LA MUJER DEL RETRATO
Y todo pareció volver
a aquella cafetería , a la mesa donde ambos terminaron sentándose y en la que
ella recibía el libro con aquella dedicatoria inolvidable.
Apenas dos palabras o
quizás tres bastaron para desencadenarlo todo . Una mirada , la primera , durante el intercambio , y ya
sabían que aquello era inevitable .
Sin embargo no fue un encuentro casual . Adam
acostumbraba a pasear todos los días por
esa zona , sobre la misma hora , sentarse en la misma cafetería e incluso en la
misma mesa . Una costumbre nada gratuita
que escondía un objetivo muy claro , conseguir modelos a las que poder
esculpir y es que a ciertas horas, la zona se llenaba de jóvenes y no tan jóvenes que
buscaban un momento de asueto y relax con el sonido del río de fondo y los
puestos de libros de segunda mano como telón a una tarde enigmáticamente
perfecta , improvisada o no.
Aquel día , la víctima
propiciatoria perfecta fue ella , una Esther enamorada de la ciudad pero cuya
agenda no le permitía tantos entretenimientos ni momentos para ella misma. Un
rostro cuya aplastante familiaridad le llevó a tratar de
ubicarla hasta que lo logró .
Un largo paseo tras un
par de cafés , unas sonrisas intercaladas y una conversación de lo más cotidiana
, ambiente perfecto para lo que ya había surgido sin que ella se diera casi
cuenta porque para él , todo formaba
parte de un plan perfecto o casi.
Conforme las horas
pasaban y la confianza y la seguridad se iba haciendo sobre su terreno , Adam
encontró el instante preciso para invitarla a su estudio aprovechando su
curiosidad para con sus obras .
Aún la luz de la tarde
, con una palidez distinta y colores chillones
para variar , engrandecía la distinta tonalidad de las maderas que
cubrían el estudio por completo . Los
cristales de la claraboya , laminados , parecían cortarse como pequeños
diamantes cruzados , sin forma, otorgando a las piedras , conformadas ya en
esculturas y a las que aún estaban en proceso , todo un halo de infinitas gamas de color que
vibraban con cada roce y en cada cruce.
Adelantada a él , el
sonido de la puerta rodar por el rail y su apresurado y bronco cierre hizo que
se sobresaltara. Su presencia pasando por su lado sin dejar de mirarla durante
largo rato , sus penetrantes ojos
sabiendo lo que querían y dejándoselo claro , lejos de confundirla , le
atraía.
Su seguridad a cada
paso dado , la que demostraba a la hora de hablarle de su capacidad para
plasmar en las obras lo que veía , en la forma de explicarle como la piedra
puede ser acariciada y sentida de la misma forma que la piel colmando de gozo a quién tiene la suficiente
capacidad para imbuirse con ella … todas aquellas palabras tenían un sentido
diferente por sí solo .
De todos los artistas
que ella había tenido la oportunidad de
conocer y de relacionarse , éste poseía
un carácter especial . Capaz de entenderla en cuanto a su grado de apasionamiento , el
éxtasis al que se llegaba mediante la creación de una obra , sólo requería una
especial cualificación sensorial y un poco de locura mal entendida si se hacía
pública . Lo que para algunos era simple excentricidad , para algunos artistas
era una parte más de vivir la vida al extremo , sin límites ni fronteras
impuestos por los convencionalismos .
Cada movimiento de sus
manos , Adam lo convertía en arte en estado puro , arte creador de vida , de
sentimientos , de amor por lo que se hacía y por expresar lo que su alma quería
entregar a quién deseaba recibirla .
Para Esther , aquellas
obras que, terminadas , tocase tras pedirle permiso , supusieron el culmen de
una simbiosis mutua .
Mientras apoyaba su
mano y el frío de la piedra iba desapareciendo , quiso sentir esa conjunción
cerrando los ojos .
El calor de un cuerpo
en su espalda , una mano que lentamente
se deslizaba por su cintura mientras su otro brazo era acariciado por la misma
persona hasta llegar a su mano . Un aliento cálido en el oído y un leve susurro
del que emanaban las siguientes palabras : “ No los abras , sólo siente “, y
sin que aquel calor desapareciera , sin que dejase de sentir su rostro junto al
de ella , cogiendo su mano extendida sobre la piedra , deslizó la mano al
llegar sobre ella situando sus dedos entre los de ella , sin cerrar .
Dejándose llevar por
él , su mano fue guiada por cada línea de piedra lisa y sensible que oscilaba
de forma casi imperceptible por medio de cada hendidura. Su piel junto a la de
él , conformaban la unión perfecta , la plena confianza hacia un desconocido
que no lo parecía tanto en el fondo , con alguien más parecido a ella de lo que
nunca había creído encontrar .
Era tan fácil sentir
ese éxtasis del que Adam le había
hablado … Sumergida en aquel viaje maravilloso donde los sentidos
oscilaban y se acababan encontrando , el calor de su aliento fue sustituido por
el de sus labios mientras aquella penetrante voz continuaba susurrándole en
mitad del silencio : “ Siente su manto
como una segunda piel , cada caricia como tuya , siente su interior
estremeciéndose como si fuera el tuyo .”
Danza indescriptible de ambas manos recorriendo aquel cuerpo
perfecto de piedra esculpida con una vida dada por el alma de su creador .
Sentir cuando ya no se siente porque no pareces de
carne y hueso y tu mente está a kilómetros de distancia . Sentir como tu cuerpo se apoya en el que te lleva por este
sendero de encuentro consigo mismo y
simplemente dejas hacer a su voluntad porque la tuya es incapaz de reaccionar.
Sólo cuando Adam creyó
que había llegado ese momento , cuando pudo apreciarlo en cada una de las aspiraciones que sentía en
su vientre , relajas , pausadas , lentas , hermosas , la mano que la sostenía por la cintura comenzó
a desplazarse buscando su otro brazo libre y flácido , esperanzado porque esta
creación de la que ahora disfrutaban ambos
pudiera continuarse al menos un poco más , que la ilusión de que la
realidad y la cordura , que su mayor
enemigo , el raciocinio, no se apoderase de ella alejándola de esto que
comenzaba a construir y dónde Esther era la protagonista .
Colocándole ambos
brazos en alto , comenzó a bajar
lentamente la cremallera lateral de la falda pero se vio interrumpido. Le
observaba . El mundo de divina
ensoñación había desaparecido . La realidad le había ganado la partida.
…………….
Ese recuerdo oscilaba
una y otra vez sobre su cabeza . Los rostros acusadores de aquellas estatuas
parecían apuntarla con armas de doble y cortante filo asestándole ese duro
golpe una y otra vez .
Tanta entrega , tantas
sensaciones unidas en lo que para ellos , en ese instante , siempre fue un solo
cuerpo . Tantos sentimientos sin necesidad de encontrarse porque ambos parecían
llevar buscando toda la vida y por fín encontrarlo.
Todo para terminar de
aquella forma .
Ni ella podía imaginar
tanta desazón como el del día que fue deportada de forma extraoficial tratando
de ocultar lo que pasó a los anales de la embajada británica como un serio
conflicto diplomático. Una llamada para solucionarlo , una llamada de auxilio a
la única persona que sabía que no le fallaría y que de pronto, hacía caer todo su castillo de
sueños como arena llevada por las aguas .
Esther no había podido
borrar la sensación de angustia en el Aeropuerto tras verle en el cristal y saber que no haría
nada por evitar su marcha y tampoco pudo
olvidar sus palabras dichas tras leerle los labios , aquel “ te amo “ con sabor
agrio y olor a podredumbre que la consumiría , no sólo ese día , sino durante los meses venideros.
Aquellas esculturas ,
no siendo las mismas de entonces , le recordaban que aquel lugar en el que ella
se había sentido nacer y morir al mismo tiempo , aquel maldito y bendito día , lo había sido y era todo para ella , pero que
al igual que le cambiase la vida , acabó marcándole la relación con el único
hombre con el que de verdad deseaba
estar y aislarse de todo .
Adam no necesitaba
explicaciones tras ver su rostro y el reflejo de sus adentros en sus ojos , eso
bastaba para comprender que el dolor aún causaba resquemor y hacía sangrar unas heridas que él mismo había
provocado y de las que no podía dar cuenta , al menos no aún y sin embargo , sus sentimientos por ella no
habían cambiado , al contrario, la ansiedad por pertenecerle , por sentirla
suya de nuevo , sólo se habían
acrecentado en el mismo instante en el que Christopher le hubo relatado el plan
era consciente de que tendría que encontrársela , que atraerla tras el
primero realizar las llamadas oportunas
a sus contactos y convencerla de que era la mejor opción de trabajo en años .
Una tentación
perfectamente estudiada , la posibilidad
impagable de cerrar el más duro capítulo de su vida y en el que Joseph jugaría el otro gran papel
abriéndole las puertas que necesitaba y
que ella , anteriormente , se había encargado de cerrarse .
Un elemento personal
que culminase el enganche aunque la posibilidad de que no funcionase estuviera
presente , claro que , no sería la primera vez .
El artista por
excelencia encantador de serpientes y de
incrédulas resultaba el papel más acorde que podía otorgársele, y si conocía a
la víctima , el plan tenía todos los visos para concluir perfecto , pero ¿cuál
era el fallo con el que no quisieron
contar pese a las reiteradas advertencias de Adam a sus otros socios ? Para
Joseph , la inestabilidad emocional de un tipo del que no terminaba de fiarse
le incomodaba en exceso . Necesitándose una cabeza más frío que el hielo y las
ideas claras sobre el objetivo , el excesivo sentimentalismo del tercero en
discordia le exasperaba al ver en ello una posibilidad nada remota de fracaso
. Para Adam , la subestimación continua
de una mujer como ella , de su capacidad para investigar y de su innata
curiosidad por saber amén de sus propios contactos , no muy numerosos , pero sí
importantes y destacados que la ayudasen, hacía peligrar todo el plan . Si a
eso sumamos este nuevo giro que el
germano por excelencia había decidido llevar a cabo sin contar con la
anuencia o conocimiento de los otros dos , la no consecución del resultado , el
derrumbe de todo este entramado que tantos años costó planear se avenía más que inevitable.
Adam la observaba y
pensaba en cómo podía haberse dejado convencer esta vez . En las anteriores no le importó tanto, total,
eran desconocidas , sin familias ni
recursos , sin posibilidad de salir adelante y cuya propuesta , les salvaba
algún tiempo .
Para el artista , la planificación
se tornaba fácil . Algunas palabras bien usadas , un despliegue de encantos
personales asentados con el tiempo y una
capacidad de vender seductores
“productos” incapaz de dejar indiferente a las víctimas adecuadas , pero ella…
Viendo la imposibilidad
de actuar de la misma forma con alguien que lo conocía bien , advirtiéndolo,
fue Christopher el que convenciera al
“manda más “ alemán para que lo
introdujera , total, ya había trabajado con él representándole y sabía , nada más verle , que dotes no le
faltaban para ostentar y ejecutar el papel de su vida , pero ¿ y Adam?.
Viéndola en el suelo ,
con el llanto contenido , en su interior
deseaba terminar con todo , contárselo , decirle la verdad o simplemente
olvidarlo todo y hacer que volviera a mirarle con los mismos ojos buscones y
desesperados con los que añoraba ser
encontrado y, sin embargo, sólo veía
dolor y angustia en algo que se la reconcomía una y otra vez .
Girando su cabeza
hacia él, sólo logró ver sus ojos , el resto de su rostro permanecía oculto
tras sus brazos , apoyados éstos , a su vez , sobre sus rodillas .
Humedeciéndose los
labios al sentirlos casi agrietarse ,
con la voz rota y sin casi poder pronunciar palabra , necesitaba preguntárselo
de nuevo aunque la respuesta fuese la misma .
· ESTHER : ¿Por qué ?
Reteniendo las ganas
de llorar por la impotencia que sentía , su interior le gritaba que limpiase su
conciencia pero por fuera , su fría
mente , sabía que no era buena idea y
más con u Joseph indomable e impredecible .
· ADAM: Vuelve a Inglaterra . – Se puso
en píe dándole la espalda mientras se dirigía a la cocina - Abandona ahora que puedes. No merece la pena .
Aquello la enfureció
sin pre aviso. Sabiendo lo importante que era para ella todo aquello en lo que estaba
metida lo menos que esperaba es volverle a escuchar que debía marcharse.
Sin tan siquiera
acordarse de que sus ropas andaban desabrochadas , se incorporó y fue hasta
dónde él se encontraba parta reclamarle .
· ESTHER : ¿ Eso es lo único que
piensas decirme ? – visiblemente alterada no se percataba de su desnudez - ¡ Porque
últimamente te repites en demasía !
Apoyado sobre la alta
encimera en la que habían comido
instantes antes , la rabia le hacía aferrarse a ella con ambas manos y a
no girarse .
· ESTHER : ¿Qué tienes tú que ver con
el tipo alemán Adam? ¿Por qué dejó de patrocinarte? Si es que lo dejó alguna
vez .
· ADAM : Déjalo Esther , te lo pido por
favor.
Pero ella , cada vez
más cerca y enrabietada , más eufórica y fuera de sí , lo continuaba provocando
con cada palabra que le escuchaba pronunciar .
· ESTHER : ¡Me llevaste hasta él vendiéndome sus
delicias como fuente informativa , sabiendo de lo que era capaz !
· ADAM : Esther , ¡para !, ¡ Deja de
hablar de él!
· ESTHER : ¿Por qué Adam? – y los puños
de él se enrojecían al rozarlos cada vez con más fuerza sobre la madera – ¡Jamás
he sentido tan malas vibraciones con nadie y ese tipo me da hasta escalofríos y tú me entregaste a él ! ¿Qué estás ocultando Adam?
Dudoso entre girarse o
contenerse , trataba de no pensar en ese instante , trataba de no escucharla ,
pero aquella voz , aquellos gritos instigadores , saber de su cuerpo
semidesnudo cerca de él, así…
· ESTHER : Pero ¿Sabes quién es en
realidad ? ¿ Lo has sabido alguna vez ? ¡Contéstame!
Aquel último grito
exasperante hizo que estallase dándose
la vuelta y cogiéndola por el cuello
hasta empujarla de espaldas a la
encimera , justo dónde él apenas acababa
de permanecer apoyado.
Sin medir la presión
que ejercía , sólo el sudor que comenzaba a descender de su frente y la sensación de asfixia sumado al ruido de
sus intentos constantes porque el aire pasara y él la soltara , hicieron que
reaccionara a tiempo golpeando con la misma mano en filo de la madera.
Encerrada por ambos
brazos de él, sin atreverse a salir ni quererlo , con la respiración entrecortada esperó su siguiente movimiento.
Aquellos ojos inmensos
, omnipresentes , se alzaron centrándose en sus labios entre abiertos mientras
ella pareciera esperar algún tipo de reacción por su parte .
Cerrándolos, le tapó
la boca con una de sus manos . No quería escucharla , no podía ni verla
respirar así por su culpa y sin embargo,
sentir la suavidad de sus labios entre sus dedos sólo
le provocaba . Le excitaba pensar que era esa mezcla de agresividad y
desesperación naciente era todo lo que
ambos requerían para entregarse , lo que
les despertaba el instinto más animal dejando a las personas que eran completamente olvidadas.
Haciendo rodar la mano,
sin tan siquiera mirarla , le introdujo parte de los dedos para sentir de nuevo
aquella satisfacción con la cálida humedad de aquella cavidad . Una inmovilidad
inicial que acabó correspondiéndose para su sorpresa cuando cerró sus dientes
sobre ellos provocándole que la mirase .
Tras el dolor inicial
vino la suavidad de unos labios que sentían como aquella parte de su ser ,
humedecida , buscaba anheladamente sus pechos mientras su boca devorada la de
ella sin casi tener tiempo para
respirar.
Tratar de tocarle
resultaba imposible . Presa de un codicioso apetito tan real como que era el
cuerpo de Esther el que volvía a tener entre sus manos , prefirió retenerlas a
ambos lados de su cuerpo, completamente estirados , de tal forma que sus senos
se alzasen en entrega pura hacia quien
se hacía con su sabor de nuevo .
Aspiraciones
prolongadas con cada delicioso y perfecto dominio de su boca sobre esa parte de su cuerpo , con cada sentir de
sus dientes rozar su piel , con cada
apretón consciente del que no era capaz de saltar hasta escucharle el quejido
de dolor , algo que solía venir acompañado de el estiramiento completo de su
cuerpo , con un cuello tan entregado como tensionado donde la tráquea podía dibujarse completa, en
advenimiento perfecto a él.
Manos que ya se
agarraban por si solas a los filos de aquella madera sin necesidad de retención
alguna mientras las de él buscaban hacerse con sus nalgas para alzarla y tenerla donde justo quería ,
con unos muslos que Adam buscaba que le
rodeasen por completo para , por sorpresa , mientras su boca continuaba con
aquel juego dolorosamente placentero dejando sus marcas en una piel que Esther
ya no era capaz de sentir , volver a
adentrarse en ella como antaño lo hubo hecho , para poder deleitarse con un rostro que forzaba a
que lo mirase a través de súplicas
rabiosas incontenibles porque siempre fue lo que necesitó, sentir su
excitación no sólo en lo más profundo de
su intimidad si no a través de sus
continuas peticiones de que no se detuviese , de sus temblorosos labios
reclamando los suyos como forma de saber que se ha perdido toda individualidad y que ya no se es uno mismo.
Cada vez que se
adentraba en ella, era su nombre lo que mentalmente venía a su cabeza . No era
un recuerdo , era real , tanto como para que el esfuerzo de cargarla con sus
brazos durante tanto tiempo ni se sintiese ni importase. No quería detenerse ,
no ahora , no quería que aquello terminase
porque cada vez que sentía aquel calor
en sus adentros , cada vez que los sonidos de su cuerpo , aquellos
gemidos rotos y entre cortados resonaban , más fuerza de flaqueza emergía de su cuerpo sólo por escucharla
rogar que se detuviese embistiéndola aún
con más fuerza , calculando los tiempos , como siempre , con calidad medida y
cuidadosa con la única finalidad de alargar
aquella infinita sensación de desasosiego y casi de desesperanza cuyo final no parecía culminar jamás , exclusivamente porque él no lo pretendía ni deseaba .
Era suya , más suya
que nunca y debía hacérselo saber de nuevo , y sólo el reinicio de su respiración
, agitada y brusca , las aspiraciones cortantes y la casi ausencia
de voz para pronunciar su nombre , provocaron que el ritmo de su cuerpo se
convirtiera en incesante y agotador
mientras las gotas de sudor detenían
su recorrido en su ropa . En un estado mutuo casi febril , con el dolor
haciendo mella en su resistencia y aun
así aguantándola hasta el final , el
sonido de ambos cuerpos uniéndose una y
otra vez al compás del emitido por la espalda de ella al chocar contra la
madera , hizo que en un momento concreto este último sonido se silenciara ya que apenas cobraba sentido separarse
demasiado , apenas quedaba espacio para el aire en aquel lugar donde ambas
intimidades se encontraban hasta que todo se detuvo , observándose , comunicándose de esa única forma que ellos entendían , diciéndose
todo lo que en su interior surgía , mientras el dolor comenzaba a hacer acto de
presencia , el físico y el mental , basado , éste último, en la sensación de
ambos de que lo que acababa de pasar sólo había sido un fatal error .
ANA PATRICIA CRUZ LÓPEZ
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RESERVADOS
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