LA
TEMPESTAD
Sintiéndose en cierta forma
agradecida por haberle evitado el engaño , Emma le invitó a acompañarles en el resto del
recorrido tras comprobar que no andaba con prisas precisamente .
Visiblemente incómodo y sin
que el paso del tiempo relajase en nada al capataz , las miradas cruzadas y los
gestos de complicidad y disimulo entre ambos hombres , aprovechando cuando ella
no les observaba , los convertían en una suerte de conversadores silenciosos que
parecieran tramar algo que sólo ellos conocían.
Tras unas horas en las que el
resultado de las compras no resultó tan infructuoso como se esperaba y tras aprovechar para cerrar algunos
acuerdos con otros propietarios , llegó la hora de marcharse y regresar. Verle
con aquel gran macuto a cuestas le hizo
presagiar que no sólo acababa de llegar
a la ciudad si no que no tenía dónde
establecerse , aun así, le formuló la
pregunta de rigor.
Verla con aquella amabilidad y
su característica sonrisa natural hacia alguien que no conocía , preocupaba en
demasía a un Richard que sí sabía a quién tenía en frente.
-
Deduzco por su equipaje - centrando su vista en el macuto- que sólo
está de paso.
Thomas no podía perder de
vista a su primo cuyas miradas inquisitoriales le ponían muy nervioso. Había
perdido la costumbre de ser su centro de atención , como cuando eran niños.
Y aquel desconocido con suave
acento irlandés y amplia sonrisa , tras
mirar hacia su primo cada vez más
preocupado , le respondió lo que el otro se temía desde el principio.
-
Sí, en
realidad llevo estándolo desde hace
algún tiempo. Me limito a caminar sin rumbo fijo . En cuanto veo una ciudad en
la que me sienta cómodo ofrezco mis
manos a cambio de techo y comida . Cuando mi labor termina , vuelvo a irme en busca de
un nuevo sitio.
La propietaria quedó pensativa
. “Manos a cambio de techo y comida “, justo lo que se podía necesitar . Emma
se dirigió a Richard para saciar una curiosidad .
-
¿Qué posibilidad hay de arreglar la estancia
que está encima de las caballerizas?
Lo veía dentro de la casa , dentro de su mundo y aquello le molestaba más por momentos. La
continuación en la prestación interesada de atención por parte de ella hacia el
que Richard comenzada a considerar un
intruso muy incómodo , le soliviantaba
sin que pudiese disimular por mucho más tiempo.
-
Lo cierto es que las condiciones que ofrece son inmejorables
dada nuestra situación actual y dos
manos más … alguien que se dedicase a los caballos en exclusiva mientras tú - volviendo la mirada sobre su capataz – puedas
centrarte en la recuperación y en las reparaciones y las cosechas … No es una
mala opción.
Su predisposición por
introducirlo en sus vidas , en la finca, no terminaba de convencerle . La única
referencia que poseía era la relación familiar con el mayor de los dos
hombres y al parecer eso bastaba para
cambiarlo todo .
Pese a su mirada resignada
para que no siguiera hacia delante , en su
horizonte particular ya no había sitio
ni tiempo para dar marcha atrás.
Pero aún le faltaba el culmen,
la oferta definitiva , la confirmación de que nada sería igual de ahora en
adelante .
-
Me preguntaba si se habría sentido lo
suficientemente cómodo en Ulverston como para pensar en quedarse una temporada.
– Absolutamente embriagada por los ojos de aquel hombre y sus maneras ,
mostraba una entrega inusitada y molesta para el tercer observante .-
-
Lo cierto
es que me ha sorprendido gratamente , especialmente la amabilidad de
sus lugareños. – Y aquella sonrisa suya , tan dadivosa y atrayente, se le fue
clavando al que observaba impotente y en silencio toda aquella escena mientras
algo se le reconcomía por dentro.-
-
Entonces dirijámonos al coche si le parece bien
. Cuando lleguemos a la casa le aclararé
con más precisión cuáles serán las tareas que deba realizar.
Caminando con rapidez en
dirección al vehículo , ella encabezada la inusitada y sorpresiva marcha
seguida muy de cerca por ellos dos ,los
cuales , manteniendo el silencio y la compostura , no podían evitar las
reacciones propias de quién se sentía invasor e invadido respectivamente.
Una vez abierto el maletero
para que el nuevo empleado temporal guardase su bolsa de viaje , Emma llamó a Richard para hablarle
a parte , sin que pudieran ser escuchados .
-
Como no vas a decirme qué es lo que pasa tampoco te preguntaré, eso es algo entre
vosotros dos , pero sabes perfectamente que nos hace falta alguien que se
dedique en exclusiva a los caballos y
más con Wadlow detrás , si encima no nos cuesta nada salvo un cubierto y una cama no hay nada más que discutir.–
tratando de entender su postura , siendo
consciente de que tenía razón , aquello se le hacía insostenible a un hombre
que sólo veía avecinarse los problemas
- Sinceramente Richard , bastante
tengo yo ya con vigilar que mi hermana no siga arrastrando el apellido familiar
, con sacar la finca adelante y procurar mantener a raya a … - aquel apellido
aún picaba su piel - Sólo espero que los
temas personales se queden fuera de la gestión de la finca y que lo que tengáis pendiente , si hubiera
algo, lo resolváis sin estar yo presente
¿he sido lo suficientemente clara ?
Recibiendo un
asentimiento nada convincente y
resignado por parte de él , ella le exigió con determinación que le respondiera
de viva voz , lo que no tardó en hacer .
Durante el transcurso del viaje de vuelta, en el
vehículo no se escuchó una sola voz . Con Thomas en la parte de atrás y Richard observándole
de forma continua a través del espejo lateral , a Emma no se le escapó en
absoluto que algo sucedía y que debía venir de lejos , pero tal y como le aseveró, no preguntaría sobre algo de lo que
élvbno quisiera hablar , rasgo propio y muy suyo el de no andar curioseando en las
vidas ajenas .
Sólo una vez recordó ver a
Richard en tal nivel de tensión. Una vez inolvidable a tenor de quién se encontraba en frente suya
cuando sucedieron los hechos, siendo
apenas un chiquillo al que comenzaba a emergerle vello en la cara .
Aquel fue un verano muy
extraño , con tiempo cambiante y fuertes tormentas que de forma sorpresiva ,
amenazaban con toda su fuerza sonora y con todo su poder en forma de peligrosos rayos que terminaban
destrozando casas , quemando cuartos de aperos y establos
y derribando árboles antiquísimos que acababan invadiendo las
carreteras.
Aquella tarde fue uno de esos
días . Los caballos se encontraban pastando en la zona vallada anexa a los
establos y una de aquellas temibles
tormentas comenzó de golpe con toda su furia , descargando agua en cantidades
ingentes y descontrolada electricidad capaz de iluminar varios kilómetros a la
redonda .
En la casa , se dio orden de
guardar a los animales y cerrar bien los cajones y los establos. Richard , en
el lago cercano a la casa, disfrutando
de un momento de descanso y asueto, se despertó con el estruendo de uno de los rayos . Corriendo hacia la casa vio como dos hombres
trataban de guardar los caballos en el establo , pero al tratar de ayudar , uno
de ellos le gritó : “ ¡la Srta . Emma! “. Extrañado por no entender a qué se
refería , instó a ese hombre que le explicase y el trabajador , muy agobiado , debatiéndose
entre el viento , el agua y el caballo asustado que trataba de introducir , le señaló con una de las manos hacia la colina
cercana . Dándose por enterado , le arrebató al trabajador el mismo caballo que
sostenía con fuerza y sin ensillarlo lo montó, dirigiéndose hacia el lugar que aquel
hombre le había indicado.
Tirando de las bridas y
agarrado a sus crines , Richard provocaba al animal para que acelerase cada vez
más su cabalgada pendiente de todo cuanto
sucediese a su alrededor a fín de poder ver dónde se encontraba la pequeña con un resultado
a priori infructuoso .
Deteniéndose por momentos , casi sin visibilidad , gritaba
su nombre para que pudiera escucharle sin conseguir ningún resultado favorable . En
un momento dado a su mente vino algo
que ella le hubo dicho una vez sobre un lugar dónde ocultarse . Un lugar que
sólo ella conocía .
Dirigiéndose a él, encontró
una pequeña cueva debajo de un gran olmo centenario . Se bajó del animal y lo
acercó al hueco de la misma lo más que
pudo . El nombre de la niña volvió a ser pronunciado ante la inmensa oscuridad que tenía en frente
suya acompañándole sólo su eco. Un nuevo intento , el último antes de
proseguir la búsqueda , arrojó el mismo
resultado . Desesperado por encontrarse sin opciones , apenas anduvo dos pasos
con el animal para proseguir su búsqueda
cuando el ruido de unas piedras moverse le hizo darse la vuelta . La
inmensa alegría y tranquilidad que sintió al verla bien y haber acertado el sitio , aquel
pequeño secreto que sólo ambos conocían , hizo que una sonrisa se reflejase en aquel juvenil rostro.
Volviendo a amarrar al animal
, se acercó hasta ella comprobando que
sus ropas y el cabello se encontraban mojados y que debían llevar mucho tiempo en
ese estado a juzgar por los continuos temblores que manifestaba su pequeño y frágil
cuerpo , tanto como para doblarse sobre
si misma del dolor que le producía el frío reinante . Cogiéndola por los
hombros, se introdujeron en el oscuro
interior dónde apenas llegaba un hilo de
luz pero no así el viento o el agua ,
sentándose ambos en el suelo , en una de
las pocas zonas secas junto a una de las paredes , estrechándola contra su
pecho y abarcándola con ambos brazos para darle algo de calor .
Las horas pasaban de forma angustiosamente lenta y aquel temporal no amainaba . Viendo como la poca luz que les llegaba hasta
donde ellos estaban iba desapareciendo , engrandeciendo la oscuridad reinante ,
lo único en lo que podía pensar , mientras ella dormía en su regazo, era el
recibimiento que le ofrecería el señor de la casa , consciente como era , de
los tiempos de juegos prohibidos que se
tenían ambos y lo que podría pasarles por ello .
Horas que sólo acrecentaban el cansancio acumulado
y que provocaron que él también se durmiese , abrazado a ella , formando una
curiosa figura sin líneas definidas , en las que una maraña de cuerpos se
reducía a uno solo , sin principio y sin
fin.
Sólo la luz del sol, a la mañana
siguiente , trajo la paz a una tierra mojada cuyo frío se introducía en los poros de la piel invadiéndolo todo. Tras tratar de recolocar
unos brazos dormidos y dolientes , se
quedó un buen rato disfrutando de un pequeño y pálido medio rostro apoyado sobre
una de sus manos , encima de su pecho, a la que , con cuidado , retiró parte
del cabello que se la cubría para verle su rostro angelical , tranquilo.
Aspirando profundamente
decidió despertarla con cuidado . Había llegado la hora de marcharse , de regresar
a la casa a expensas de esperar cualquier cosa como recibimiento , aunque de lo
que estaba seguro es de que nada bueno depararía el mismo.
Tras cabalgar durante una hora
y hacerlo con la precaución que requería el terreno después de lo acaecido
durante la noche , llegaron a vislumbrar la casa y los establos a unos cientos de metros . Conforme se
acercaban a las caballerizas , con ella sentada a horcajadas delante suya y
protegida por sus brazos , las figuras omnipresentes del patriarca y tres
hombres más de la cuadrilla de trabajo de por aquel entonces , se iban haciendo
más grandes y nítidas .
Llegados al lugar , uno de
aquellos hombres le arrancó las riendas
de la mano tan bruscamente que casi tira a Emma del caballo. Obligada a bajar
ante la orden de su padre , un serio progenitor que se acercaba a ellos y que se detuvo frente a ella , hizo
que se parase y alzase el rostro para mirarle . El sonido de un inquietante y
fuerte bofetón que nadie esperaba , sobresaltó incluso a los hombres presentes
allí que vieron como el cuerpo de la
chiquilla se tambaleaba hasta casi caer al suelo.
Saltando del caballo dispuesto a
enfrentarse al viejo por aquel
abuso, el mismo hombre que aguardaba con el caballo se lo impidió
atravesándole el otro brazo sobre el pecho. Un “ Será mejor que te tranquilices
chico o tú serás el siguiente y no será
tan benévolo “, fue escuchado por su parte en un tono muy bajo , asegurándose de
que no llegase a oídos del patrón.
Tras correr hacia su
habitación a expensas del consiguiente castigo que su padre le impusiera , el
viejo patriarca , con una fusta sostenida en la otra mano , se acercó a un
joven Richard furioso e incontenible que
no apartaba sus ojos de los de aquel hombre , pasase lo que pasase.
El rápido silbido al que
seguiría aquella quemazón inmediata y persistente en el cuello , con una piel
que se enrojecía y exaltaba más por momentos , dejó la seña de aquella maldita
fusta en él y lo que era peor aún, el recuerdo imborrable de lo que era el
resentimiento , algo que él no había conocido hasta entonces.
Un vago pero letal recuerdo que hacía que Emma
tuviese más presente aquel vínculo que le unía a Richard , algo que sólo ellos
conocían en su más exasperante intimidad .
Deteniendo el coche junto a la
puerta de la casa , los tres se dirigieron a los establos para mostrar al nuevo
invitado no sólo su principal lugar de trabajo sino además dónde habría de
pernoctar .
La estancia , por la que se accedía
a través de una escalera de caracol de madera ,
se encontraba encima justo de los cajones para los caballos . Un espacio abierto , grande , que antiguamente se usaba para guardar la
paja y así protegerla de la humedad y
las inclemencias meteorológicas, pero fuertemente aguerrido a las paredes a través de todo un entramado de gruesas vigas y anclajes de acero que fuesen capaces de
sostener el suficiente peso de lo que allí sería guardado.
Apenas unas horas harían falta
para adecentarlo y siempre podría contar con el resto de la cuadrilla de
hombres o parte de ellos al menos para acelerarlo todo y que pudiera disponer
de él en el menor tiempo posible .
Una escueta explicación de las
labores , dejada en su extensión posterior a quién mejor podría indicarle y que
se convertiría en su superior a partir de ahora , sobre todo en cuanto a los
horarios a los que tendría que ajustarse se refiere así como las reglas de convivencia . El por qué
se le destinaba a ese espacio y no a la cabaña de los hombres tenía una justificación de peso , la misma, había sido mandatada construir por el
patriarca ex profeso cuando aquel grupo
de trece hombres se incorporaba de forma definitiva al trabajo en la finca ,
sin que cupiera nadie más salvo que se produjese una baja .
Thomas aprovechó que la “patrona”
le narraba todo lo que debía ser la nada especial bienvenida para visualizar el estado de todo cuanto le
rodeaba , dándose cuenta de que todo
aquello había pasado por tiempos notablemente mejores dada la calidad de los
materiales que podía apreciarse a simple vista . Sin embargo , ahora , el paso
del tiempo y las inclemencias así como
una fuerte falta de atención y mantenimiento habían hecho mella en una
propiedad que debió resultar muy floreciente en otra época.
Apurando su tiempo con una
vista rápida a su reloj , Emma decidió dejar a ambos hombres solos y volver a la casa para revisar una
documentación. La visita del Sr. Reder, el abogado , se produciría esa misma
tarde , apenas en una hora , y a la par
que él aprovecharía para ponerla al día sobre su contabilidad ésta debía
comunicarle las nuevas adquisiciones y acciones a llevar a cabo en los próximos
días .
Solos por fín, con un Richard
tenso que prefería mantener las distancias
desde la puerta de los establos para asegurarse de que ella no volviera , los intentos de Thomas por suavizar la
situación podían llegar a representar un
auténtico calvario.
-
¿Qué diablos haces aquí?- La pregunta por parte
de Richard , formulada en aquel tono seco, serio y muy molesto no aventuraba nada bueno , aún después de
tantos años de no verse - .
Tanteando el terreno que
pisaba , Thomas intentó mostrar su cara más amable .
-
Se lo he dicho a ella , estoy de paso .
-
No has debido venir , aquí no y menos
ahora ¿No tenías a “tus amigos” para
recurrir a ellos?
“Sus amigos “ . El sarcasmo
elevado a grados de insostenibilidad . Aquella actitud de su primo reflejaba
amargura más que simple molestia y las causas ya se conocían por ambos.
-
No. No he podido recurrir a ellos , si no ¿crees que hubiera venido hasta aquí? Oye
Richard - éste le interrumpió impidiendo
que continuase acercándose sólo con girar su cabeza hacia él -.
-
Si alguien te reconoce … Si alguien
llegase a saber quién eres en realidad …
¡Primero acabaste con tu madre y ahora pretendes acabar con el resto de la
familia!
Bajando su cabeza , mirando al
suelo mientras trataba de respirar hondo , aquella afirmación por parte del
capataz no era la primera vez que se la escuchaba decir y sin embargo , el dolor con el que la
manifestaba no había variado un ápice . Tratando de conservar la calma , al
menos para no alterarle más de lo que estaba , continuó hablando con la
esperanza de darle algunas respuestas a preguntas que no realizaba , aún.
-
Londres ya no era seguro y no podía volver a
Irlanda . Las cosas se han complicado mucho en los últimos meses . Scotland
Yard … Richard – se arriesgó a acercarse
con sumo cuidado – sólo será durante un tiempo . Sé que no debí venir
dadas las circunstancias pero no tenía más salida que estar con alguien de confianza . Estoy
esperando que me avisen , un pesquero contactado
por un amigo me recogerá en cuanto me avisen
y me llevará hasta un carguero , entonces ya no volverás a verme , pero
sólo necesito algo de tiempo y un lugar seguro.
Marcharse y desaparecer , lo
que siempre pensó Richard que él debió hacer
desde hace mucho tiempo , por el bien de todos cuanto le rodearon
entonces y aún seguían preocupándose por él.
Tarde de resignación y de
recuerdos . Tarde para no olvidar y reestructurar todo lo que habría de venir .
Con su mirada de nuevo hacia el exterior
, hacia todo cuanto se le mostraba , algo más calmado, se recompuso y se
dispuso a mostrarle las reglas básicas .
-
Está bien , pero tendrás que seguir las
indicaciones al pie de la letra y no actuar jamás por tu cuenta o juro que no esperaré a que Scotland Yard te encuentre ,
te mataré con mis propias manos .
Aquella muestra de talante
irlandés era la forma más clara de darle una bienvenida por todo lo grande .
-
Mandataré a dos hombres para que nos ayuden a
arreglar la parte de arriba para que
puedas hacerte con ella esta noche . Por lo demás , te levantarás antes que
nadie , a las cuatro y media , te encargarás de limpiar las cuadras y pararás a
las cinco y media para desayunar con
nosotros en la cocina de la casa a la que por cierto se entra por su propia
puerta , no se te ocurra jamás hacerlo por la principal . Después
bañarás y cepillarás a los caballos , que llegarán mañana por la mañana temprano y acondicionarás los establos
, y si después de eso te sobra tiempo ,
porque aquí no cabe la ociosidad , al
menos de momento , nos echarás una mano a mis hombres y a mí, hay mucho por hacer
y todo debe estar listo y operativo lo antes posible.
Casi sin aire y con aquella seguridad que manifestaba , Thomas no pudo evitar sonreírle ,
lo que pareció incomodar de nuevo a su primo.
-
¡ Oh no! Esa maldita costumbre tuya , como
cuando éramos niños ¿De qué se supone
que te ríes ?
Tratando de aguantar sin poder
evitarlo , los viejos recuerdos se mostraron muy presentes .
-
Te estaba escuchando y viendo y a mi mente venían los recuerdos de cuando éramos
críos y tú siempre querías llevar la voz
cantante en todos nuestros juegos . Aún recuerdo a mi madre llamarte la atención
cuando yo hacía alguna trastada porque se pensaba que tú, siendo el mayor y el
más responsable y serio , debías asegurarte , vigilándome , de que la mitad de
lo que yo hacía no se produjera .
Aquello le enterneció. El
recuerdo de aquella mujer de pelo cano , más joven que su propia madre , con
aquel carácter dulce y afable que él siempre admiró y que cada vez que se
encontraban juntos en su casa les servía galletas recién hechas y leche a los
dos , hizo que sus ojos se humedecieran dándose
la vuelta para que Thomas no le viera .
-
Yo también la hecho mucho de menos Richard .–
le puso una de las manos en un hombro – Al menos tú pudiste estar con ella
cuando …murió. – Una voz quebrada y
llena de sentimiento –.
Richard se dio la vuelta hacia
él y el envalentonado joven había
desaparecido mostrándose más vulnerable que nunca .
-
Ella nunca dejó de quererte Thomas y la única pena con la que se fue era no verte
libre y lejos de aquí y de todo en lo que estabas metido. Aquello la estaba
destrozando por momentos . Ocultar la verdad sabiéndola , los registros e
instigamientos policiales en su propia
casa , a todas horas , las detenciones por sorpresa y las interminables horas
en comisaría y todo sin saber siquiera si estarías bien o si te habría pasado
algo . Tus ideas , tu mundo , acabó con la salud de tu madre y
dividió a la familia . Thomas , - cogiéndole por ambos hombros y mirándose
fijamente a los ojos – nadie debe saber quién eres , lo qué eres o lo que has
hecho , nadie . Si te descubren , ni yo podré ayudarte .
Thomas sólo pudo bajar su cabeza y asentir . Sabía que su
primo tenía razón y que por encima de todo se trataba de supervivencia , pero
¿cómo afrontar toda aquella pesada losa incluyendo la insuperable muerte de su
madre a la que siempre amó por encima de
todas las cosas ?
-
No habrá problemas , te lo prometo y además , sé
que aquí no me buscarán . Tú y tu madre os mantuvisteis alejados de todo e hicisteis bien . – le respondió con
honestidad-.
-
Aun así conviene no arriesgarse . Avisaré a los
hombres para que nos echen una mano con lo de ahí arriba – señaló con la cabeza
al espacio que se convertiría en breve en su nueva residencia , pero antes
de acudir a ellos se acordó de algo imprescindible que el otro
no debía olvidar - ¡Ah, por cierto! Se me olvidaba la última regla , la más
imprescindible , especialmente si de verdad quieres evitar problemas .
-
Tú dirás
- le respondió Thomas absolutamente intrigado por el tono empleado por el capataz- .
-
Mantente alejado de la otra Srta . Aldrich,
Alice , la hermana menor . Es un peligro con piernas y sólo busca problemas que
siempre termina encontrando .
Thomas no pudo evitar sonreírse
por tal indicación, pero el gesto serio de Richard , le puso en sobre aviso de
que hablaba en serio .
-
No es broma Thomas . Mantente alejado . Es una
mujer tan provocadora como lista y sabe lo que hace y cuándo lo hace . Además
si la Sra. Bowman te descubre acercándote
a ella demasiado te arriesgas a algo más
que una reprimenda o que te eche .
Y con aquella seguridad y
determinación , un tono particular y curiosamente jocoso invadió la voz de un
Thomas al que le apeteció saciar su vena traviesa con su primo.
-
Y.. La Sra. Bowman ? ¿También tengo que tener cuidado
al acercarme a ella ?
Un gesto determinante en los ojos de un Richard que le sacaba una
cabeza de altura y dos cuerpos de anchura
y que cerraba uno de sus puños
pensando que Thomas no le vería fue la mejor respuesta posible que recibiría al respecto.
-
Cuidado Thomas , pasarse de listo en esta
ciudad sí tiene sus consecuencias . Iré a avisar a los hombres .
Una clara advertencia sobre
quién se convertía en un terreno vedado , a priori .
Ana Patricia Cruz López
Todos los derechos reservados
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