Ya no queda nada ,
más el tiempo nunca jugó a nuestro favor .
El reloj, dejó hace mucho de marcar las horas ,
de acompañarnos con su tic tac tan musical .
Ya todo parece dar lo mismo ,
hacer o no hacer ,
hablar y no saber escuchar
parecen eternos compañeros de viaje .
Sentir y no darse cuenta ,
no afligirse y hundirse por la verdad,
elevar al voz pidiendo perdón
equivale a un te quiero según la lengua de no sé quién,
sentiré la piel desgarrarse, igual a una caricia supuestamente deseada.
No, ya no queda nada ,
nada a lo que aferrarse para sentir que continúas a mi lado .
El viento ya me hubo advertido
que todo pasaría
y que el dolor dejaría de molestar
que el nuevo amanecer estallaría en luz
y que tú, sólo serías un vago recuerdo ,
y el viejo viento no se equivocó ,
amaneció y el sol saludó una
mañana más
otorgando su calor
y yo , desperté … sola .
Desperté sola
y el vago recuerdo nunca dejó de cobrar vida
en forma de lamentos engarzados
entre las perlas de unas lágrimas sin testigos,
en forma de caricias que aún podía sentir
ocultando los malos momentos ,
en forma de voces discordantes y órdenes de silencios
cuyos besos aislaban toda
posible reacción.
Desperté sola
y el vago recuerdo
con el que me hube dormido aferrada
,
no dejó nunca de reaparecer porque en realidad jamás se había ido,
y aquella sensación de ahogo y asfixia que mi pecho presionaba
aún sigue estando ahí , sin remedio ,
sin que nada ni nadie pueda evitarlo
mientras no pueda dejar de echarte de menos ,
mientras no pueda dejar de pensar en ti
como el más hermoso y siempre eterno recuerdo.
Ana Patricia Cruz López
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Cuando la pérdida de un amor deja tanto vacío es que ese amor fue muy grande... SIEMPRE
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