LA LLAMADA DE LA SANGRE
CAPÍTULO DÉCIMO CUARTO ( Segunda parte)
Extrañamente el sol decidió
alegrar aquella mañana , y fue uno de sus rayos , tras permanecer rozándola en
los ojos con demasiado ahínco, hizo que se despertase.
Visiblemente cansada, aún le
costaba moverse por mucha voluntariedad que pusiese en el empeño. Tras lograr
incorporarse un poco, su rostro pareció palidecer al ver rastros de sangre en
las sábanas y la almohada. Notándose la
espalda desnuda y las ropas que portaba flojas , cuando logró sentarse comprobó que se encontraban rotas , y aunque
aún se movía con dificultad, hizo todos los esfuerzos posibles por acercarse al
cuarto de baño a fín de comprobar lo que se temía.
Frente al espejo del lavabo,
se dio la vuelta y giró su cabeza para verse. Sin rastros de lo que ella se
temía , salvo las manchas de ropa que demostraban que lo sucedido casi rozaba
lo escandaloso , las dudas comenzaron a asaltarla . No era capaz de recordar
nada de lo sucedido la noche anterior , ni siquiera cómo sus ropas podrían
haberse roto de aquella manera, ni dadas las evidencias que poseía en sus manos
, aún podía continuar con vida.
En mitad de su confusión , de
un mar de dudas que atesoraba y de un profundo dolor de cabeza que casi no la
permitía pensar , mientras tomaba un baño con la esperanza de que ello la
ayudase a despejarse, de lo único que fue capaz , fue de darse cuenta de que el
tiempo se agitaba.
Las señales , de pronto, se
habían vuelto salvajemente evidentes y
la sangre emanaba demasiado abundantemente. La casualidad de que precisamente lo
hiciese allí, en esa ciudad en aquel
enclave, era lo único que le permitía albergar alguna posibilidad , algún
atisbo de fé , de que podrían relacionarse con un acercamiento hacia su
propósito.
Siendo aún temprano y deseando
aprovechar las horas del día antes de que empezase a oscurecer para comenzar
sus indagaciones en base al planning propuesto, Casey bajó a desayunar con la
esperanza de encontrar allí a su inesperado acompañante. Adentrándose en el
espacioso comedor, la visión de aquella
extraña figura varonil de pelo oscuro capaz de destacar entre la luminosa y
clara decoración del salón, la tranquilizó en cierta manera aún sin saber por
qué.
Aún ligeramente débil, su
andar , lento y cuidadoso, se encumbró por el rostro de él cuando lo alzó para
verla acercarse, y aquellos inmensos y extasiantes ojos azules, en los que
cualquiera podría perderse con relativa
facilidad pero nunca dejar de mirarlos , prosiguieron con ella su camino hasta
la mesa , incorporándose ante su
presencia hasta que tomó asiento.
Una vez el camarero asignado a
la misma se acercó para tomar nota de la comanda , aquel silencio habido entre
ambos , le permitió observarle un cansancio extremo y una palidez no vista
hasta ahora. Un visible decaimiento, disimulado con una atención inusitada hacia el
periódico colocado de forma impecable a su derecha , una más que correcta forma de sentarse en la
silla o de coger los cubiertos , y una exquisita elegancia a la hora de
acercarse la taza de café a los labios , fueron detalles que no quisieron
parecer desapercibidos para ella .
·
CASEY: Creo que los dos hemos tenido el mismo
problema .
·
KILIAM: ¿Tampoco has descansado bien?
Pese a mantener la
conversación de forma natural , su atención parecía centrarse , al menos visualmente
, en la misma página del diario y
casi se podría decir que en el mismo recuadro.
Dado que era incapaz de
recordar lo sucedido y que la única persona que pudiera arrojarle algo de
claridad se encontraba delante suya, optó por dejar los rodeos y la discreción
a un lado y preguntarle directamente, buscando al menos , algún tipo de
reacción por su parte si no una respuesta.
·
CASEY: ¿Qué pasó anoche?
La mano que sostenía el
tenedor se detuvo y lo agarró aún con más fuerza , el gesto de tratar de coger la taza , con su
mano izquierda , se detuvo abruptamente
durante unos segundos , y su mandíbula se tensó exageradamente, mientras sus ojos permanecían inmóviles hacia
el papel.
·
KILIAM: ¿Qué es lo que recuerdas?
·
CASEY: No lo sé. Recuerdo estar en una especie
de espacio abierto, sentir aire frío en mi cara , escuchar voces… pero está todo muy confuso.
Sin alzar su vista aún del
diario, trató de contestarla.
·
KILIAM: Estabas en la terraza cuando fui a dar
contigo. Hablábamos y de pronto comenzaste a encontrarte mal. Te acompañé hasta
la habitación y te ayudé a recostarte . Cuando me aseguré que te encontrabas
mejor y durmiendo, me marché .
·
CASEY: Mis ropas estaban destrozadas y la cama se
encontraba ensangrentada.
Logrando por fín ser su centro
de atención, sus ojos , inquisitoriales y férreos , se clavaron en los de ella.
·
KILIAM:
Dices no acordarte y sin embargo
¿te atreves a cuestionarme? ¿Por qué no me dices tú entonces qué ha pasado?
Visiblemente más relajada
, se apoyó en el espaldar de la silla
emulando una enorme seguridad.
·
CASEY: Creo que ha llegado la hora de lanzar
todas las cartas y arriesgarse so pena de posible equivocación, bastante
improbable según auguro.
Interesado por el giro que
tomaba la conversación, con ambas manos sobre los reposabrazos de su silla,
decidió adoptar la misma postura relajada de quién gozaba del don de la palabra en ese instante.
·
KILIAM: Soy todo oídos.
·
CASEY: Enséñame la palma de tu mano.
Con un apenas imperceptible
cambio de expresión en sus ojos, procedió a hacer lo que le había solicitado ofreciéndole
la palma abierta de su mano izquierda, justo la que más cercana se encontraba.
Tras observarla , volvió a
mirarle a los ojos y seriamente continúo solicitándole algo más.
·
CASEY: Remángate .
Visiblemente tenso, centro sus
ojos en el botón de la muñeca , postulando pensamientos mientras lo hacía.
·
CASEY: Si tienes alguna objeción con ella,
puedes optar por escoger el otro brazo.
Aquella seguridad en su
voz le incomodaba , y siendo consciente
de que dicha petición no era en vano, que no se la formulaba vacía de contenido
, optó por desabrocharse los dos botones y comenzar a subirse ambas mangas .
Una vez lo hubo hecho, ofreció sus brazos depositándolos encima de la mesa , delante
de ella, y sólo cuando Casey los
observaba, les dio la vuelta , siendo sus antebrazos lo que en realidad
suponían su objetivo.
Marcas de quemaduras
crecientes en intensidad que partían desde
la cara anterior de las muñecas ,
las venas exaltadas y la piel
transmitiendo sensación de dolor sólo por su aspecto resultaron la mejor
confirmación de sus sospechas.
·
CASEY: En el avión me dejaste una pregunta en el
aire . Me preguntaste qué creía yo qué eras. Bien, no lo sé ni lo sabré nunca
salvo que tú me lo digas, pero de lo que estoy segura es que de no eres uno de
los míos.
Recomponiendo su ropa , volvió
a apoyarse en la silla.
·
CASEY: Lo supe desde que entré en la planta . Lo
sentí. Después, aquellas imágenes que sólo yo podía ver, lo que tus ojos me
transmitieron cuando despertaste. Y ahora esto.
No. No eres
uno de los nuestros , pero sea lo que seas , el respeto marca tu territorio. Ya
me advirtieron que no me fiara …
Su acompañante , que hasta ese
instante había optado por guardar silencio, no pudo evitar preguntar.
·
KILIAM : ¿Así qué le enviaron a él para recuperarte?
·
CASEY: Dime
de una vez qué eres y ¿por qué?
·
KILIAM: Preguntas algo que aún no puedo
responderte. Es cierto, puedo sanar , pero no en todos los casos es efectivo.
En el tuyo , por desgracia , sólo será temporal. Es cierto, curo, pero ya ves
sus consecuencias, y el agotamiento no es nada comparado al dolor que siento cuando lo ejecuto. Tienes razón, no soy uno de los tuyos, ni
siquiera podría decir qué realmente pertenezca a ningún sitio. De dónde yo
provengo, los valores de supervivencia se mueven por otros criterios. Un líder
que planea y los maneja a todos otorgándoles las funciones que deben desempeñar
, un líder , al que todos respetan y nadie desobedece.
·
CASEY:
¿Tan cruel o maligna es tu
naturaleza que pretendes ocultarla?
Volviéndose a incorporar sobre
su cuerpo, se alzó un poco para levantar la silla y acercarse mucho más a su
acompañante gozando de una visión total
del resto de la sala.
Con su sola presencia ya lograba imponer , pero al igual que no
terminaba de acostumbrarse a la incomodidad de sus miradas y a la profundidad desplegada con ellas,
sentirle tan cerca sólo acrecentaba la sensación.
Con su voz, tajante y segura
, la musicalidad de sus palabras comenzó
a brotar aquel inolvidable mensaje no borrado jamás.
·
KILIAM:
No he hecho cosas de las que pueda sentirme orgulloso, ni he pretendido
escudarme en el ánimo de supervivencia para ello, pero no es tanto mi pasado lo
que deberías temer o lo que los demás
temen de mí, más bien es el futuro en el que por haz del destino , todos
estamos implicados de alguna u otra forma.
Lo que yo
soy es lo que han hecho de mí, aunque parte de esos dones , como tú los llamas
, me vinieran por nacimiento , de lo poco que me queda como recuerdo vital de
mi madre.
Es cierto
que nuestro encuentro nunca fue casualidad, jamás pretendí que lo pareciera,
pero no estaba seguro de hasta qué punto podrías haber conservado tus poderes
intactos y haberme visto llegar o , por el contrario , creerme como un enemigo
más , y eso , era algo que no podía
permitirme.
Alguien a
quién tú conoces bien me envío a por ti, y sabiendo de lo que eres capaz ,
estimó que mi ayuda podría resultarte muy beneficiosa dadas las circunstancias.
Aquel “alguien” parecía sonar
muy familiar. Quizás fuese su sexto sentido o lo que aquella voz delicadamente
impostada quiso dar a entender, pero al
mirarle , su perfil , marcado por sus
largas pestañas, le trajo vibraciones extrañas, no obstante , como un capitán cual barco manejara con prestancia , continúo
con su relato ante la más que merecida atención de su acompañante femenina.
·
KILIAM: Alguien a quién tú creías muerto y con
quién has vuelto a reencontrarte no hace
demasiado tiempo por cierto.
¿Alguien común y qué había
vuelto a ver creyéndole muerto? Sólo cabía una posibilidad. Una sola.
Previendo el frío que ella
debía de estar sintiendo en ese instante, giró su cabeza de nuevo y sin previo
aviso , con rapidez asombrosa , cogió uno de sus brazos antes de que pudiera
retirarlos.
·
KILIAM: Tienes razón en algo, no soy uno de los
tuyos , ni siquiera pertenezco a ese mundo, pero es cierto que fueron muchos
los años y las historias que escuché sobre las mujeres prohibidas a las que no
se podía mirar a la cara y menos aún a los ojos porque nunca lograrían
olvidarse y el castigo era inmediato, y como sólo las escogidas llegaban a
alcanzar el primer nivel. Sus principios, su preparación, sus reglas , sus
poderes. Apenas levantaba dos palmos del suelo cuando los del Gran Consejo
hablaban de una especial y distinta
alumna aventajada donde las hubiera . Una joven a la que se debía temer aún no habiendo terminado su formación aún no
nacida .
Tu nombre
traspasó las fronteras conocidas , Veleda, de la misma forma que el escándalo y
la ingobernabilidad de la situación por parte de tu consejo.
Mi exilio
no voluntario me hizo fuerte , mi desvinculación de todo ser humano conocido
acrecentó lo que soy hoy. Una circunstancia confusa hizo que me encontrara con Aengus , malherido
, a punto de morir. Apenas recobró su sino, su nombre verdadero hizo que
enlazase su procedencia , pero mientras las fiebres lo devoraban, un nombre más
fue añadido de forma continua y agonizante a la lista , y ese fue el tuyo.
He vivido
toda mi vida con un solo objetivo, una
meta que ahora resulta ser más
alcanzable que nunca, y el hecho de saber que estabas vivía en alguna parte y que podrías servirme a mis propósitos a cambio de
ayudarte en los tuyos, resultó ser el mejor incentivo.
Ese que no se
atreve a acercarse si quiera, sí sabe de qué soy capaz . Él ha visto
desplegar parte de mi fuerza de
convencimiento ante su propia gente sin que nada pudiera hacer para evitar el
desastre. Él apenas se atrevía a pisar el suelo por el que mis píes habían
dejado sus huellas por algo más que una simple cuestión territorial, y es que
dos animales de presa en el mismo cubículo , sólo puede deparar un único
resultado, y a diferencia de él que anda
solo, yo tengo toda una manada que apoya cada gesto , cada orden y cada
palabra.
Mi lado no
es tan condescendiente con los traidores. Nací en la luz para ocupar un puesto que me correspondía y
gobernar un pueblo, pero alguien decidió que no resultaba lo suficientemente
digno para ello simplemente porque nunca fui su favorito.
No soy lo
que parezco , en eso no le voy a quitar razón, pero ¿puede él o nadie decir que
se muestran al resto del mundo cómo son en realidad? . Soy lo que ves y lo que permito que vayas
descubriendo. Soy, para tu suerte o desgracia, la única alternativa que te
queda si realmente quieres llevar a cabo tu plan debilitada cómo estás. Las cosas han cambiado mucho y no sabes en
realidad a lo qué te enfrentas ni a quién estás buscando, aunque eso nunca lo supiste. Aun así, no seré
capaz de convencerte salvo que lo veas por ti misma.
He hecho
mis averiguaciones . Sólo existe un Clayborn
,y está relacionado con una empresa naviera de las más afamadas por estos
lares, así que será en el Puerto dónde habremos de buscar.
Le soltó el brazo , se
recolocó en el asiento y continúo degustando su desayuno como si nada hubiera
pasado ante una incrédula Casey que por una vez sentía cierto miedo, una
sensación hasta ahora desconocida.
Para ella , los enigmas
parecían haber vuelto , y en su mente comenzaron a recobrarse aquellas
conversaciones con su predecesora en Carlton Court. Todo lo dicho por Kiliam le recordaba a ella , e incluso su
forma de narrarlo.
Ambos manejaban a su
conveniencia una información que
guardaban recelosamente . tras sus palabras, Casey tenía la sensación de que su
reloj de tiempo particular había vuelto a retroceder , y si no fuera porque la sala
dónde se encontraban gozaba de aspecto moderno y mucha más gente , con ropajes contemporáneos y teléfonos
móviles en los oídos o las manos, se podría haber sentido , aunque fuera por un
solo instante, en el comedor de desayunos de la casona- hospital.
Sin que su estómago se
encontrase en condiciones para soportar algo más que un café, apenas terminaron
, pidieron un taxi en la recepción del hotel para que les llevase hasta las
oficinas de información de la Gobernación Portuaria.
Tras indicarles el
recepcionista el lugar exacto donde poder informarse , una trabajadora de unos
cincuenta años se dispuso a atenderles.
·
TRABAJADORA: Buenos días, ¿ en qué puedo ayudarles?
·
CASEY: Buenos días, el recepcionista que hemos
encontrado abajo nos ha remitido a ustedes . Estamos tratando de localizar a
alguien cuyas actividades empresariales se centran aquí. Su apellido es
Clayborn, Brian Clayborn.
·
TRABAJADORA: ¿Navieras Clayborn? Por supuesto que trabajan en estas
instalaciones , desde hace más de cien años. De hecho, son una de las empresas
más prósperas que hemos tenido desde que el puerto se remodeló y modernizó ,y
de eso hace bastante, y de las pocas que logra mantenerse sin bajar la guardia
pese a las sucesivas crisis que nos han asolado
durante décadas. Pero dígame ¿ a
cuál de los señores Clayborn busca exactamente?
Extrañada por la pregunta ,
volvió a mirar sus notas y respiró hondo.
·
CASEY:
¿Dos?
·
TRABAJADORA: Sí, ¿a cuál de los dos busca? Porque
si es el viejo Clayborn me temo que llega algo tarde.
Su cuerpo comenzó a flaquear.
Viendo la oscilación del mismo, él , que se encontraba justo detrás de ella, la
cogió por la cintura para sostenerla . Viendo que no era capaz de reaccionar ,
decidió tomar la iniciativa.
·
KILIAM: ¿ Quién se supone que regenta la empresa
ahora?
·
TRABAJADORA : El único Clayborn que queda con
vida, su hijo ,o por lo menos aquel que dice que lo es , claro que nunca se
supo nada sobre sus antepasados. Aparecieron un día con dinero , compraron naves , barcos y un
lugar dentro del edificio principal , y gestaron una fama asentándose y
formando parte de todos los eventos sociales, si embargo, de algo tan elemental como el fallecimiento
del regidor-fundador nos enteramos
cuando el actual se hizo al cargo después de ser su mano derecha tantos años y
la única cara visible.
·
CASEY: ¿Podría indicarnos cómo llegar a las
oficinas por favor?
Dadas las indicaciones y
llegados a la puerta , decidirse a atravesarla fue lo más difícil. Él se
adentró en el vestíbulo esperando que ella le siguiese, sin embargo, al darse
cuenta de que se encontraba solo, se dio media vuelta esperándola.
Inesperadamente , toda la
seguridad que la había llevado hasta ese lugar había desaparecido. De pronto le
pesaban los años pasados , los recuerdos en forma de escenas vivas que
iba reviviendo con cada lágrima, cada grito de dolor , hasta sentir como el
puñal volvía a clavarse.
La palidez de su rostro se evidenciaba,
y sólo la extensión de una mano , la única que tenía allí para apoyarla aunque
no terminase de fiarse, la hizo dar el primer paso y los que a continuación
prosiguieron hacia el interior del edificio.
La recepcionista de la oficina
cogió el teléfono y anunció la presencia de ambos. Apenas un minuto después ,
un joven que provenía del interior de las oficinas se acercó hasta ellos.
·
GRAHAM: Buenos días , soy Graham , el asistente
personal del Sr. Clayborn. ¿Tenían una cita con él ? Porque acabo de revisar su
agenda y no he visto sus nombres, y considerando que soy el que se la lleva, no
suelo cometer despistes.
·
KILIAM: No, es más una cuestión personal que
empresarial lo que nos ha traído hasta aquí en realidad.
·
GRAHAM: Pués me temo que hoy no le encontrarán
aquí. El Sr Clayborn se encuentra reunido en el Consejo de Administración de la
Gobernación del Puerto , y hoy apenas tendrá un minuto para descansar o pasar
por aquí, ya que esta noche deberá asistir como anfitrión a la entrega de
premios al personal que se retira , y que por ende se aprovechará para despedir
formalmente a los Haford , que han decidido volver a su país.
Escuchar aquello tensó su
cuerpo.
·
CASEY: Disculpe
que insista, pero ¿hay alguna forma de poder asistir a esa recepción y poder
verle allí?
El empleo de un lenguaje casi
lastimoso acompañado de una expresión facial acorde , eran un recurso hábil en
algunos casos.
·
GRAHAM: La verdad … no sé…
Ante las dudas del ayudante ,
Casey lo volvió a intentar.
·
CASEY: Sé que no tiene por qué creerme puesto
que no nos conoce de nada, pero personalmente , llevo mucho tiempo tratando de
localizarle, y hemos realizado un largo
viaje hasta aquí para ahora marcharnos sin poder siquiera comprobar que está
bien . Soy una vieja amiga suya y estoy segura de que nunca le recriminaría
nada por ello, sin embargo ¿puede estar completamente seguro de que no lo haría
si se enterase de que estuve aquí y pudiendo llevarme hasta él, usted no me
ayudó a ello?
El joven ayudante , dudoso,
quedó pensativo .
·
CASEY: Por favor .
Tras mirarles esquivamente a
los dos por un instante, pareció decidirse.
·
GRAHAM: Realmente no sé si hoy precisamente
pudiera ser un buen día, suele estar muy estresado cuando se encuentra al
frente de eventos destacados , pero supongo que si son amigos , incluso verla
pudiera relajarle algo más. Esperen un
segundo.
El joven volvió al interior de
las oficinas , mientras Casey comenzaba
a preocuparse por Kiliam.
Al volver, el asistente traía
un sobre en una de sus manos.
·
GRAHAM: Esta es mi invitación. Son genéricas e
innominadas así que no tendrán ningún problema para que les dejen pasar. Sólo
falta un pequeño detalle sin importancia .
·
CASEY: ¿Cuál?
·
GRAHAM: Se exige etiqueta estricta , espero que
ello no suponga ningún problema.
El rostro mostrado por los
visitantes avivó el ingenio y las ideas del efectivo asistente.
·
GRAHAM: Está bien, al salir del puerto diríjanse
hacia el Ayuntamiento, a unos pocos metros tienen esta tienda – cogió una hoja
del bloc de notas de la secretaria y
comenzó a escribir algo entregándoselo a ella después - no sólo venden también alquilan trajes tanto
para caballeros como para señoras . La
recepción está previsto que comience sobre las ocho, les recomendaría llegar
algo antes a ser posible.
·
CASEY: Muchísimas gracias , de verdad.
Dejar el edificio costó menos
que acceder a él. Atesorada por su paso
acelerado la tensión aún se manifestaba en el rostro de él , y sólo cuando
estuvieron en el exterior y lejos del edificio
consiguió que Kiliam reaccionase.
·
CASEY: ¿Vas a explicarme qué sucede ahora?
Caminando muy nervioso sin
encontrarse demasiado centrado, con los ojos casi perdidos y sin dar utilidad clara a sus manos, ella le
espetó para tratar de averiguar a qué se debía su cambio de actitud.
·
CASEY: Kiliam, ¿quieres decirme qué ocurre?
·
KILIAM: Me temo que debemos darnos prisa. Por lo
visto a alguien le ha entrado mucha más prisa de la que esperaba .
·
CASEY: ¿De qué estás hablando?
·
KILIAM: Los Haford vuelven a casa pero no regresarán solos, Brian irá con
ellos.
·
CASEY: ¿Por qué habría de hacerlo?
·
KILIAM: Es demasiado largo de contar y no hay tiempo que perder. Vayamos a esa
maldita tienda , escojamos los atuendos
y ya veremos qué ocurre esta noche.
Una inesperada mirada al cielo
hizo que su expresión cambiase de nuevo, se acercase hasta ella y, cogiéndola
fuertemente del brazo, se la llevase de
allí dirigiéndose hacia el hotel .
Aprovechando que ella se
encontraba en su habitación, Kiliam decidió salir de la suya y dirigirse hacia
la terraza . La presencia que esperaba había hecho acto de presencia , y aun a
riesgo de sacar todas su armas , mantuvo las distancias sentándose al otro lado
.
·
KILIAM: ¿No sé si pensar que todo esto es producto de una vana
casualidad o tomármelo como una
provocación más bien?
Dándose la vuelta le vio,
marcando terreno, sentado en el borde del muro
manteniendo su posición de alerta.
·
KALEY: ¿Sinceramente? No creo que sea el más
adecuado para responderte.
·
KILIAM: Con los años te has vuelto descuidado.
Te he olido a kilómetros , sólo tu sombra termino de confirmarme dónde estabas.
·
KALEY: Las ciudades no son ámbitos seguros a
ciertas alturas , y mucho menos hoy en
día Además, a juzgar por lo que dices de tu olfato ocultarme hubiera sido harto
estúpido.
·
KILIAM: Sabes que juegas en terreno resbaladizo.
Mirando todo a su alrededor ,
Kaley comenzó a desempeñar el papel que mejor sabía realizar, el hábil e irónico soldado capaz de desquiciar a su
enemigo.
·
KALEY: ¿Sí? Pues yo sólo veo una ciudad moderna
, con un puerto floreciente y
eminentemente universitaria hoy en día . Demasiado cosmopolita para lo que yo
la recordaba a decir verdad.
Sabedor de que no aguantaría
mucho sin tratar de impostar su prepotencia
con la seguridad propia de su raza, verle andar hacia él, hizo que
adoptase su posición defensiva aún con más
determinación.
·
KILIAM: Sólo espero que tu habilidad para cazar
no haya desmerecido tanto como tu sentido del humor. ¿Cuántos sois ahora? Espera , no me lo digas, creo que …¿tres ?
Sólo tres sujetos . Muchas bajas después del último enfrentamiento.
Levantándose del muro en
vistas de que el acercamiento no cesaba
y con una rabia más que contenida, situó uno de sus brazos cerca de la
cadera , lo que no le pasó inadvertido a su oponente.
·
KILIAM: Una pena que tu hermano se encontrase entre ellos .
Y la mano fue rodando muy
despacio hacia la espalda.
·
KILIAM: Yo no haría lo que estás pensando, sabes
que soy mucho más rápido. Además , estoy no es la frontera del bosque, ni ninguno estamos aquí para esto.
·
KALEY: ¿Ah no? Ilumíname pues ya que tú
pareces tenerlo más claro .
Una risa de complicidad fue el
mejor preámbulo para lo que se avecinaba.
·
KILIAM: Déjame adivinar el transcurso de los
hechos . Tú le ofreces ayuda a cambio de que admita irse contigo para entregarla a su gente , sabiendo de antemano el destino que le
deparaba. Ella se niega . Tú te acobardas y prefieres no enfrentarte porque no
estás seguro de tu capacidad para vencerla. Se interpone alguien en medio, y tú
decides seguirla.
·
KALEY: ¿Qué
más?
·
KILIAM: Temes que ella se convierta en tu primer
fracaso , pero mira tú por donde creo
que lo vuestro terminará muy mal.
·
KALEY: ¿Y lo tuyo con ella? ¿Cómo se supone que
terminará eso? ¿Cómo crees que reaccionará cuando sepa tus verdaderas intenciones
? – dio unos pocos pasos hacia él , los justos para poder reaccionar dado el
caso- Veo cierto miedo e indecisión en
tus ojos. Tu olfato te falla respecto a
ella porque en realidad no puedes olerla , no eres capaz de prever su
siguiente movimiento, en eso, aun con el grueso de sus poderes resguardados en
algún perdido lugar de su memoria, sigue superándonos a todos. ¿Aún no le has
dicho quién eres verdad, ni por qué la quieres en realidad ? ¿Le has hablado ya
del falso profeta? ¿ De su vuelta? ¿Le
has hablado de tu hermano o de por qué sólo
el ánimo de venganza hacia tu padre es lo que te lleva a utilizarla?
Ya veo. Administras
la información a tu conveniencia . Pues permíteme recordarte que siendo
imprevisible como es , nada asegurado tienes , pro si le mientes , si la verdad
final es descubierta por su cuenta , te aseguro que Morrigan será el menor de
tus problemas.
¿No has
sido capaz de decirle lo de Brian
verdad?
Un cruce de miradas fatal en
el que ambos sujetos estaban dispuestos a todo , pero que resultó el culmen
improvisado de un encuentro nada fortuito.
·
KILIAM: Sabes
en lo que terminará todo esto tarde o temprano, y tú deberás postularte en un
lado o en el otro.
Dejándolo allí , de píe , en
mitad de la terraza , sólo detuvo su paso con la puerta abierta por un
instante.
·
KILIAM: Yo de ti , volaría más alto la próxima
vez , de no hacerlo, corres el riesgo de perder una de tus alas.
Ana Patricia Cruz López
Todos los derechos reservados
Por increible que parezca esta historia es igual de de atrapante de que primera, esta trama, estos personajes ancestrales son increibles.
ResponderEliminarPatri a tus pies querida mia❤️