LA LLAMADA DE LA SANGRE
CAPÍTULO DÉCIMO QUINTO
Las horas interminables en un
reloj sin agujas . Nervios a flor de piel que parecen impedir el descanso a una
mente casi perturbada por un recuerdo y una necesidad. Incapacidad para decidir
con claridad ante la falta de un plan viable . Dudas sobre lo qué finalmente
podría encontrarse o si realmente ella sólo formaba parte de un pasado.
Miles de interrogantes que
apretaban su mente y la turbaban hasta el cansancio.
Tratando de relajarse
arreglándose para la fiesta , su visualización final delante del espejo que
servía como puerta del armario, oscureció su entorno trayéndole la visión de
unos ojos que , apostados aparentemente
encima de uno de sus hombros, le resultaron reconocibles.
Aquella maldad innata ,
aquella expresión aterradora e imponente de los primeros años, hicieron de
Aengus la peor de las pesadillas . Saber por qué se le aparecía justo ahora ,
por qué entre las imágenes que de nuevo parecían facilitarle la labor de
predicción se encontraba él, aún era algo que no era capaz de entender , pero
sí podía estar segura , de que formaba parte de su futuro más cercano.
Y tras aquellos ojos , sintió
la necesidad de cerrar los suyos por un instante , continuando abiertos mentalmente. El espejo,
convertido en una puerta de acceso a algo oscuro y desconocido , era atravesado
por ella . Un lugar sin luz y sin fondo,
en el que se sentía haber estado , y cuyo otro extremo , la reclamaba.
Pasadizo invisible que le
otorgaba la posibilidad de llegar hasta el gran y lúgubre pasillo de piedra ,
desgastada y mohosa , con apenas dos antorchas de luz que la permitieran seguir
apenas tocando las paredes.
Suelo resbaladizo en el que el
agua que se filtraba del techo seguía
recalando , y por fín, una tenue luz al fondo del mismo comenzó a hacer acto de
presencia.
Luz que fue agrandando su
presencia conforme más se acercaba a la salida , y que una vez en ella, no pudo
por menos que sorprenderse.
La gran sala de piedra
circular apostada por columnas. La sala del sótano de la casa , con su altar de
piedra ceremonial en el centro, impoluto , casi se podría decir que preparado,
pero solitario.
Un solo paso necesitó para
adentrarse , y la sala se iluminaba de forma brillante cobrando vida las
antorchas que la rodeaban. Sin muestras de sangre en el suelo , son correas que
sobresaliesen del techo , la fría piedra que la rodeaba , parecía abrigarla sin
embargo.
Y el altar , grande en su
altivez, ante el que cualquier alma tendría derecho a sobrecogerse tras saber
su uso real , continuaba allí, casi esperando una nueva fecha , un nuevo
cuerpo, un alma más que poder sacrificar y que su sangre recorriera cada uno de
sus surcos hasta el vaso final.
Tras rodearlo , sintió la
necesidad de acercarse . Blanco y sangriento mármol , cuya suavidad sintió en las yemas de sus dedos al rozarlo
como la piel de una joven doncella , tersa , sin mácula.
Absorta en sus sensaciones ,
una mano se depositó en su hombro, y en aquella especie de imagen onírica que
estaba viviendo, sintió la necesidad de girar su cabeza con la extraña
confianza de saber que se trataba de él , de Aengus. Cuando sus ojos alcanzaron
la meta esperada, fueron otros los que encontró , volviendo a la realidad de
forma sobresaltada .
Tratando de recomponerse del
sudor frío que la recorría por completo, comprobó que todo estaba de la forma
requerida y bajó al vestíbulo donde un elegante y casi desconocido Kiliam , de
frac oscuro , hacía gala una vez más de sus exquisitas formas al verla aparecer
.
Ataviada con un largo vestido de
gasa y terciopelo verde oscuro y enlaces de pedrería , apenas
podía vislumbrarse mayor detalle por el abrigo que la acompañaba.
Sintiéndose observada de forma
diferente, se acogió a su brazo, ofrecido cortésmente tras el saludo inicial ,
que en su caso , compondría una más que discreta y ligera bajada de su cabeza
ante su presencia.
·
KILIAM: Impresionante debo decir.
·
CASEY: Sin embargo, me siento extraña con ello
puesto. No es lo que acostumbro a llevar.
·
KILIAM: Pues , deberías vestir así más a menudo,
aunque quizás rompa aquello con lo que te sientes más cómoda, pasar
desapercibida.
·
CASEY: Siento disentir, pero no hay nada que me
plazca más que no tener que hacerlo.
·
KILIAM: ¿Vamos?
Asintió con su cabeza y ambos
se acercaron hasta el coche que les llevaría a la sede de la fiesta.
Tras unos veinte minutos de
recorrido en medio de un tráfico atroz a esas horas y no pudiendo cumplir , por
ello, con la recomendación vertida por el ayudante , cuando se disponían a
adentrarse la recepción y entrega de premios para los trabajadores de la
Gobernación que se disponían a retirarse casi había finalizado. Aún así , apresurándose todo cuánto fuese
posible, subieron las escalinatas de acceso al vestíbulo del edificio , y el
ruido del gentío hablando y del chasquido de copas de fino cristal brindando ,
más los aplausos de fondo , les llevó hasta el lugar.
En la puerta, el silencio
repentino , sólo colmado por una especie de rumor que sobrevolaba el gran
salón, le trajo su voz, reconocible como antaño, aquella que escuchó en la
celda número cinco del hospital dándole las gracias.
Dispuesta a acercarse , sin
querer escuchar a nadie más, su paso decidido sólo se vio interrumpido por una
de las manos de quién la acompañaba.
·
CASEY: ¿Qué sucede?
Visiblemente nervioso y en
parte con el rostro descompuesto, su habitual elocuencia parecía haberse
perdido tras traspasar aquellas puertas.
·
CASEY: Kiliam , es él, reconozco su voz. Tengo
que acercarme.
·
KILIAM: Casey, hay algo que debieras saber.
·
CASEY: ¡Oh , por Dios ¡ ¿Ahora? He de acercarme
a él antes de que la gente lo mantenga lejos .
Intentó proseguir , pero él
continuaba impidiéndoselo.
·
CASEY: ¿Qué sucede? ¿Por qué no me dejas ir con
él?
·
KILIAM: Casey, podrías encontrar algo que no
esperas o te disguste.
·
CASEY: ¿De qué estás hablando?
·
KILIAM: Podría no reconocerte .
Aunque no daba crédito a lo
que escuchaba , no lograba entender tampoco el mensaje oculto de sus palabras.
·
CASEY: Eso es imposible. No he cambiado , sigo
incluso con el mismo aspecto, claro que me reconocerá. No ha podido olvidarme
tan fácilmente.
·
KILIAM: No está solo Casey.
Aquello detuvo su ímpetu.
·
KILIAM: Hay alguien con él que cree que ejerce
un poder sobrenatural sobre su conciencia. Sólo digo , que tengas cuidado y no
te fíes de aquello que escuches ni veas.
Palabras de advertencia dichas
con toda la rotundidad del mundo, pero que en aquel entorno y dado su estado, no parecían cobrar sentido
alguno, al menos de momento.
Mientras ,en el otro lado de
la sala, mientras Brian continuaba su interlocución y entrega de los
respectivos premios de jubilación, una Nagi capaz de brillar con luz
propia sólo por su exuberancia , comenzó
a encontrarse mal. Ahogada y casi sudorosa
, un fuego interno le reconcomía el estómago, sentía como las venas le palpitaban
con fuerza , marcando su piel de forma intermitente , quedándose completamente
bloqueada para reaccionar y limitándose a huir del gentío que pudiera verla .
Desde la oscuridad , comenzó
su búsqueda . Podía sentirla , sabía que se encontraba en la sala , muy cerca ,
y que por supuesto, no venía sola.
Completamente libre , Casey
fue acercándose lentamente al escenario, excusándose ante la gente que debía
apartar para poder dar un paso más que la acercase a él , sin que aún pudiese
verle el rostro.
Aquella voz que la atraía
irremediablemente hoy como antaño, la que lograba otorgarle algo de paz
interior . Un hombre al que había
añorado poder volver a tener delante y abrazar con todas su fuerzas.
Mientras Casey , en mitad de la sala , seguía intentado
esquivar el gentío, Nagi, algo más repuesta , culminó la búsqueda de su persona
. Viéndola demasiado cerca , pese a su debilidad , trató de reponerse para
llegar a su lado antes que ella.
Una última entrega y un final
abrazo al último trabajador dispuesto a retirarse que daría la entrada al último gran aplauso
de la noche ,durante el que Brian se centró , sonriente y orgulloso, en el
grueso de los asistentes , hasta que una persona le hizo cambiar su expresión.
La vio acercarse atropelladamente hacia el escenario. La gente
que la rodeaba , interesados en no perder detalle del espectáculo, apenas se lo
facilitaba.
Serio , con el gesto casi
compungido, fue uno de los miembros de la organización quién tuvo que señalarle
que todo había terminado y que debían abandonar el lugar para que la orquesta
volviese a tocar sus melodías de
acompañamiento de la velada.
Mientras él bajaba las
escaleras laterales , Nagi trataba de llegar hasta él de forma apresurada por
la parte de atrás , y cuando Brian
estuvo a punto de coger una copa de champagne que le ofreció un camarero , su
voz pronunció su nombre.
·
CASEY: Hola Brian.
Desistiendo de coger el tan
necesitado licor, se dio la vuelta hacia ella muy despacio.
Nagi apenas acababa de llegar
, pero oculta tras unos invitados que departían airadamente , se limitó a
observar por el momento .
Ante una felicidad casi no
exteriorizada, no pudo eludir una sonrisa de complacencia infinita al verle ,
al sentirse reflejada en sus ojos de la misma forma que aquella primera vez en
la celda , cuando supuso su halo de libertad. La misma forma de mirarla , las
mismas palabras pronunciadas sin decirse , los mismos sentimientos que no
habían cambiado pese a la distancia y el tiempo. Todo aparentemente normal
hasta que…
·
BRIAN: Disculpe, ¿ la conozco?
Y aquella sonrisa fue
desapareciendo, y el goce y la felicidad por el reencuentro más esperado se
volvió tan opresivo como distante, sin embargo, sus ojos seguían transmitiendo
algo extraño que ella no podía dejar de observar , que se negaba a no seguir
observando, algo que de pronto traspasó su interior resquebrajando algo muy
suyo , cuando Nagi se incorporó cogiéndole del brazo.
·
NAGI: ¿Ocurre algo querido?
El estómago se retorcía como
si dos manos lo estuvieran apretando y girando una y otra vez . Un dolor que crecía progresivamente luchaba contra su
yo por aguantar entera una vez más.
·
BRIAN: Pues la verdad es que eso mismo esperaba
averiguar.
Tratando de recomponerse pero
aún sin creerse lo que estaba sucediendo, la oportuna e inesperada aparición de
Kiliam , pareció incomodar sobremanera a una más que amablemente forzada Nagi.
·
KILIAM: Me temo que ha debido haber una
confusión .
·
BRIAN: Ciertamente parecía conocerme a juzgar
por la cordialidad del tono de su voz. ¿Se encuentra bien ?
Sostenida por la cintura por
quién parecía haberla rescatado y devuelto a la realidad , y sintiéndose
observada por una mujer cuya presencia la hería sin saber por qué, trató de
aparentar normalidad pese a su lastimoso estado interno.
·
CASEY: Sí, gracias. Pensé que … lamento las
molestias . Discúlpenme.
·
KILIAM: Si nos disculpan. Buenas noches .
Mientras deambulaban hacia la
salida , Kiliam no evitó echar la mirada hacia atrás una vez más, sintiendo esa
peculiar y extasiante mezcla de dolor , odio y temor que la gran bruja
transpiraba, mientras no podía evitar sonreírle de forma provocadora.
Por su parte , Brian,
pensativo e inquieto , pese a la insistencia de su anfitriona de que buscasen
algún lugar más tranquilo para tomar una copa , apenas hizo un intento por
mover un solo músculo hasta que la imagen de ellos dos se hubo perdido tras la
última puerta del fondo de la sala.
Entrando con dificultad en el
vehículo, él le ordenó al conductor que marchase al hotel lo más deprisa que
pudiera. Con la piel ardiendo y un sudor frío que la recorría por completo,
Casey se encontraba al borde del desfallecimiento y él era plenamente
consciente del por qué y de lo que debía hacer.
Una vez llegaron , fue
imposible hacerla bajar del coche por sus propios medios cogiéndola en brazos
hasta llegar a la habitación. Durante el recorrido , él notaba que su cuerpo se
volvía pesado y flácido, casi sin vida, motivo por el cual decidió acelerar su
paso.
Una vez dentro ambos, la
colocó con cuidado encima de la cama y acercándose al cuarto de baño ,
abrió hasta su tope el grifo de agua
fría para que se llenase. Volviendo con ella , se quitó la chaqueta y alzó sus
mangas , procediendo a desnudarla con tan poco control de si mismo que a punto
de romperle el traje estuvo .
Ataviada sólo con su ropa
interior volvió a cogerla
en brazos y la introdujo en la bañera con mucho cuidado. Tras unos
segundos donde la temperatura de su cuerpo
no parecía bajar y ella no parecía responder, puso una de sus manos en la cabeza y la sumergió
. Sin reacción debajo del agua , los segundos pasaban y ella no parecía
reponerse.
Obligado a adoptar de nuevo
una medida extrema y sabiendo que no
podría mantenerla debajo del agua por mucho más tiempo, colocó la otra mano en
su esternón, cerró sus ojos , y respirando hondo pronunció las siguientes
palabras :
“Cuidigh
liom OH Tiarna na talún agus eallach “
(Ayúdame , oh
señor de la tierra y de las bestias )
“Cabhraigh léi , tú a is féidir , a
shárú an onslaught deadly i gcoinne nach bhfuil ag dul chun taitneamh a bhaint
ar an chumhacht agus an ghlóir”
(Ayúdala , tú que
puedes, a superar este embate mortal contra quién no merece gozar del poder y la gloria)
“Comhlíonann mianta an seirbhíseach
humble de mise agus a thabhairt dom neart a dhéanamh ar an méid atá agat
tiomanta do mhac dílis”
(Cumple los deseos
de este humilde servidor tuyo y dame fuerzas para seguir adelante en aquello
que has encomendado a tu leal hijo)
Y la fuerza pudo con él.
Sintió como una energía brutal entraba en su cuerpo a través de sus manos recorriendo todo él para , recalando fuerzas en su corazón,
volver a su punto de partida con más fuerza si cabe entrando en el pecho de
ella.
Con la mandíbula completamente
cerrada y a punto de desencajarse , aguantó como pudo el intenso dolor que
ascendía a través de sus venas a punto de estallar , hasta que sintió que las
manos de ella agarraban sus antebrazos . Abrió los ojos , y ella había vuelto
en sí , pero se ahogaba , y ejercía toda la fuerza de que era capaz para que la soltase y sacar la cabeza del agua.
Visiblemente debilitado ,
quedó sentado en el suelo, apoyado sobre los filos de la bañera, mientras, ella trataba de recomponer la situación y
recuperar el aire, más , su instinto le hizo fijarse en sus brazos una vez más
, comprendiendo lo que había pasado.
Encontrándose más entera ,
conforme salió de la bañera se acercó a la cama donde permaneció sentada
apoyada sobre sus rodillas en espera de que a él le volviesen las fuerzas
suficientes para encontrar una respuesta, lo que no sucedería hasta varias
horas después.
Con la piel vuelta a la
relativa normalidad y el dolor disipado, aunque visiblemente cansado, cuando
reapareció en el dormitorio ella aún se encontraba tal cual había dispuesto,
sentada en el cabecero de la cama ,
apoyada sobre sus rodillas flexionadas.
Sentado en la esquina
contraria , de espaldas a ella , consciente de que había llegado la hora de que
ella conociese ciertas cosas sobre él y lo que la rodeaba ahora, consciente de
que todo se había acelerado , sólo una cosa lo mantenía nervioso, y era el
cambio de planes tan brutal que debía llevarse a cabo .
·
CASEY:
¿Quién era esa mujer?
·
KILIAM: Debemos volver a Carlton Court, pero
antes has de venir conmigo a un lugar.
Carlton Court, pronunciado por
él con aquella confianza, con aquella familiaridad.
·
CASEY: ¿Debemos? – apoyándose en el espaldar,
sorprendida , aquella acumulación de noticias
la hacían dudar de forma constante - ¿Qué relación guardas tú con la
propiedad , con la casa?
Sin apenas mover su cuerpo, le
bastó girar algo su cabeza para tenerla visible, y aún así, pese a su valentía,
no se encontraba capaz de mirarla a la cara.
·
KILIAM: Se suponía que tú aún no debías conocer
lo que voy a contarte , pero tampoco pensé que no lo recordarías, que no serías
capaz de reconocerla , o de no presentir mi llegada . Es cierto que sabía del aletargamiento de tus
poderes , pero Aengus no pudo precisarme en qué grado.
·
CASEY: ¿Aengus?
·
KILIAM: Pese a no reconocerla , estoy seguro de
que antaño oíste hablar de Morrigan, puesto que su leyenda pretendió servir
como ejemplo , aunque nunca tuve demasiado claro para qué exactamente.
·
CASEY: Morrigan,
nos hablaron desde niñas de su ambición desmedida y su descontrol.
·
KILIAM: Y su amor incondicional por lo único que
nunca podrá tener, un Rey enfermo sin apenas trono que gobernar , cuyo nombre
basta para sembrar el horror entre sus súbditos. ¿Y tú te preguntas de qué conozco Carlton
Court? La casona hospital resulta de relativo y reciente conocimiento, pero lo
que allí hubo antaño , el poblado que se asentaba, lo conocí muy bien por
desgracia , aunque sólo hasta que quién lo gobernaba y al que me niego a llamar
padre, me exilió más allá de los límites del bosque conocido en espera de que ,los lobos y bestias del
otro lado , me dieran caza y muerte .
Sólo contaba con doce años , pero ya
desde mi nacimiento perfiló amaneras de
predilección por su hijo menor , al cual siempre preparó para mejor destino.
Al Rey se
le acaba el tiempo, se muere , aunque resultase imposible en principio gracias
a la intervención de quién le acompaña haciéndose pasar por su esposa ante los
humanos mortales . Sus trucos de magia han fallado y la enfermedad lo carcome
por dentro. Mantenido con vida en falso, la ceremonia que tú interrumpiste suponía el culmen de todo un proceso de
sucesión tras el cual , él podía haberse
marchado de forma tranquila. Pero el tiempo no ha jugado a su favor
precisamente , y debiendo esperar la siguiente luna de sangre , encontrarte ,
para unos oráculos que se guían por la estela de tus poderes cuando son
utilizados, no ha sido fácil.
·
CASEY:
Pero ¿Aengus? Le sentí real, le
sentí vivo cuando me reencontré con él, y sé que eso no es posible.
Y su cuerpo giró hacia
ella mientras su rostro la buscaba encontrándola
desorientada y confusa.
·
KILIAM: Le sentiste así , porque así es estaba y como debía ser.
·
CASEY: ¡Pero yo le vi desangrarse! ¡Vi como Brian le rajaba el cuello con el
puñal!
·
KILIAM: ¿Y le viste morir ? ¿Escuchaste su última
exhalación? Según sus propias palabras casi te encontrabas inconsciente y Brian
se dio mucha prisa por sacarte de allí. ¿Recuerdas acaso a dónde te llevó? ¿Te
has preguntado alguna vez porque aún mantienes tus heridas abiertas cuando se suponía que no podían atravesar tu
barrera de inmortalidad?
·
CASEY:
¿Qué estás tratando de decirme? ¿De qué le estás acusando?
Visiblemente nerviosa , vio
como él se incorporaba tratando de mantenerse erguido .
·
KILIAM: Yo no insinúo, afirmo, y puedes pensar
lo que quieras . Sé que ahora estás confusa
y por más que te diga no serás capaz de ver nada, pero se avecina una
guerra , y en estas condiciones tú no podrás volverte a enfrentar a ella . lo que más teme Morrigan no es tenerte en
frente tal y como estás ahora , de
hecho, eso que acabas de pasar casi te mata , y lo ha provocado ella, pero si tú
recuperas tu poder, seremos dos a
batirla.
·
CASEY: ¿Y dónde queda Aengus en toda esta
historia?
·
KILIAM: Hace mucho tiempo , una mujer trató de
advertirte . El falso profeta. Desgraciadamente , sucumbió a aquello que no
tiene nombre ni se ve, pero que se siente quemarte por dentro sin piedad
alguna. Una fuerza poderosa invisible que fue capaz de asestar su más férreo
golpe contra aquellas mujeres. Un expediente que tuviste en tus manos , un gran
caso sin cerrar . El médico que aplicaba
sus maravillosas técnicas en su provecho , logrando desviar tu atención hacia quién no era y sin
embargo te entregaste. Aquel capaz de penetrar en los cuerpos de los demás , de
aparentar , con sus exquisitos modales , ser todo un dechado de virtudes , y
que sin embargo, esconde el más oscuro de los pasados, el más tenebroso de los
presentes y el más indeciso de los
futuros. Aquel que consiguió que engatusarte
y apartarte de la realidad , y al que aún
hoy amas.
Poco después
de lo acaecido en la casa, encontré a
Aengus medio moribundo , le otorgué la vida que le faltaba a cambio de su lealtad y apoyo para acometer
mi objetivo, aquel que me ha mantenido con vida todo este tiempo, mientras yo
le prometía ayuda en la consecución del suyo, y ahí es donde tú entras .
·
CASEY: Apareces en mi vida , te inmiscuyes en
ella simulando un accidente casi mortal,
y de una forma en la que no he podido apartarte por más que he querido, has
aparecido prácticamente cada vez que surgía un problema , como si fueses una
especie de ángel salvador. Contigo han vuelto las voces sobre mi cabeza, mis
heridas se han reabierto y me cuentas una historia en la qué te atreves a acusar a quien no conoces en realidad , juzgándole sólo por lo que dices que tu
supuesto padre te hizo y lo que Aengus te cuenta. Las historias del hijo expulsado nunca fueron
reales y jamás se corroboraron. Se contaban de generación en generación sólo
como medio disuasorio, porque todo el mundo sabía que nadie que hubiese
atravesado el otro lado del bosque conocido, sobreviviría lo suficiente para
contar lo que había al otro lado.
El Rey envió
patrullas durante meses en busca de ese niño , escapado por sus propios píes
tras una trifulca en la que su padre le hubo llamado la atención, y todas ellas
resultaron infructuosas.
Como tú bien
dijiste , sólo nosotras podemos atravesar esos límites, y de las que lo hicimos , nunca se constató que
encontrásemos a nadie perdido con vida
que no perteneciera a ese lado.
·
KILIAM: Entonces dime , sabiendo que el Rey
conocía ese detalle , ¿por qué habría de enviar soldados mortales en vez de
mandaros a vosotras ? Las únicas capaces de deambular de forma consciente y salir indemnes de
aquella zona oscura.
Caminando en torno a la cama ,
su figura altiva logró colocarse frente a ella, de forma desafiante y certera , presuponiendo lo que habría de
venir , ella se incorporó poniéndose a su frente , a pocos centímetros de
distancia.
·
CASEY: Acabas de hablar de una guerra en la que me vería involucrada , ¿Y si no
decido no seguir adelante ?
·
KILIAM: No puedes y lo sabes.
·
CASEY: Dame un motivo de peso para creerte .
·
KILIAM: Sólo la línea de sangre puede suceder, y
Aengus sobra en esa ecuación.
·
CASEY: Pero no tú, por lo que me has contado.
Sin sentir aquel
sobrecogimiento al que le tenían acostumbrados sus imponentes ojos , el desafío
que parecía mostrar y su
envalentonamiento ,produjeron una sonrisa final en él.
·
KILIAM: Yo ya tengo mi propio pueblo y a quiénes
guiar, no es eso lo que busco en todo esto.
Apenas unos segundos para
asimilar toda aquella información. Apenas unos segundos para asumir que había
estado esperando por una mentira. Una guerra por un trono casi de invisibilidad , en eso se había
convertido todo aquello con el paso del tiempo. Una cuestión de poder y
territorios , cuyo trono , revestido por las gruesas paredes de piedra de Carlton
Court,
lo recomponían todo o lo
destrozaban.
Pasado y presente volvían a
presentar sus respetos como enemigos que parecían ser. Las leyendas de batallas
épicas entre los clanes , parecían haberse convertido en la realidad entre la
magia y la oscuridad, la realidad y la sumisión de voluntades . Verdades tintadas de sangre y mentiras , víctimas
de los cauces escogidos por otros, aquella guerra , tal como Kiliam la presentaba de forma iniciática,
sería definitiva y abrumadora.
Sus sentimientos, destrozados
aunque sólo de forma momentánea por una historia que no terminaba de creerse ,
le pesaban como una losa de granito que alguien estuviese presionando en su cabeza,
pero si algo la había mantenido con vida, eran sus recuerdos , los de los sacrificios
realizados , los de los momentos vividos en aquella casa , los de los hechos
descubiertos , los de una verdad que ahora se derrumbaba, y en dónde no supo
escuchar a quiénes le decían las únicas
posibles verdades, dónde su parte humana le pudo a cualquier otra , amando aquello que la tentaba como la
serpiente tentó en el paraíso de los cristianos , con su belleza y sus palabras
, con su presunta humanidad.
¿Qué le quedaba ya ? ¿Qué tenía
que perder? Enfrentarse a la realidad ,
sin tapujos ni más velos de por medio, a los sentimientos sinceros , al valor
que debía afrontar para rescatar a quién dio por muerto, el único vínculo real
entablado una sola noche , aquella en
que fue el escogido .
Salvar al más inocente entre
todos los culpables . Evitar que todo pudiese seguir su curso.
·
CASEY: ¿A dónde tenemos que ir ?
·
KILIAM: Al único sitio dónde estarás segura por
el momento, mi hogar.
Ana Patricia Cruz López
Todos los derechos reservados
Debo decirte que este capitulo es sin duda uno de mis favoritos, ese momento en el que Casey entra por el espejo, lo que ve y siente, espero que ella se arme de valor y recupere su poder, no es justo que siga sufriendo por otros aunque sea por voluntad propia, en todo debe de existir un balance pero espero y eso se vea mas adelante. Ahora que asi como casey senti esos ojos de kiliam hehehe ya los quisiera yo tener cerca y esto es lo que me gusta de tus hisotrias que en apariencia se puede ver que el quiere ayudarla a recuperar sus poderes pero eso conlleva un trasfondo o no? En fin QUIERO MASSSSS Patri querida, atus pies como siempre❤️
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