía haber pasado de haberse dejado llevar , en sus adentros reconocía que por muy tentador que le resultase y por mucho tiempo que hubiera pasado deseándolo , aquella situación no era ni como la hubo imaginado ni como realmente esperó que se le presentase  especialmente porque sabía que no era suyo por entero .
El hombre que siempre había amado  y deseado por encima de todas las cosas de este mudo terrenal había recalado en la casa buscando unos brazos en los que poder huir , en los que poder albergar nuevos recuerdos que le ayudasen a olvidar los viejos , en los que convertirse en otra persona aunque sólo por unas horas y ella , simplemente , lo sabía .


Sí, le besó y sí , en lo poco o mucho que durase ese beso ella se hubo entregado por completo siéndole suficiente saber que por una vez , una sola vez , sí había sido sólo suyo , porque sus labios no mentían y para alguien como ella distinguir la falsedad en la entrega era una tarea muy fácil a estas alturas .  Sí, la besó  y fue todo lo sincero que podía ser dadas las circunstancias  y fundiéndose en un abrazo eterno  e inmedible en tiempo , fue Anna la que decidió que debía recostarse y descansar  prometiéndole que cuando abriera los ojos no estaría solo .  Apenas depositó su cabeza en  la almohada , sin dejar de mirar su rostro pecoso y de recordar tal cual la encontró en la casa la primera vez , sus ojos se fueron cerrando mientras los de ella permanecieron abiertos , acostumbrada a ser la acompañante invisible de la dama de la noche  o , simplemente , por no perder la oportunidad de grabar en su mente , a fuego muy lento , el recuerdo más imborrablemente maravilloso de toda su existencia . 

Una imagen bucólica la que sus ojos comenzaron a forjar cuando decidió seguir cada línea de su piel  desde la frente ,  descendiendo lentamente  como si fuese su mano o un solo de sus dedos el que acariciase su nariz , sintiendo cada centímetro de su piel en su ente , imaginándole despierto  pero con sus ojos aún cerrados , disfrutando de un amanecer que iba aconteciendo , de unos tímidos rayos de sol que aparecían por las ventanas y que recalaban como guía de aquella aventura  plena de goce y pura satisfacción  para quién la realizaba . 
Dedo imaginario que descendía por su barbilla y permanecía en su garganta  relajada y sin apenas actividad para continuar su búsqueda  en su pecho  y detenerse por un instante mientras éste ascendía y descendía fruto de su respiración tranquila , sin agobios , sin prisas , sin nada que le atore o le preocupe , sin tensión .
Una maravillosa visión que se vio culminada cuando percibió que la observaban , abandonando su pecho para encontrarse con sus ojos , en mitad del silencio , entonces,  la tímida sonrisa de satisfacción inicial se agrandó al encontrarse con él , con su rostro de inmensa paz interior , de eterno agradecimiento , lo que demostraba que pese al alcohol ingerido , en el fondo , no se encontraba tan perjudicado como para no recordar .

Edward se giró por completo hacia ella  y con apenas dos dedos de una de sus manos le retiró  un mechón de su pelirrojo pelo de la cara con extrema suavidad,   depositándola en su mejilla con una ternura inaudita que ella nunca recordaba haber recibido de nadie .  Como si de una niña pequeña en busca de abrigo se tratase , se acercó a su pecho encogiéndose en posición fetal , cerrando sus ojos  siendo abrazada por él .

Pero aquellos rayos de sol que dulcificaban en un extremo  iluminaron otra realidad muy diferente ,  una en la que aún se hubiese deseado que nunca  aparecieran , en donde la noche oscura resultaba lo más deseable  a fuerza de esconder algo que avergüenza .

Sonidos venidos del exterior , del vestíbulo tal vez que se adentraban en su cabeza originando un estruendo insoportable , voces encadenadas y pasos en el viejo suelo de madera  ¿Un ejército tal vez ? ¿Cuántos aspiraban a adentrarse en su habitación ?
Debía intentar levantarse  pero sus fuerzas habían desaparecido y apenas podía abrir los ojos . Se sentía ahogada por la ropa que portaba  y sin tener clara su vestimenta intentó sacársela  con unas manos que tampoco mostraban habilidad ni voluntad de obedecerla .

Una voz femenina lejana que a voz en grito se acercaba  de forma agitada mientras discutía con otra y un vano intento por incorporarse en lo que parecía su cama aunque  tampoco lograse reconocer los elementos del habitáculo que la rodeaban .
La puerta se abrió abruptamente  y aunque trató de girar su cabeza para ver de quién se trataba,   su pesado cuerpo   se convirtió en un ente autónomo  que decidía por cuenta propia   pesar más toneladas de las deseables  e impedirle identificar la figura borrosa  que se escondía tras aquella voz con carácter . 
Una figura cuya cara se diluía y una masa  oscura en la parte de atrás de lo que parecía su  cabeza que podría ser su cabello y que pese a acercarse a la cama y a ella tras dar las órdenes pertinentes al personal de servicio , la cogió por los hombros con fuerza zarandeándola  en varias ocasiones  tratando de que reaccionase mientras mentaba su nombre .

Manos … manos que la confundían , que la tocaban y aflojaban la presión de su pecho  y le ofrecía la tan  ansiada liberación al encontrarse desnuda . Un cuerpo con sensación de flotabilidad en el aire y su largo cabello caer suelto sin presión ni ataduras hasta que el frío y la humedad le resultaron extrañamente reconfortantes en un principio  . 
Aquella figura femenina de rostro indefinido se quedó a su lado , sentada , para vigilarla  a fin de evitar un posible ahogamiento si su cuerpo descendía dejado llevar por su propio peso y su falta de voluntad y raciocinio .
El frío creciente se fue apoderando de todo su ser y aún se sentía confusa . Su mente divagaba  entre la realidad que no distinguía  y la que creía estar viviendo ,  entre la de las imágenes borrosas  y las voces indescriptibles cuyos mensajes no entendía  y las sombras diluidas de presuntas personas entrando y saliendo de forma continua cada cierto tiempo sumado a la de la única de todas ellas que aún permanecía a su lado .

Cuando su cuerpo comenzó a tiritar y el frío le hubo provocado los primeros espasmos  la figura vigilante ordenó la sacasen de la bañera y , vistiéndola con un camisón ligero  escogido por ella de entre sus ropajes , la acostasen y arropasen adecuadamente . 
La confusión dejó paso a un estado de inconsciencia pero de suma tranquilidad de la que no volvería  hasta bien entrada la noche . Con  agudo dolor de cabeza y debilidad extrema , Victoria abrió los ojos  viendo sentada junto a la cama una figura femenina que parecía muy entretenida leyendo un libro .  Su rostro , ambiguo y difuminado  fue ganando claridad  hasta que lograse distinguir de quién  se trataba . Intentando incorporarse sin éxito  y tremendamente agotada , su cuerpo volvió a caer  sobre la cama como si de un peso muerto se tratase .

Un nuevo amanecer y  sin embargo  la misma última imagen que se llevase a su mundo de ensoñaciones reaparecía,  aunque esta vez la fotografía resultase algo distinta . Elena se hallaba dormida en la misma silla , con el libro abierto que supuestamente había estado leyendo apoyado en sus piernas  agarrado levemente por una de sus manos .  Su rostro , tranquilo , relajado , simplemente ausente . Sin dolor ni aparente sufrimiento . Inconsciente de lo que su hija , la que ahora la observaba dormir detenidamente , podría pensar .
Una “madre “… ¿Realmente merecía tal título ? Sus recuerdos infantiles , más bien escasos , no eran como los de los demás niños  aunque tampoco se relacionó con demasiados dado que nunca se le permitió salir de “la casa “ prácticamente  y cuando llegaba la noche  las cuidadoras cambiaban de aspecto y cara  pero su vida y zona de juegos  se limitaba a un encierro entre cuatro viejas paredes .
Aquella mujer imponente de pelo oscuro que  decían y reafirmaban que era su madre  sólo se convirtió en una gobernanta a la que obedecer , una figura de la que nunca pudo recibir un gesto de cariño, una mirada tierna o alguna voz que no fuera de desaprobación  cuando se dignaba tenerla junto a ella.  Victoria siempre tuvo la sensación de pertenecer a ninguna parte, de no formar parte de la historia ni vida de nadie  porque ni su apellido conocía y jamás tuvo constancia . Nunca  supo del hombre que la engendrase  porque aquella mujer de pelo oscuro y figura imponente no creía que le debiera explicaciones de su vida a nadie  y menos a “aquella mocosa”, la forma más despectiva con la que recordará siempre que fue denominada.  
Crecida entre aquellas paredes , visualizando desde corta edad  lo que en su ambiente significaba sobrevivir , sólo una mano amiga , la de una joven pecosa y de pelo anaranjado que siempre se distinguió por ser diferente a las demás habitantes .  Aquella chiquilla delgaducha y de tez blanquecina siempre  se levantaba antes que las demás  del turno de noche y deambulaba por la casa como si fuese la encargada de organizarlo todo  lo que en parte no distaba de la realidad .
Nunca nadie supo cómo Anna llegó a “ la casa “ ni tampoco como se hizo con la gobernanza de la misma desde tan joven . Esa parte de su vida siempre fue un gran secreto y una circunstancia de la que nadie hablaba aunque le interrogasen pero lo cierto es que siendo una cría de corta edad supo hacerse con el mando y la organización de todos cuantos trabajaban en ella  , gozando del sumo respeto que merecía por sorpresivo que pareciese  recibiendo en compensación un trato  humano envidiable y la pronta resolución a todos  los problemas que pudieran plantearse . 

Sólo le constaba una resistencia , una unión de intereses muy extraña conformada de forma inusual y esa fue con Elena ,  produciéndose , sin saber bien por qué , desde el día que las rescatase a  ambas de la calle .  Una extraña relación para presentes y ausentes , para clientes y residentes  que  todo el mundo observaba y toleraba pero nadie entendía bien , ni la propia Victoria fue capaz de ello , pero en la que  el peso de su carácter, una vez cogida la confianza necesaria, hacían de Elena una mujer indomable con la que discutiría en más de una ocasión  dando la impresión de que Anna siempre cediera no mostrándose demasiado conforme .

“Su madre “, la mujer altiva de pelo oscuro que pronto se convertiría en la más aclamada prostituta de la ciudad pero a la que nunca , aun sabiéndolo , nadie denominaría ni trataría de esa forma ;  la “mujer discreta “ como algunos degustaban de referirla dado que su norma no explícita es que todo lo  que pudiera suceder entre las cuatro paredes de la habitación dieciséis de “la casa “ se quedaba entre esas mismas cuatro paredes que ejercían de testigos mudos para el bien de quienes la usaban ; la mujer que con criterio firme y sin saber de dónde lo habría aprendido ella  le enseñó las principales reglas de cortesía y buenas maneras que una señorita debía poseer para saber adecuarse al ambiente en sociedad , especialmente en la más alta ; la mujer que decidida a tener la mejor vida posible , una casa en la mejor zona de la ciudad y una posición mantenida con una asignación mensual cuantiosa fue capaz de venderla al mejor postor sin importarle su fama de animal y despreciable salvaje generada con los años .

Su cabeza había vuelto a la lucidez aunque un ligero dolor en uno de sus laterales le recordara que no habría sido una noche fácil.  Un ligero carraspeo por parte de Elena le dio la señal que necesitaba para tratar de incorporarse y colocarse su escudo invisible , lo único  que creía que la protegía del ser que tenía delante .

Tras abrir los ojos y dirigir su atención hacia la cama vio a su hija despierta  , mirándola muy atentamente  . Se incorporó,  depositó el libro en una mesita que tenía a la derecha y se dispuso a recolocarse el vestido .

·        ELENA : ¿Cuántos llevas despierta ? – le preguntó en un tono serio y nada condescendiente – Podías haberme despertado .  No es costumbre mía quedarme dormida cuando tomo vigilia por alguien pero …. Fue  un día agotador .

·        VICTORIA : Supongo .

Aquel tono de indiferencia , restando importancia al gesto que su madre había tenido con ella desde el día anterior la enervó .

·        ELENA : ¡ Oh claro ! ¡No hace falta que me des las gracias , sobreentenderé tu agradecimiento implícito !

·        VICTORIA : No te lo estaba agradeciendo – la mirada furiosa de Elena no la contuvo de proseguir -  ni pretendía hacerlo . Yo no te pedí que te quedaras  - Apenas dos , tal vez tres pasos  más cerca de la cama que diera su madre  seguían sin intimidarla – Además , dudo que supieras distinguir el agradecimiento de la sumisión .

Elena se acercó al tocador y abrió el pequeño bolso que la había acompañado  desde la noche anterior  extrayendo el reconocible pequeño bote de cristal .

·        VICTORIA : Nunca debí permitir que Anna te lo proporcionara  y menos aún – girándose de nuevo hacia ella mostrándoselo – que te dijera cómo conseguirlo .

·        VICTORIA : Tú no lo permitiste , ni ella te mencionó siquiera que me lo estaba dando – fue incrementado la ofuscación con cada palabra dicha -    porque a buen seguro hubieras preferido que sufriera los dolores  de mis heridas como recordatorio de que nunca debí haber venido al mundo .

Elena observó el bote por un instante sin poder evitar sonreírse aparentemente sin razón  pero sí la había .

·        ELENA : ¿Crees en serio que necesitaba decírmelo ? ¿ Quién te crees que le dio el nombre del alquimista chino que lo preparaba ? – Y se lo lanzó a la cama , muy cerca de las manos  -  Sabía que acabaría ofreciéndotelo , no eres la primera ni serás la última que lo tome para evadirse , pero sí serías muy estúpida si lo tomaras olvidando las reglas básicas  a no ser ....  que lo de ayer ….. fuese otra cosa .

Su insinuación y su aire altanero comenzaron a desquiciar a Victoria la cual trató de incorporarse. Tras  dos intentos fallidos,  con el ofrecimiento de su madre para ayudarla a mantenerse  completamente desestimado , a la tercera vez todo parecía ir bien salvo cuando  alejada de la cama  sus piernas no aguantaron cayendo al suelo al igual que un fardo .  Elena , preocupada aunque lo disimulase ,  se apresuró para auxiliarla e intentar que se levantase  pero su hija volvía a rechazarla  de la forma más brusca posible .

·        VICTORIA : Esto es lo que has querido siempre , verme en el suelo , humillada , impotente , hundida , sólo así eres realmente feliz .

Sintiendo pena por ella , por muy extraño que pudiera parecer , Elena trató de acercarle las manos pero no se atrevió a tocarla . Podía sentir su rechazo más feroz y desgarrado , su rabia interior y su odio . En el suelo , con la cabeza baja  y la respiración entrecortada  por el esfuerzo ,  Victoria trataba de recuperar resuello para levantarse por sí sola mientras Elena , justo en frente suya , de rodillas , la observaba  desconsolada .

·        ELENA : Sé que no vas a perdonarme nunca pero ¿podrías olvidar por un instante quién soy y aceptar mi mano ? – No hubo respuesta verbal alguna  e incluso la retirada  hacia un lado a fin de alejarse algo más de ella  pudo haber sido tomado como una respuesta negativa -  Podía no haberte tenido . Poseía el dinero y los contactos para realizarlo . Nadie se hubiera enterado y sin embargo , sola , decidí seguir adelante y traerte al mundo .  – La respiración de Victoria fue relajándose  y su intensidad  bajando para comenzar a prestar atención a las palabras de su madre ladeando levemente la cabeza hacia ella  -  Después  pensé en entregarte a un hospicio o a las monjas pero no pude , vi tu carita  desamparada sonriéndome  y no pude ni siquiera pensar en deshacerme de ti ; desde entonces me dije que pasase lo que pasase seguirías conmigo  ,  al menos hasta que te encontrara una buena familia  que te diera todo lo que yo no podría  darte .

Toda la argumentación resultaba perfecta , casi estudiada pensó Victoria . Una historia perfectamente hilada con todos los elementos de un drama social descarnado  con el que posiblemente lavar su imagen ante ella , con el que pedirle ese perdón que tanto parecía necesitar  y que no conseguiría .
Para ella , su hija , venida al mundo por caprichos de un destino más que planificado por mucho que se empeñara en rociarlo de rocío y lágrimas aquella que se consideraba su madre , con los puños cerrados y la impotencia para echarla de allí con la indignidad que se merecía , fue una imagen , sólo una , la que le vino a la mente mientras se encontraba en el suelo escuchándola : la del día que sin remedio la entregase a quién fue su marido  mientras su pequeño cuerpo se doblaba del dolor hacia lo desconocido , mientras el miedo se apoderaba de ella cada vez que pensaba que estaría a merced de alguien que la superaba en edad y  corpulencia y cuyas intenciones nada saludables ya reflejaba en su cara .
Un dolor que ahora , convertido en rabia , la hizo reaccionar cobrando las fuerzas suficientes , no sin dificultad , para ponerse de pie muy despacio .

·        VICTORIA : Y dime madre ¿ Te has sentido por fin orgullosa de lo que conseguiste para tu hija ?  ¿Te has sentido feliz de saber que tu hija cumplía escrupulosamente con tus expectativas mientras te pulías un dinero que no te pertenecía , dormías en sábanas de seda y te pavoneabas con esas ínfulas de gran señora en los ambientes selectos de alta sociedad ? – Andando con dificultad logró acercarse a la cama donde pudo sentarse por fin -  Será mejor que lo asumas Elena , porque no voy a llamarte ni a mirarte de otra forma mientras vivas , por muchos intentos que hagas , por muchos acercamientos que pretendas .  

Pese a la impotencia que le confiaba la respuesta y actitud recibida por parte de su hija , Elena se incorporó y elevando el mentó y recuperando , al menos en apariencia , la dignidad perdida tal y como ella la entendía , descargó toda su ofuscación con ella .

·        ELENA : No eras más que una cría cuando abriste aquella maldita puerta .

Cada palabra encendía mucho más por dentro a Victoria .

·        VICTORIA : ¡No sigas !

·        ELENA:  Ni podías ser consciente de lo que pasaba en esa habitación.

·        VICTORIA : ¡Oh sí !   ¡Claro que era consciente , fue consciente desde el primer día que llegué a esa casa  y tuve  que aprender gracias a ti lo que significaba cada puñetera palabra , cada gesto , desde que tuve que aprender a esquivar a los que se deleitaban con las más jovencitas !

Agarrando la colcha fuertemente con los puños cerrados de ambas manos  necesitaba que su madre se marchase de allí , ansiaba perderla de vista  pero su voz seguía resonando entre aquellas cuatro paredes .

·        ELENA  :  ¿En serio pensabas que sería tuyo en exclusiva ? ¡ Dios , y pensar que podría haberle denunciado si hubiera querido y apartarle así de ti !

Tratando de levantarse para acercarse a ella y obligarla a marcharse , los pies no le respondieron como esperaba cayendo de nuevo al suelo . Sus ojos vieron los suyos acercarse y detenerse justo en frente.

·        ELENA :  Que casualidad , justo donde estas te encontrabas aquella noche , con las manos y el camisón ensangrentados , y donde estoy yo –  Victoria se fijó hacia el punto señalado – donde se encontraba su cuerpo yacente , con la cabeza destrozada y el  rostro casi irreconocible mientras sus sesos  decoraban  el suelo .  

·        VICTORIA : Vete de  esta habitación – le suplicó con voz desgarradora -  vete de esta casa . – Pero Elena la desoyó .

·        ELENA : Siempre me he preguntado si realmente tuviste el valor necesario para  hacerlo  o el tiempo para coger el arma del armario de su despacho después de quitarle la llave,  quizás aprovechando que se encontraba lo suficientemente borracho como para no enterarse, cargarla  y subirla a la habitación tan discretamente que ninguno de los miembros del servicio se diera cuenta  y lo más sublime de todo,  el acto premeditadamente  planeado ,  atinar de un solo y certero disparo en la cabeza .

Con su cuerpo yerto  y sin capacidad de respuesta , los ojos de Victoria no atinaban a encontrar otro lugar qué mirar salvo aquel punto del viejo suelo de madera  mientras la voz de su madre continuaba su presunto relato con sus premisas y frases calculadoras con toda la intención.

·        ELENA : Claro que  ¿todo debía resultar perfecto verdad ? El arma debía encontrarse aquí antes de que se diera libre a todo el servicio aquella noche , posiblemente incluso aprovechases que el alcohol no le perjudicaba aún lo suficiente  puesto que necesitabas justificar un ataque ¿quizás ? Hasta es posible que le provocases lo suficiente atrayéndole hacia ti y hasta aquí , mostrándote extrañamente dadivosa y nada esquiva   como forma de complacerle  aunque fueras  perfectamente consciente de que aquella actitud acabaría enfureciéndole más . Un par de golpes recibidos   y de pronto el sonido atronador que rompe el silencio de la noche y el viento lleva sin pulcritud alguna .

Las lágrimas , contenidas hasta ese instante , fueron  buscando el camino de salida entre sus mejillas hasta acabar en su destino final , el suelo,  mientras el relato verbalizado  proseguía doliente y  sangrante .

·        ELENA : Claro que …. ¿Y si  hubiese sido otra persona quién esperaba a tu esposo en esta habitación ?

Las lágrimas se detuvieron y  Victoria levantó la cabeza para  mirar a su madre .

·        ELENA : ¿Algún amante desbocado que se prestase a ayudarte a cambio de desaparecer o … tal vez le obligaste a hacerlo  aunque no quería ? – se agachó hasta ella igualando ambos rostros en altura y cogiendo su mentón con una de sus manos – Muy oportuna su desaparición justo esa misma noche ¿no te parece  … hija ?

La sorna y su carácter altanero de sobreseguridad  mostrado por Elena tuvo una respuesta muy clara por parte de su hija . Aprovechado la cercanía y con toda la rabia que se apoderaba de ella  Victoria la escupió a la cara .

·        VICTORIA :  ¡Déjale en paz Elena o juro por Dios que comprobarás si soy capaz  !

El estrepitoso sonido de la puerta chocando contra la pared al abrirla de par en par fue lo único que le dio un respiro y la posibilidad de relajarse  pero su mente , su memoria , decidió quedarse anclada en una única imagen , la que volvió a revivir cuando decidió observarse las palmas de sus manos .

ANA PATRICIA CRUZ LÓPEZ
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