lunes, 30 de mayo de 2016

LA LLAMADA DE LA SANGRE ( Secuela de ELECCIÓN).. CAPÍTULO DÉCIMO QUINTO . ( Registrado en SAFE CREATIVE en Octubre de 2015)

LA LLAMADA DE LA SANGRE
CAPÍTULO DÉCIMO QUINTO

Las horas interminables en un reloj sin agujas . Nervios a flor de piel que parecen impedir el descanso a una mente casi perturbada por un recuerdo y una necesidad. Incapacidad para decidir con claridad ante la falta de un plan viable . Dudas sobre lo qué finalmente podría encontrarse o si realmente ella sólo formaba parte de un pasado. 
Miles de interrogantes que apretaban su mente y la turbaban hasta el cansancio.

Tratando de relajarse arreglándose para la fiesta , su visualización final delante del espejo que servía como puerta del armario, oscureció su entorno trayéndole la visión de unos ojos  que , apostados aparentemente encima de uno de sus hombros, le resultaron reconocibles.

Aquella maldad innata , aquella expresión aterradora e imponente de los primeros años, hicieron de Aengus la peor de las pesadillas . Saber por qué se le aparecía justo ahora , por qué entre las imágenes que de nuevo parecían facilitarle la labor de predicción se encontraba él, aún era algo que no era capaz de entender , pero sí podía estar segura , de que formaba parte de su futuro más cercano.


Y tras aquellos ojos , sintió la necesidad de cerrar los suyos por un instante ,  continuando abiertos mentalmente. El espejo, convertido en una puerta de acceso a algo oscuro y desconocido , era atravesado por ella . Un lugar sin luz y sin fondo,  en el que se sentía haber estado , y cuyo otro extremo , la reclamaba.
Pasadizo invisible que le otorgaba la posibilidad de llegar hasta el gran y lúgubre pasillo de piedra , desgastada y mohosa , con apenas dos antorchas de luz que la permitieran seguir apenas tocando las paredes.
Suelo resbaladizo en el que el agua que se filtraba del techo  seguía recalando , y por fín, una tenue luz al fondo del mismo comenzó a hacer acto de presencia.

Luz que fue agrandando su presencia conforme más se acercaba a la salida , y que una vez en ella, no pudo por menos que sorprenderse.
La gran sala de piedra circular apostada por columnas. La sala del sótano de la casa , con su altar de piedra ceremonial en el centro, impoluto , casi se podría decir que preparado, pero solitario.

Un solo paso necesitó para adentrarse , y la sala se iluminaba de forma brillante cobrando vida las antorchas que la rodeaban. Sin muestras de sangre en el suelo , son correas que sobresaliesen del techo , la fría piedra que la rodeaba , parecía abrigarla sin embargo.

Y el altar , grande en su altivez, ante el que cualquier alma tendría derecho a sobrecogerse tras saber su uso real , continuaba allí, casi esperando una nueva fecha , un nuevo cuerpo, un alma más que poder sacrificar y que su sangre recorriera cada uno de sus surcos hasta el vaso final.

Tras rodearlo , sintió la necesidad de acercarse . Blanco y sangriento mármol , cuya suavidad  sintió en las yemas de sus dedos al rozarlo como la piel de una joven doncella , tersa , sin mácula.

Absorta en sus sensaciones , una mano se depositó en su hombro, y en aquella especie de imagen onírica que estaba viviendo, sintió la necesidad de girar su cabeza con la extraña confianza de saber que se trataba de él , de Aengus. Cuando sus ojos alcanzaron la meta esperada, fueron otros los que encontró , volviendo a la realidad de forma sobresaltada .

Tratando de recomponerse del sudor frío que la recorría por completo, comprobó que todo estaba de la forma requerida y bajó al vestíbulo donde un elegante y casi desconocido Kiliam , de frac oscuro , hacía gala una vez más de sus exquisitas formas al verla aparecer .

Ataviada con un largo vestido de gasa y  terciopelo  verde oscuro y enlaces de pedrería , apenas podía vislumbrarse mayor detalle por el abrigo que la acompañaba.

Sintiéndose observada de forma diferente, se acogió a su brazo, ofrecido cortésmente tras el saludo inicial , que en su caso , compondría una más que discreta y ligera bajada de su cabeza ante su presencia.

·        KILIAM: Impresionante debo decir.
·        CASEY: Sin embargo, me siento extraña con ello puesto. No es lo que acostumbro a llevar.
·        KILIAM: Pues , deberías vestir así más a menudo, aunque quizás rompa aquello con lo que te sientes más cómoda, pasar desapercibida.
·        CASEY: Siento disentir, pero no hay nada que me plazca más que no tener que hacerlo.
·        KILIAM: ¿Vamos?

Asintió con su cabeza y ambos se acercaron hasta el coche que les llevaría a la sede de la fiesta.  

Tras unos veinte minutos de recorrido en medio de un tráfico atroz a esas horas y no pudiendo cumplir , por ello, con la recomendación vertida por el ayudante , cuando se disponían a adentrarse la recepción y entrega de premios para los trabajadores de la Gobernación que se disponían a retirarse casi había finalizado.  Aún así , apresurándose todo cuánto fuese posible, subieron las escalinatas de acceso al vestíbulo del edificio , y el ruido del gentío hablando y del chasquido de copas de fino cristal brindando , más los aplausos de fondo , les llevó hasta el lugar.

En la puerta, el silencio repentino , sólo colmado por una especie de rumor que sobrevolaba el gran salón, le trajo su voz, reconocible como antaño, aquella que escuchó en la celda número cinco del hospital dándole las gracias.

Dispuesta a acercarse , sin querer escuchar a nadie más, su paso decidido sólo se vio interrumpido por una de las manos de quién la acompañaba.

·        CASEY: ¿Qué sucede?

Visiblemente nervioso y en parte con el rostro descompuesto, su habitual elocuencia parecía haberse perdido tras traspasar aquellas puertas.

·        CASEY: Kiliam , es él, reconozco su voz. Tengo que acercarme.
·        KILIAM: Casey, hay algo que debieras saber.
·        CASEY: ¡Oh , por Dios ¡ ¿Ahora? He de acercarme a él antes de que la gente lo mantenga lejos .

Intentó proseguir , pero él continuaba impidiéndoselo.

·        CASEY: ¿Qué sucede? ¿Por qué no me dejas ir con él?
·        KILIAM: Casey, podrías encontrar algo que no esperas o te disguste.
·        CASEY: ¿De qué estás hablando?
·        KILIAM: Podría no reconocerte .

Aunque no daba crédito a lo que escuchaba , no lograba entender tampoco el mensaje oculto de sus palabras.

·        CASEY: Eso es imposible. No he cambiado , sigo incluso con el mismo aspecto, claro que me reconocerá. No ha podido olvidarme tan fácilmente.
·        KILIAM: No está solo Casey.

Aquello detuvo su ímpetu.

·        KILIAM: Hay alguien con él que cree que ejerce un poder sobrenatural sobre su conciencia. Sólo digo , que tengas cuidado y no te fíes de aquello que escuches ni veas.

Palabras de advertencia dichas con toda la rotundidad del mundo, pero que en aquel entorno  y dado su estado, no parecían cobrar sentido alguno, al menos de momento.

Mientras ,en el otro lado de la sala, mientras Brian continuaba su interlocución y entrega de los respectivos premios de jubilación, una Nagi capaz de brillar con luz propia  sólo por su exuberancia , comenzó a  encontrarse mal. Ahogada y casi sudorosa , un fuego interno le reconcomía el estómago, sentía como las venas le palpitaban con fuerza , marcando su piel de forma intermitente , quedándose completamente bloqueada para reaccionar y limitándose a huir del gentío que pudiera verla .
Desde la oscuridad , comenzó su búsqueda . Podía sentirla , sabía que se encontraba en la sala , muy cerca , y que  por supuesto, no venía sola.

Completamente libre , Casey fue acercándose lentamente al escenario, excusándose ante la gente que debía apartar para poder dar un paso más que la acercase a él , sin que aún pudiese verle el rostro.

Aquella voz que la atraía irremediablemente hoy como antaño, la que lograba otorgarle algo de paz interior . Un hombre al que había  añorado poder volver a tener delante y abrazar con todas su fuerzas.

Mientras Casey  , en mitad de la sala , seguía intentado esquivar el gentío, Nagi, algo más repuesta , culminó la búsqueda de su persona . Viéndola demasiado cerca , pese a su debilidad , trató de reponerse para llegar a su lado antes que ella.

Una última entrega y un final abrazo al último trabajador dispuesto a retirarse  que daría la entrada al último gran aplauso de la noche ,durante el que Brian se centró , sonriente y orgulloso, en el grueso de los asistentes , hasta que una persona le hizo cambiar su expresión.
La vio acercarse  atropelladamente hacia el escenario. La gente que la rodeaba , interesados en no perder detalle del espectáculo, apenas se lo facilitaba.

Serio , con el gesto casi compungido, fue uno de los miembros de la organización quién tuvo que señalarle que todo había terminado y que debían abandonar el lugar para que la orquesta volviese a  tocar sus melodías de acompañamiento de la velada.

Mientras él bajaba las escaleras laterales , Nagi trataba de llegar hasta él de forma apresurada por la parte de atrás , y  cuando Brian estuvo a punto de coger una copa de champagne que le ofreció un camarero , su voz pronunció su nombre.

·        CASEY: Hola Brian.

Desistiendo de coger el tan necesitado licor, se dio la vuelta hacia ella muy despacio.

Nagi apenas acababa de llegar , pero oculta tras unos invitados que departían airadamente , se limitó a observar por el momento .

Ante una felicidad casi no exteriorizada, no pudo eludir una sonrisa de complacencia infinita al verle , al sentirse reflejada en sus ojos de la misma forma que aquella primera vez en la celda , cuando supuso su halo de libertad. La misma forma de mirarla , las mismas palabras pronunciadas sin decirse , los mismos sentimientos que no habían cambiado pese a la distancia y el tiempo. Todo aparentemente normal hasta que…

·        BRIAN: Disculpe, ¿ la conozco?

Y aquella sonrisa fue desapareciendo, y el goce y la felicidad por el reencuentro más esperado se volvió tan opresivo como distante, sin embargo, sus ojos seguían transmitiendo algo extraño que ella no podía dejar de observar , que se negaba a no seguir observando, algo que de pronto traspasó su interior resquebrajando algo muy suyo , cuando Nagi se incorporó cogiéndole del brazo.

·        NAGI: ¿Ocurre algo querido?

El estómago se retorcía como si dos manos lo estuvieran apretando y girando una y otra vez . Un dolor  que crecía progresivamente luchaba contra su yo por aguantar entera una vez más.

·        BRIAN: Pues la verdad es que eso mismo esperaba averiguar. 

Tratando de recomponerse pero aún sin creerse lo que estaba sucediendo, la oportuna e inesperada aparición de Kiliam , pareció incomodar sobremanera a una más que  amablemente forzada Nagi.

·        KILIAM: Me temo que ha debido haber una confusión . 
·        BRIAN: Ciertamente parecía conocerme a juzgar por la cordialidad del tono de su voz. ¿Se encuentra bien ?

Sostenida por la cintura por quién parecía haberla rescatado y devuelto a la realidad , y sintiéndose observada por una mujer cuya presencia la hería sin saber por qué, trató de aparentar normalidad pese a su lastimoso estado interno.

·        CASEY: Sí, gracias. Pensé que … lamento las molestias . Discúlpenme.
·        KILIAM: Si nos disculpan. Buenas noches .

Mientras deambulaban hacia la salida , Kiliam no evitó echar la mirada hacia atrás una vez más, sintiendo esa peculiar y extasiante mezcla de dolor , odio y temor que la gran bruja transpiraba, mientras no podía evitar sonreírle de forma provocadora.

Por su parte , Brian, pensativo e inquieto , pese a la insistencia de su anfitriona de que buscasen algún lugar más tranquilo para tomar una copa , apenas hizo un intento por mover un solo músculo hasta que la imagen de ellos dos se hubo perdido tras la última puerta del fondo de la sala.

Entrando con dificultad en el vehículo, él le ordenó al conductor que marchase al hotel lo más deprisa que pudiera. Con la piel ardiendo y un sudor frío que la recorría por completo, Casey se encontraba al borde del desfallecimiento y él era plenamente consciente del por qué y de lo que debía hacer.

Una vez llegaron , fue imposible hacerla bajar del coche por sus propios medios cogiéndola en brazos hasta llegar a la habitación. Durante el recorrido , él notaba que su cuerpo se volvía pesado y flácido, casi sin vida, motivo por el cual decidió acelerar su paso.
Una vez dentro ambos, la colocó con cuidado encima de la cama y acercándose al cuarto de baño , abrió  hasta su tope el grifo de agua fría para que se llenase. Volviendo con ella , se quitó la chaqueta y alzó sus mangas , procediendo a desnudarla con tan poco control de si mismo que a punto de romperle el traje estuvo .
Ataviada sólo con su ropa interior  volvió a  cogerla  en brazos y la introdujo en la bañera con mucho cuidado. Tras unos segundos donde la temperatura de su cuerpo  no parecía bajar y ella no parecía responder,  puso una de sus manos en la cabeza y la sumergió . Sin reacción debajo del agua , los segundos pasaban y ella no parecía reponerse.

Obligado a adoptar de nuevo una medida extrema  y sabiendo que no podría mantenerla debajo del agua por mucho más tiempo, colocó la otra mano en su esternón, cerró sus ojos , y respirando hondo pronunció las siguientes palabras :

“Cuidigh liom OH Tiarna na talún agus eallach “
(Ayúdame , oh señor de la tierra y de las bestias )

“Cabhraigh léi , tú a is féidir , a shárú an onslaught deadly i gcoinne nach bhfuil ag dul chun taitneamh a bhaint ar an chumhacht agus an ghlóir”

(Ayúdala , tú que puedes, a superar este embate mortal contra quién no merece gozar del poder y  la gloria)

“Comhlíonann mianta an seirbhíseach humble de mise agus a thabhairt dom neart a dhéanamh ar an méid atá agat tiomanta do mhac dílis”

(Cumple los deseos de este humilde servidor tuyo y dame fuerzas para seguir adelante en aquello que has encomendado a tu leal hijo)

Y la fuerza pudo con él. Sintió como una energía brutal entraba en su cuerpo a través de sus manos  recorriendo todo él  para , recalando fuerzas en su corazón, volver a su punto de partida con más fuerza si cabe entrando en el pecho de ella.
Con la mandíbula completamente cerrada y a punto de desencajarse , aguantó como pudo el intenso dolor que ascendía a través de sus venas a punto de estallar , hasta que sintió que las manos de ella agarraban sus antebrazos . Abrió los ojos , y ella había vuelto en sí , pero se ahogaba , y ejercía toda la fuerza de que era capaz  para que la soltase  y sacar la cabeza del agua.

Visiblemente debilitado , quedó sentado en el suelo, apoyado sobre los filos de la bañera,  mientras,  ella trataba de recomponer la situación y recuperar el aire, más , su instinto le hizo fijarse en sus brazos una vez más , comprendiendo lo que había pasado.

Encontrándose más entera , conforme salió de la bañera se acercó a la cama donde permaneció sentada apoyada sobre sus rodillas en espera de que a él le volviesen las fuerzas suficientes para encontrar una respuesta, lo que no sucedería hasta varias horas después.

Con la piel vuelta a la relativa normalidad y el dolor disipado, aunque visiblemente cansado, cuando reapareció en el dormitorio ella aún se encontraba tal cual había dispuesto, sentada en el cabecero de la cama ,  apoyada sobre sus rodillas flexionadas.

Sentado en la esquina contraria , de espaldas a ella , consciente de que había llegado la hora de que ella conociese ciertas cosas sobre él y lo que la rodeaba ahora, consciente de que todo se había acelerado , sólo una cosa lo mantenía nervioso, y era el cambio de planes tan brutal que debía llevarse a cabo .

·        CASEY:  ¿Quién era esa mujer?
·        KILIAM: Debemos volver a Carlton Court, pero antes has de venir conmigo a un lugar.

Carlton Court, pronunciado por él con aquella confianza, con aquella familiaridad.

·        CASEY: ¿Debemos? – apoyándose en el espaldar, sorprendida , aquella acumulación de noticias  la hacían dudar de forma constante - ¿Qué relación guardas tú con la propiedad , con la casa?

Sin apenas mover su cuerpo, le bastó girar algo su cabeza para tenerla visible, y aún así, pese a su valentía, no se encontraba capaz de mirarla a la cara.

·        KILIAM: Se suponía que tú aún no debías conocer lo que voy a contarte , pero tampoco pensé que no lo recordarías, que no serías capaz de reconocerla , o de no presentir mi llegada .  Es cierto que sabía del aletargamiento de tus poderes , pero Aengus no pudo precisarme en qué grado.
·        CASEY: ¿Aengus?
·        KILIAM: Pese a no reconocerla , estoy seguro de que antaño oíste hablar de Morrigan, puesto que su leyenda pretendió servir como ejemplo , aunque nunca tuve demasiado claro para qué exactamente. 
·        CASEY: Morrigan,  nos hablaron desde niñas de su ambición desmedida y su descontrol.
·        KILIAM: Y su amor incondicional por lo único que nunca podrá tener, un Rey enfermo sin apenas trono que gobernar , cuyo nombre basta para sembrar el horror entre sus súbditos.  ¿Y tú te preguntas de qué conozco Carlton Court? La casona hospital resulta de relativo y reciente conocimiento, pero lo que allí hubo antaño , el poblado que se asentaba, lo conocí muy bien por desgracia , aunque sólo hasta que quién lo gobernaba y al que me niego a llamar padre, me exilió más allá de los límites del bosque conocido  en espera de que ,los lobos y bestias del otro lado ,  me dieran caza y muerte . Sólo contaba con  doce años , pero ya desde mi nacimiento  perfiló amaneras de predilección por su hijo menor , al cual siempre preparó para mejor destino.

Al Rey se le acaba el tiempo, se muere , aunque resultase imposible en principio gracias a la intervención de quién le acompaña haciéndose pasar por su esposa ante los humanos mortales . Sus trucos de magia han fallado y la enfermedad lo carcome por dentro. Mantenido con vida en falso, la ceremonia que tú interrumpiste  suponía el culmen de todo un proceso de sucesión  tras el cual , él podía haberse marchado de forma tranquila. Pero el tiempo no ha jugado a su favor precisamente , y debiendo esperar la siguiente luna de sangre , encontrarte , para unos oráculos que se guían por la estela de tus poderes cuando son utilizados, no ha sido fácil.
·        CASEY:  Pero ¿Aengus?  Le sentí real, le sentí vivo cuando me reencontré con él, y sé que eso no es posible.

Y su cuerpo giró hacia ella  mientras su rostro la buscaba encontrándola desorientada y confusa.

·        KILIAM: Le sentiste así , porque así es  estaba y como debía ser.
·        CASEY: ¡Pero yo le vi desangrarse!  ¡Vi como Brian le rajaba el cuello con el puñal!
·        KILIAM: ¿Y le viste morir ? ¿Escuchaste su última exhalación? Según sus propias palabras casi te encontrabas inconsciente y Brian se dio mucha prisa por sacarte de allí. ¿Recuerdas acaso a dónde te llevó? ¿Te has preguntado alguna vez porque aún mantienes tus heridas abiertas  cuando se suponía que no podían atravesar tu barrera de inmortalidad?
·        CASEY:  ¿Qué estás tratando de decirme? ¿De qué le estás acusando?

Visiblemente nerviosa , vio como él se incorporaba tratando de mantenerse erguido .

·        KILIAM: Yo no insinúo, afirmo, y puedes pensar lo que quieras . Sé que ahora estás confusa  y por más que te diga no serás capaz de ver nada, pero se avecina una guerra , y en estas condiciones tú no podrás volverte a enfrentar a ella .  lo que más teme Morrigan no es tenerte en frente  tal y como estás ahora , de hecho, eso que acabas de pasar casi te mata , y lo ha provocado ella, pero si tú recuperas tu poder, seremos dos  a batirla.
·        CASEY: ¿Y dónde queda Aengus en toda esta historia?
·        KILIAM: Hace mucho tiempo , una mujer trató de advertirte . El falso profeta. Desgraciadamente , sucumbió a aquello que no tiene nombre ni se ve, pero que se siente quemarte por dentro sin piedad alguna. Una fuerza poderosa invisible que fue capaz de asestar su más férreo golpe contra aquellas mujeres. Un expediente que tuviste en tus manos , un gran caso sin cerrar . El médico que  aplicaba sus maravillosas técnicas en su provecho , logrando  desviar tu atención hacia quién no era y sin embargo te entregaste. Aquel capaz de penetrar en los cuerpos de los demás , de aparentar , con sus exquisitos modales , ser todo un dechado de virtudes , y que sin embargo, esconde el más oscuro de los pasados, el más tenebroso de los presentes  y el más indeciso de los futuros. Aquel que consiguió  que engatusarte  y apartarte de la realidad , y al que aún hoy amas.

Poco después de lo acaecido en la casa,  encontré a Aengus medio moribundo , le otorgué la vida que le faltaba  a cambio de su lealtad y apoyo para acometer mi objetivo, aquel que me ha mantenido con vida todo este tiempo, mientras yo le prometía ayuda en la consecución del suyo, y ahí es donde tú entras .

·        CASEY: Apareces en mi vida , te inmiscuyes en ella  simulando un accidente casi mortal, y de una forma en la que no he podido apartarte por más que he querido, has aparecido prácticamente cada vez que surgía un problema , como si fueses una especie de ángel salvador. Contigo han vuelto las voces sobre mi cabeza, mis heridas se han reabierto  y  me cuentas una historia  en la qué te atreves a acusar  a quien no conoces en realidad ,  juzgándole sólo por lo que dices que tu supuesto padre te hizo y lo que Aengus te cuenta.  Las historias del hijo expulsado nunca fueron reales y jamás se corroboraron. Se contaban de generación en generación sólo como medio disuasorio, porque todo el mundo sabía que nadie que hubiese atravesado el otro lado del bosque conocido, sobreviviría lo suficiente para contar lo que había al otro lado.

El Rey envió patrullas durante meses en busca de ese niño , escapado por sus propios píes tras una trifulca en la que su padre le hubo llamado la atención, y todas ellas resultaron infructuosas.

Como tú bien dijiste , sólo nosotras podemos atravesar esos límites, y de  las que lo hicimos , nunca se constató que encontrásemos a nadie perdido  con vida que no perteneciera a ese lado.  
·        KILIAM: Entonces dime , sabiendo que el Rey conocía ese detalle , ¿por qué habría de enviar soldados mortales en vez de mandaros a vosotras ? Las únicas capaces de deambular  de forma consciente y salir indemnes de aquella zona oscura.

Caminando en torno a la cama , su figura altiva logró colocarse frente a ella, de forma desafiante  y certera , presuponiendo lo que habría de venir , ella se incorporó poniéndose a su frente , a pocos centímetros de distancia.

·        CASEY: Acabas de hablar de una guerra  en la que me vería involucrada , ¿Y si no decido no seguir adelante ?
·        KILIAM: No puedes y lo sabes.
·        CASEY: Dame un motivo de peso para creerte .
·        KILIAM: Sólo la línea de sangre puede suceder, y Aengus sobra en esa ecuación.
·        CASEY: Pero no tú, por lo que me has contado.

Sin sentir aquel sobrecogimiento al que le tenían acostumbrados sus imponentes ojos , el desafío que parecía mostrar  y su envalentonamiento ,produjeron una sonrisa final en él.

·        KILIAM: Yo ya tengo mi propio pueblo y a quiénes guiar, no es eso lo que busco en todo esto.

Apenas unos segundos para asimilar toda aquella información. Apenas unos segundos para asumir que había estado esperando por una mentira. Una guerra por un trono  casi de invisibilidad , en eso se había convertido todo aquello con el paso del tiempo. Una cuestión de poder y territorios , cuyo trono , revestido por las gruesas paredes de piedra de Carlton Court,
lo recomponían todo o lo destrozaban.

Pasado y presente volvían a presentar sus respetos como enemigos que parecían ser. Las leyendas de batallas épicas entre los clanes , parecían haberse convertido en la realidad entre la magia y la oscuridad, la realidad y la sumisión de voluntades .  Verdades tintadas de sangre y mentiras , víctimas de los cauces escogidos por otros, aquella guerra , tal  como Kiliam la presentaba de forma iniciática, sería definitiva y abrumadora.

Sus sentimientos, destrozados aunque sólo de forma momentánea por una historia que no terminaba de creerse , le pesaban como una losa de granito que alguien estuviese presionando en su cabeza, pero si algo la había mantenido con vida, eran sus recuerdos , los de los sacrificios realizados , los de los momentos vividos en aquella casa , los de los hechos descubiertos , los de una verdad que ahora se derrumbaba, y en dónde no supo escuchar a quiénes  le decían las únicas posibles verdades, dónde su parte humana le pudo a cualquier otra  , amando aquello que la tentaba como la serpiente tentó en el paraíso de los cristianos , con su belleza y sus palabras , con su presunta humanidad.

¿Qué le quedaba ya ? ¿Qué tenía que perder? Enfrentarse  a la realidad , sin tapujos ni más velos de por medio, a los sentimientos sinceros , al valor que debía afrontar para rescatar a quién dio por muerto, el único vínculo real entablado una sola noche ,  aquella en que fue el escogido .

Salvar al más inocente entre todos los culpables . Evitar que todo pudiese seguir su curso.  

·        CASEY:   ¿A dónde tenemos que ir ?
·        KILIAM: Al único sitio dónde estarás segura por el momento, mi hogar.

Ana Patricia Cruz López
Todos los derechos reservados



1 comentario:

  1. Debo decirte que este capitulo es sin duda uno de mis favoritos, ese momento en el que Casey entra por el espejo, lo que ve y siente, espero que ella se arme de valor y recupere su poder, no es justo que siga sufriendo por otros aunque sea por voluntad propia, en todo debe de existir un balance pero espero y eso se vea mas adelante. Ahora que asi como casey senti esos ojos de kiliam hehehe ya los quisiera yo tener cerca y esto es lo que me gusta de tus hisotrias que en apariencia se puede ver que el quiere ayudarla a recuperar sus poderes pero eso conlleva un trasfondo o no? En fin QUIERO MASSSSS Patri querida, atus pies como siempre❤️

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