domingo, 12 de febrero de 2017

MOMENTOS . Siempre tuya (193)

Tu nombre me sabe a vida ,
de la misma forma que tu piel cuando es mi boca de la que tú te apoderas .

Tú aire ,
es mi aire conformado en  esa delicada armonía que eres capaz de transmitirme .

Tus palabras ,
son ese dulce reclamo que necesita de mi aliento constante ,
de mi apoyo incondicional,
haciéndome sentir más viva que nunca entre tus manos .


Tu sentir , transmitido en cada gesto tuyo
me suplica que lo aisle
 de este maldito mundo donde sólo tiene cabida el dolor,
donde el daño hiere tu carne más profundo que cualquier acto ,
y donde tu alma , se desvanece arrancada a jirones
por los gritos despiadados de quienes no tienen  corazón
ni les importa el tuyo.

Tu vida , la mía  desde que me hiciste saber que era tuya ,
nos ha convertido en las espinas de esas rosas
que un día encontramos en aquel recóndito jardín.
Espinas que protegen  y a la vez duelen ,
clavadas en lo más profundo de nuestro ser,
irrenunciables.
Espinas que son nuestra máscara de realidad ante lo que nos rodea ,
ante lo que nos envuelve ,
mientras en nuestros adentros,
solos ,
tratamos de sobrevivir en  una vida paralela ,
incandescente  y vigilante ,
no vaya a ser que seamos descubiertos por ardid del destino
siendo felices a nuestra forma y con nuestros desvelos .

Un mundo ajeno a todo lo que te daña y me duele ,
a lo que te exige entrega inmerecida y yo no llego ,
a lo que me impide protegerte con mis brazos y con mi cuerpo
o darte la fuerza que necesitas para  que el odio no se haga contigo .

Un mundo donde somos más nosotros ,
donde tú puedes respirar sin la congoja que te aflije ,
donde puedes construir castillos en el aire ,
leer en alto aquel soneto maravilloso que siempre me dedicas
y donde abres  tus brazos sin miedo , sin temor alguno.

Un mundo que los demás , que ellos ,
no conocen ,
al que no llegan , porque no saben ,
en el que de estar , se ahogarían ,
porque son incapaces de respirar su aire a vida y a dejar vivir ,
en el que no saben caminar ni cómo hacerlo ,
porque los zapatos puestos les vienen grandes .
Un mundo que sólo tú y yo conocemos
y en el que nos adentramos en la mitad de los sueños ,
cuando  perdemos la noción de conciencia
y nos sentimos juntos ,
cuando sólo somos tú y yo
e  ignoramos el resto del mundo .

Un mundo que nunca debí dejar que abandonaras
pero que tú decidiste dejar de lado por un deber inexplicable ,
una burbuja de protección que ahora reclamas necesitar
y que yo, trató de volver a reconstruirte ,
pero de la que no  volveré a dejarte escapar
porque sólo aquí,
mi vida ,
serás “  tu mismo “ para siempre.

Ana Patricia Cruz López
Todos los derechos reservados



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchísimas gracias por participar en esta página