Un espejo de varias caras y no
encuentro la certeza de cuál es la mía .
La que te ama desesperadamente
sin el aire atraviese mis
pulmones ,
sin que termine de entrar
por la desesperación de quién toca mis teclas ,
cual piano ,
y yo apenas puedo percibir el más leve roce .
La que te ansía hasta hervirle la sangre
ante las palabras del poeta
en el que te conviertes cada vez que pronuncias mi nombre
y tu voz acaricia mis sentidos .
La que te implora , suplica
que no abandones nunca
por temor a la muerte sin sentido en la que noto que caigo ,
ese inmenso agujero negro en que mi alma se convierte si me faltas ,
esa penumbra infinita de la que no veo salida alguna
ni despertar querido.
La que te odia tan inmensa e intensamente como te ama
por no poder amar a otra persona aunque no te tenga ,
aunque no lo sepas ,
aunque no me conozcas siquiera
o lo hayas intentado alguna vez .
La que te odia tan inmensa e
intensamente como sólo yo puedo hacerlo
,
como nadie más sé que lo hará ,
porque sólo a mí realmente importas ,
sólo a mí podrán recalar tus
orgullos ,
tus gritos desesperados ,
tus ansias insatisfechas ,
tus sinsabores ,
tus exigencias de más cuando es menos
y no eres capaz de medir ,
tus apasionamientos desbordados,
tu imaginación incontenible ,
tus guiños continuos ,
los versos prohibidos para los mayores ,
los verbos convertidos en inseguridades ,
las palabras mal dichas y los gestos incomprendidos .
Todo , todo lo tuyo nunca dejará de ser mío,
porque siempre lo fue ,
porque así lo siento .
Todo tu ser en mis manos
escabulléndose como el agua ante mis lágrimas ,
ante mis gritos sordos
de un corazón que destrozas cuando jamás lo has tocado ,
ante mis veneraciones al mismo diablo
ante el que vendería mi alma
por tenerte
aunque sólo fuera un instante ,
ese instante que tanto añoro y
en el que sólo yo pueda mirarte ,
en el que sólo yo , sin importar quienes nos rodeen,
pueda decirte lo qué eres y has sido ,
lo que serás para siempre ,
aquello que empezaste siendo
y esto en lo que te has convertido ,
como sólo tú
eres capaz de volver a tocar
las teclas de ese piano en el que se convierte mi cuerpo
y provocar que la melodía de mi alma toque a tu son, por entero .
Un espejo de varias caras en el que me miro y no me encuentro ,
en el que no me reconozco y sólo te busco ,
cuando sé que jamás te encontraré en él,
en el que cada reflejo me cita tu nombre , me lo recuerda ,
en el que el olvido es imposible
y ni yo lo quiero,
en el que sueño con un reencuentro
aunque el encuentro jamás se haya producido ,
en el que aspiro a no ser capaz
de decirte nada con palabras
bastando una mirada para decírtelo todo ,
en el que aspiro a encontrar aquello que sé que sólo tú puedes darme ,
en un silencio pero hermoso instante .
Ana Patricia Cruz López
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