LA LLAMADA DE LA SANGRE
CAPÍTULO DÉCIMO SEXTO ( Primera parte)
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TRISKEL CELTA |
La fiesta se alargó hasta bien
entrada la madrugada, y conforme las horas fueron pasando, el miso pensamiento
incómodo aturdía a dos de sus asistentes.
Desde el encuentro, Brian no
volvió a ser el mismo aunque tratase de
disimularlo. Ausente por ocasiones, se retiraba a la terraza, solo, acompañado con una copa en la mano , para tratar de huir
.
Esa era la sensación que a
Nagi le parecía transmitir.
Apenas sin querer
relacionarse, más serio de lo normal, aquel encuentro , desde luego, no le
había dejado indiferente, y pese a todo , aún tuvo el recato suficiente , de no
dejar a su invitada sola y acompañarla a su casa .
Un recorrido corto que se hizo
eterno bajo los silencios de ambos. Nagi, afectada también aunque por otras
circunstancias , intentaba sentirle en su interior con el único objetivo de
conocer unas respuestas a preguntas surgidas de improviso, a cuestiones sobre
un futuro que ahora parecía más incierto que nunca y con un inquietante cambio
de planes .
Una puerta que se cerraba tras
él pasar , y una personalidad que
abarcaba toda la estancia del salón con sus sola presencia , alentado
por la luz emanada de la chimenea.
Habiendo subido a su
dormitorio durante un instante para dejar algo en la mesilla de noche ,
descender por aquellas escaleras hizo que en su cuerpo , un halo de aire frío
la recorriera por completo, y éste, se recrudeció cuando hubo estado a los pies
de la misma, mientras contemplaba la escena que se le presentaba.
Como extraído de un cuadro
antiguo, la panorámica de la brillante luz del fuego de fondo, cuyo resplandor
iba suavizándose conforme el espacio se abría , dibujaba el contorno de la
figura varonil que , de pie, con una de
sus manos apoyadas en el espaldar de uno de los dos sillones situados justo en
frente y la cabeza baja . Un contorno
perfecto , cuya ropa podría sustituir al abrigo largo de paño de terciopelo y
el sombrero de copa , en una mente que se retrotraía constantemente.
Creciente ansiedad por
adentrarse en el mismo espacio y expectativa por lo que habría de encontrarse.
Estos eran los dos elementos que la llevaban , de forma cautelosa, al interior
de aquel recargado salón.
Dirigiendo su paso
directamente al mini bar, dispuso dos
copas. Una vez servidas, se acercó a él con la intención de ofrecerle la suya.
Cogido el vaso con determinación y sin que girase su rostro lo más mínimo
, apenas lo tuvo en la mano bebió un
sorbo largo y contenido , sin apenas respirar y sin nada que pensar.
Sus ojos, iluminados de forma
especial por el vivaz fuego, trasmitían amargura y dolor , pero su mandíbula ,
firme y endurecida , sobresaltada a través de la delineación en su piel, daba a
entender una rabia interior sumida en la impotencia más infinita.
·
BRIAN: Esperaba que hubiera tenido la cortesía
de aparecer esta noche.
·
NAGI: Ha debido regresar a la casa para ultimar
los detalles de la vuelta.
·
BRIAN: ¿Justamente hoy?
·
NAGI: No puedo justificar sus acciones , sólo él
sabe el por qué hace las cosas a su forma . Sólo sé que cuando desperté esta
mañana ya no se encontraba .
·
BRIAN: Difícil posición la tuya que debes de
representar esta parodia que llamáis matrimonio.
Su hiriente ironía , comenzaba
a denotar como la rabia que le quemaba por dentro amenazaba con salir , y con
ello, las peores armas conocidas en esta iniciática guerra verbal.
·
NAGI: No creo que deba ser calificado de tal
modo.
Como demostraba el paso de los
años, muchas cosas podían haber cambiado en él, sin embargo sin una sola mirada
, cada palabra suya , las dichas y las esperadas , continuaban cortando igual que un cuchillo.
·
BRIAN: ¿ Un hombre que bajo el escudo del
empresario ocupado, debe estar fuera de
su casa siempre y que al volver , de cara a los demás, se muestra afligido por
dejar sola o en manos de otros a su esposa? Si nos atenemos al papel de esposo estricto sensu, creo que le
viene muy grande , sinceramente. Pero mientras tenga a su abnegada esposa
detrás como un perro faldero, todo seguirá perfecto.
·
NAGI: Tiene gracia que precisamente tú hables de
otros como el perro faldero de un tercero.
Con una mano que apretaba con
fuerza el filo del espaldar del sillón
sobre el que se apoyaba , su rostro enfurecido
la retó, y ante la previsión de lo que se avecinaba, ella prefirió
apartarse.
·
NAGI: Vi tu cara . Vi como la mirabas.
De vuelta al fuego, y sin que
las venas exaltadas y sobresalientes en
la piel de su mano diesen señal de
disminuir un ápice la tensión generada, sobreentendió que la vieja herida
continuaba abierta.
·
NAGI: Pensé que lo echarías todo por la borda.
·
BRIAN: ¿Lo hice? – y volvió a mirarla de forma
posesiva y enrabietada - ¿Puedes tú decir si en algún momento no he ejercido el
papel que se me encomendó, el que me tocaba?
·
NAGI: ¡Ni siquiera viste a tu hermano y estaba a
su lado!
·
BRIAN: No te atrevas a ¡ mentarlo!
Aquel grito furioso final hizo
que se sobresaltara. El respeto que le
tenía , la obligaba a guardar las distancias
y a ser más precavida de lo normal, puesto que sus poderes, no debían
ser utilizados contra su persona .
·
NAGI: La cuestión, es por qué te encuentras mal, por qué tu cabeza sigue dando vueltas en
torno a la misma persona , si por qué realmente tus sentimientos no han variado
ni un ápice, o si a causa de ellos , sabes que has cometido el mismo error que previamente
realizase tu padre y eso es lo que no te perdonas. Amar algo prohibido por ley
y usurpar lo que por sangre te pertenece , cuando en realidad es otro quién
debe estar en su lugar sentado. La
cuestión Brian, es si podrás culminar todo esto en lo que tú mismo te has
metido y has metido a los demás, o te podrá esa parte humana que nunca quisiste
que te abandonara, que siempre has mantenido porque sabías que era la única
forma de continuar teniéndola contigo.
·
BRIAN: ¿Y tú? ¿Serás capaz de enfrentarte con esto que se avecina? – abandonando el puesto
defensivo, comenzó a acercarse a ella
mientras a Nagi sólo le quedó marchar hacia detrás sin quitarle la vista de
encima- Dices que viste mi cara, mis ojos , que ellos no mentían y que según tu
interpretación de los mismos, estuve a punto de echarlo todo por la borda, pero
¿y tú? – Cada nuevo paso dado por ella hacia su espalda, recortaba el espacio
disponible , mientras él, avanzaba sigiloso y amenazante - ¿Te ves lo suficientemente capaz de enfrentarte
ahora que sabes que no estará sola, qué es hasta harto posible que haya
recuperado sus poderes por completo o esté en visos de conseguirlos, qué goza
de una ayuda encomiable , a la que por cierto no puedes controlar ni predecir y
de al que desconoces su real alcance? ¿Por cuánto tiempo más lograrás
mantener a mi padre en su propia
ignorancia creyendo que realmente soy yo quién sufre de amnesia gracias a tus
trucos ? – Y su espalda llegó a la pared. Sin escapatoria, sintió como su
cuerpo era aprisionado por el suyo , y como su aliento se apoderaba de ella
mientras él, se detenía por un instante para olerla. – Hueles a miedo y a
desesperación, a pérdida anticipada y a vuelta al submundo del que no debiste
salir jamás. Sí, realmente espero que estés segura de lo que debes hacer ,
porque tu piel huele a sangre , y te aseguro que es solo tuya.
Y el aire volvió a correr ,
roto en su silencio por un vaso de cristal que terminaba astillado en mil
pedazos dentro del fuego , seguido del consecuente portazo.
Una planificación que se
desmoronaba por una sola imagen , la de un instante en una noche cualquiera ,
donde los sentimientos más agrios de tiempos pasados volvían a encontrarse y
toparse con la nueva realidad. ¿Previsibles? Sí. Nadie en esta historia sería capaz de asegurar que
todo lo acontecido hasta este momento no se veía venir y suceder , pero pese a
la naturaleza de los seres implicados , pese a aquellas ansias que los
desbordaban, la realidad humana que aún , en mayor o menor medida se conservaba
en sus naturalezas, les hacían imprevisibles e irracionales, capaces de cometer
errores sin control, de arriesgarse a olvidarlo todo por volver a sentir un
abrazo añorado desde hace tanto tiempo.
Planificaciones que se
modificaban, que variaban como lo hacían las mareas o las nubes en su recorrido
vital con el cambio de viento.
Improvisaciones cuasi
preparadas como alternativa eficaz , que sólo alguien incapaz de bloquearse
podría tener.
Unas maletas casi sin deshacer
que se concluían y cerraban, un coche que volvía en plena madrugada , sin
descanso previo , al aeropuerto de Hamburgo, y un vuelo, el primero disponible,
que los llevase de regreso a Londres, fue la única opción que les quedaba a
Kilian y a Casey.
Agotados ambos, sólo esperaron
el tiempo suficiente para reponerse en parte y continuar la marcha. En sus
circunstancias, ella no podría proseguir con aquello que creía que debía
hacer y eso lo sabía, pero el viaje al
que él se disponía a llevarla le resultaba
del todo inimaginable.
Al agotamiento intrínseco que
ya portaban , hubo que acumular el de las horas de este vuelo más el siguiente
y las posteriores horas de coche hasta Carlton Court .
Con una sola parada ,
realizada en el coche y por tanto sólo unas horas , fue él quien conduciendo
decidió el lugar . En lo alto de una colina , a media distancia de la gran
casa, pero desde donde podía observarse , bien delimitada por la frondosa
arboleda, la gran casona- hospital , con su cobertizo externo y el margen del
acantilado, y en el otro, los terrenos más allá del bosque conocido, su destino
final por ahora.
Apenas comenzando a amanecer ,
en el interior del vehículo ella lograba despertarse , y al abrir los ojos, al
no encontrarle en su interior, le buscó,
viéndole sentado en el capó. Abrigándose como pudo, se dispuso a salir mientras observaba como los primeros rayos de
sol , jugando con las formas de lo que en la tierra había , justo apareció partido a la mitad en su luz,
emergiendo de la frontera de la arboleda
en una suerte de perfecta delineación y proporcionalidad.
Sentada a su lado , ambos
observaron juntos aquellos primeros rayos de sol abarcarlo y hacerse con todo
de forma incontestable y rápida . Sin temor alguno a enemigos que pudieran
detenerle , el astro rey alargaba, imponente
, sus brazos otorgando la luz allí donde parecía reinar la oscuridad a sus
anchas , y como si de una bienvenida se tratase , con una brillo casi cegador ,
que a ellos aún no parecía molestarles.
·
CASEY: No has descansado.
·
KILIAN: Nunca he necesitado demasiado, además, alguien
debía velar la noche.
·
CASEY: Recuerdo que una de las historias que nos
contaban , era que los veladores de sueños
venían de aquel que era conocido como el lado prohibido, y que tras
vigilar atentamente, se hacían con los niños . Nunca creía cierta esa historia
, pero años después de que desaparecieras , un día que alguien volvió a
mencionarlo, el cuerpo se me quedó frío al atravesarse en mi mente esa vieja
leyenda.
·
KILIAN: ¿Alguien os contó su origen?
·
CASEY: No, ni recuerdo haber oído a nadie
comentarlo jamás. Se daba por supuesto su conocimiento.
·
KILIAN: Sé de alguien que te la contará al
completo y muy bien , pero para eso deberemos ponernos en marcha.
Presintiendo su nostalgia , al
mirarla , vio que se centraba de forma triste hacia la casa, y ella no tardó en
corresponderle .
·
KILIAN: Sé que no será fácil, pero debes
evitarlo.
·
CASEY: ¿El qué?
·
KILIAN: Tus sentimientos de antaño , aquellos
que renaces hoy con cada recuerdo y cada imagen, son tu peor enemigo porque son
tu mayor debilidad, y ellos lo saben, la casa lo sabe . Cuando vuelvas ahí
dentro, cada esquina , cada baldosa, cada madera de su suelo, te recordará cada
paso , cada palabra , cada… caricia vivida , sentida, como sucedió cuando
volviste . Debes aprender a controlar y no exteriorizar aquello que puede ser
un arma en tu contra en sus manos , y en eso, te aseguro que Morrigan es
demasiado buena cazadora.
·
CASEY: Eso forma parte de lo humana que llevo
conmigo, ¿cómo crees que podré olvidarlo y dejarlo oculto?
·
KILIAN: De la misma forma que tus poderes lo han
estado hasta ahora, aunque con la ayuda precisa , volverán a ti y aún con mayor
fuerza. Sólo necesitas confiar en quienes de ahora en adelante son los únicos
que pueden ayudarte. Tú tenías que culminar algo, para eso lo dejaste todo , y
yo te ayudaré a conseguirlo. Juntos y con alguien más que aún habrá de
incorporarse , te aseguro que nuestros objetivos se verán culminados.
·
CASEY:
Hablas de mi objetivo , pero aún no sé cuál es el tuyo, aquel en el que
se supone debo ayudarte.
Volviendo su vista al frente ,
su perfil parecía ser dibujado en tonos naranjas por un sol que lo engrandecía
y a la vez lo humanizaba. Sin saber qué proporción de defectuoso ser poseía su
cuerpo y qué de extraño ser su alma, aquella interrogante la perseguiría el
resto del viaje hasta llegar a su destino , aquel al que él estaba empeñado en
llevarla, aquel por el que debía pasar antes de enfrentarse de nuevo con la cárcel
de piedra sin barrotes y recuerdos con
dolor, entre cuyos muros habitaba lo
único a los que estaba verdaderamente unida por siempre.
KILIAM: Salgamos ya, nos queda
un largo camino y convendría llegar antes de que el sol comience a ponerse.
Incorporándose, ambos subieron
de nuevo al coche y éste fue conducido
por aquella carretera de tierra hasta encontrarse con una bifurcación . Dos
caminos a tomar , un instante de detención , y el de la izquierda fue el
elegido sin casi dudar.
Apenas unos quinientos metros
más adelante , el camino de tierra y piedras se rompía literalmente al verse atravesado por el enorme y viejo
tronco de un árbol .
Saliendo del coche a toda
prisa y dirigiéndose al maletero , ella le fue detrás. De su maleta
extraía una mochila muy compactada que comenzaba a extender y a abrir.
·
KILIAN: Abre tu maleta y saca sólo lo que
realmente sea imprescindible, lo meteremos todo aquí . Lo demás se quedará en
el coche. A partir de aquí debemos continuar a pie , y a paso ligero
preferiblemente .
Observando todo a su
alrededor, la consabida pregunta resultó necesaria.
·
CASEY: ¿Ya estamos en…?
·
KILIAN: Aún no. Cuando hayamos atravesado al
frontera , lo sabrás.
Con apenas tres cosas
consideradas imprescindibles , la mochila se completó y fue cargada a su espalda.
Con paso presto campo a través , se necesitaba mucha voluntad
y fuerza para seguir a alguien que pareciera más acostumbrado a este terreno
que a la ciudad, y aunque fuera cierto que seres como ella debieran estar familiarizados
con estos agrestes ambientes , la
pérdida de práctica por su parte era algo más que evidente.
Horas de camino incansable sin
más paradas previstas y el sol parecía no desistir de su calor . La humedad
reinante impedía respirar con normalidad, y en dos detenciones obligatorias ,
él tuvo que sacar la cantimplora para que bebiera , extrañándole no sólo la
ausencia de cansancio en él , si no que además, no le acompañara.
Un camino que parecía marcado
y seguro, y que ella no lograba divisar con tanta claridad
de mente por más que lo intentase . Arboleda inmensa que era atravesada en
aquel preciso instante cuyos habitantes , altos hasta el cielo , apenas parecieran no querer cobijarlos.
Plantas en la superficie de la tierra
que los agarraban de la ropa dificultándoles proseguir , y un sol ,que
aquel día , pareció querer despedirse antes
para ponerlos a prueba.
Tras un tiempo indefinido de
pasos incontables , el aullido de un lobo , a lo lejos , determinó que él se
detuviera en seco y le impidiese segur a
ella. Tras ese sonido , capaz de erizar la piel por su crudeza , le sobrevino
un segundo. Tratando de recomponerse y respirar , Casey se extrañó de la
palidez en el rostro de su guía.
·
CASEY: ¿Qué sucede? ¿Por qué nos hemos detenido?
·
KILIAN: Debemos darnos prisa .
·
CASEY: Pero
¿queda mucho ? Estoy agotada . Llevamos horas prácticamente corriendo.
Ansioso, observaba con nerviosismo todo a su alrededor
, como si buscase algo o a alguien.
·
KILIAN: Debemos hacer un último esfuerzo, falta poco para llegar pero no podemos
permitirnos más detenciones , aquí no.
·
CASEY: ¿Aquí? ¿Cuándo se supone que vamos a
atravesar la frontera ?
·
KILIAN: Ya estás en el otro lado de ella.
Cogiéndola de la mano para
ayudarla , continuaron su caminar a un paso dónde él parecía arrastrarla
literalmente. Mientras, dos nuevos aullidos,
más cercanos que los anteriores , fueron acompañados por un tercero ,
pero lejos de detenerse , sin tan siquiera mirar arás , ella , sin apenas aire
, no tuvo más remedio que dejarse llevar prácticamente en volandas .
Aullidos y ladridos
emergentes que parecían rodearles cada
vez con más prontitud. Respiraciones agitadas , las suyas , que se
entremezclaban con la de aquellos presuntos animales que les perseguían campo
través sin que ninguno de los dos viera el final del recorrido . una luz , sólo
una luz de guía entre los árboles bastaba , una luz que no terminaba de
aparecer mientras él , con seguridad manifiesta , sin dudas aparentes ,
continuaba corriendo hacia un destino que sólo él conocía con una acompañante
de la que tiraba y que le refrenaba involuntariamente.
Fuerzas de flaqueza que nunca
parecían las últimas en él y agonía a punto del desfallecimiento en ella en pos de una luz que debía de encontrarse
muy cerca y que no terminaba de alumbrar el final, hasta que …..
Con dificultad para que el
aire entrase en los pulmones de ambos, Kilian tuvo que detener el paso .
Rodeados de pronto por cuatro lobos de enorme magnitud y fuerza , mientras ella
, con sus rodillas en el suelo, no podía
ser consciente de lo que sucedía, él trataba de encontrar esa luz cuyo portante
no debiera estar lejos , y aunque intentaba
controlar y predecir la situación antes
tan inesperados invitados , la calma tensa cortaba el poco aire que pudiera
querer respirarse.
Pasos inquietos y amenazantes
del líder de los cuatro animales en acercamiento de advertencia y averiguación
hacia él , y atención inesperada hacia la presa más débil, ella.
Pendiente , él sabía que si
intentaba acercarse a ella , el cánido, que se encontraba mucho más cerca, de
un solo zarpazo, podría matarla, por lo que optó por conservar su posición
vigilante.
Una mirada furtiva al cielo en
busca de la señal deseada y ésta que
continuaba sin llegar. Nuevos pasos de
patas inmensas que la rodeaban mientras ella , casi inconscientemente , elevó
su cabeza para tomar aire cuando se encontró con aquel rostro de ojos
penetrantes y colmillos imponentes que la observaba como si fuese su próximo
manjar.
·
KILIAN: Casey, por nada del mundo se te ocurra
moverte. Tranquila, no te hará nada.
Sin dejar de mirar a los ojos
del animal, con sus manos en la fría tierra, no pudo evitar, nerviosa ,
preguntarle.
·
CASEY: No pensaba hacerlo, pero ¿estás seguro de
eso?
·
KILIAN: Pronto se marcharán, te lo aseguro.
Y elevando su rostro hacia las
copas delos árboles , con la esperanza
casi rota , la luz vio hacerse, y como él, ellos , los lobos , también la
vieron. El temerario líder de este
pequeño grupo le miró con ansias enseñando sus fauces para después , con un
giro de cabeza, marcharse a toda velocidad acompañado de los suyos.
Respirando algo más tranquila
pero aún sin moverse de donde se encontraba apostada, observó como la luz
parecía descender por el tronco del árbol
y acercarse hasta Kiliam llevada por un joven escuálido de pelo rubio y
rostro aniñado, que nada más verle , se
abrazó efusivamente a él.
Ayudada por ambos , apenas
veinte metros caminaron de más y lo que parecía un poblado salvaje y casi
medieval , se abría antes sus ojos.
Hogueras en torno a las que
grupos de personas parecían departir y cocinar, niños que aprendían de sus
mayores con historias que les eran contadas, unas mujeres arreglando
pieles y otras con arcos en las manos
ayudando a tensarlos.
El rostro agónico y palidecino
había desaparecido y una inmensa sonrisa de tranquilidad inundaba un rostro que
parecía haber cobrado vida. Con esa misma significativa sonrisa , la miró por
un instante y dio el punto de partida.
·
KILIAN: Bienvenida a mi hogar.
Acompañada por ambos, mientras se adentraban , todos tenían algo
que decirle o hacerle. Los niños se
lanzaban a sus brazos para darle la bienvenida, los hombres lo celebraban con
alaridos de júbilo, y muchas mujeres con
coqueteos nada refinados ni discretos.
Entre tanta alteración, Casey
sí pudo concluir porque de su sonrisa abierta y espontánea , porque de su
tranquilidad manifiesta y el por qué lo
llamaba “su hogar” .
Colmado de atenciones , apenas
pudo proseguir con ellos , cuando a ella la acompañó el joven hasta uno de los
puestos cubiertos de ramas y hojas donde
la invitaron a tomar asiento, le sirvieron agua fresca y le ofrecieron algo de
comer.
La imagen casi bucólica de un
paisaje de cuento , de encontrarse inmersa en una historia mucho más antigua
que no recordaba haber vivido, no al menos con este ambiente, la llevaba a
pensar si aquellas gentes realmente eran los seres endemoniados que los
sacerdotes católicos vendían y malditos que las guardianas de los templos
resollaban cuando su localidad se mencionaba.
Para ella , no eran más que
personas felices viviendo como en los tiempos de antaño , en una comunión
perfecta con la naturaleza , sin las comodidades de un mundo moderno como en el
que le había tocado vivir , pero sin las penalidades que ello comportaba.
Llevada por la curiosidad de
no saber nada de Kiliam desde hacía demasiado rato ,y más repuesta , optó por
dar una vuelta e investigar más mientras intentaba encontrarle, y a cada paso
nuevo dado, una nueva imagen de naturalidad trasvasada de otra época se le
colaba en los ojos.
Pequeños corrillos de gente ,
familia o no, que sin importar lazos , salvo los de convivencia , departían
mientras sus estómagos se llenaban, juegos
entre adultos de desconocido origen ,
Cambios de lo que parecían
guardias de vigilancia , y … él.
En uno de aquellos corrillos
con los que se encontró, rodeado de niños sentados en la tierra , en torno a la
lumbre y calor de una pequeña hoguera, se encontraba Kiliam , al cual , frente
a las mil y una historias que parecía estarles contando, los pequeños ,
emocionados , le prestaban inusitada atención con la boca abierta.
Una imagen que si bien pudiese
definirse más allá del manido “encantadora” ,
resultaba envidiablemente viva y
embriagadora.
Sólo una voz , femenina , le
sacó de su estado de absorción por lo observado.
·
AILEEN: Hermoso. ¿No es cierto?
Al escucharla , sobresaltada, se
giró hacia ella. Su rostro , afable y
dulce, contrastaba notablemente con su aspecto. Pese a su cabello largo y gris
blanquecino, en su piel , blanca como la porcelana, no se observaban
marcas del paso de los años , y sin
embargo, sus ojos, si hablaban de su edad.
·
AILEEN: Lo lamento , no era mi intención
asustarte. Mi nombre es Aileen, y tú eres Veleda.
Su extrañeza tuvo reflejo en
su expresión, optando por volver a mirar hacia el corrillo en cuanto la
acompañante de más edad lo hizo.
·
CASEY (VELEDA):
¿Cómo sabe quién soy?
·
AILEEN:
Puedo asegurarte querida que no
hay nada que no sepa o sea capaz de averiguar. Hacía mucho que no venía, – habló refiriéndose a él - los niños ya le añoraban. – Tras un breve
instante de silencio y degustación de la imagen que ambas disfrutaban - Soy Aileen, y fui la partera que atendió a su
madre – señalándole a él - al igual que
me tocó atender a la tuya cuando viniste al mundo.
Las sorpresas no parecían
acabarse.
·
AILEEN: Ven, demos un paseo.
Ante su reticencia inicial , la mujer le extendió el brazo.
·
AILEEN: Creo que ya te dijeron que debías
confiar en aquellos que ahora te ayudarían.
Tras volver la vista atrás y
coincidir con el rostro complaciente y sereno de él durante unos instantes , la acompañó.
·
CASEY:
¿Cómo fue?
·
AILEEN: ¿Lo de él? Lo más duro que me ha tocado
vivir jamás , y he pasado por cosas que no desearía a nadie, pero nunca había
sentido tanta satisfacción y paz interior como el día que , recién dado a luz,
pude cogerle en mis brazos para mostrárselo a su madre , y aquellos
enormes y expresivos ojos azules me
saludaban con aquella ternura. Tras mostrárselo, su padre, presente , ordenó
que me sacarán de allí con él . No me dejó atenderla , muriendo desangrada y
con terribles dolores horas después ante sus propios ojos.
Nadie debía
saber que el Rey había tenido el más deseado de sus dones , un heredero, de una
de nosotras, porque de saberse, su autoridad se diezmaría y la rebelión podía
originarse. Sólo los dioses saben a cuántos amenazó y mandó matar sólo por
incumplir la ley de no mirarnos. Así que la dejó morir de la peor forma posible
, sin dejar siquiera que pudiésemos reencontrarla con los padres de todo.
A los dos
meses de nacido, apostando unos guardias en la cabaña, me apresaron y me
expulsaron del poblado bajo orden suya ,alejándome de él. Por supuesto tenía
informantes , gente en el interior que me traía buenas nuevas sobre su
desarrollo y su devenir. Por eso, cuando supe lo de su expulsión, envíe a los centinelas a buscarle y dar con él, para que me lo
trajeran con vida .
Sólo era
un niño de doce años muerto de frío y
hambre , pero según me contaron aquellos que mandé , se defendió de ellos huyendo hábilmente de
forma innata hasta llegar al límite del poblado por su propio pie.
Me bastó mirarle
de nuevo a los ojos para reconocer a
aquel bebé hermoso que se conectaría conmigo por siempre , y así fue. Todo lo
que es hoy, se lo debe a la sangre de su madre que corre por sus venas , y a la
crianza en principios y valores que yo
le otorgué. Lo que es aquí, entre los suyos, se lo ha ganado a pulso, por sí
solo, desde que pisó estas tierras.
Ser el
señor de todo lo que ves y de las bestias que lo pueblan, le ha costado muchos
sacrificios , aunque sea otro ánimo el que le haya ayudado a seguir adelante.
·
CASEY: Venganza.
Detenidas ambas en lo alto de
la colina más cercana, la visión de todo el poblado, conformaba un cuadro vivo impresionante, y
mientras su cabeza trataba de razonar lo
sabido en ese momento, aún algunas preguntas continuaban sin respuesta.
·
AILEEN: Él no necesita el trono, pero bien es
cierto que tampoco dejará que lo ostente su hermano. Eiden ( Brian) nos sumió
en una guerra con los señores del cielo , con los que siempre han sido los
vigilantes de los nuestros ahí arriba ,
y que pasaron a convertirse en sus sicarios si podemos denominarlos así. Él la
comenzó, y de forma premeditada , se
mostró como oportuno aliado de esta
gente ofreciendo incluso a los soldados
de su padre para combatirles , dado que ellos eran los únicos , junto a esta
gente , que se negaban a someterse bajo sus auspicios. En mitad de la batalla ,
fue una espada la que dio muerte al
hermano de uno de ellos , uno de los tres que quedan ahora , el que los
mandata, pero de tal forma cometió su crimen , que hizo parecer culpable a
Kilian contraviniéndole más enemigos de los que ya tenía.
Batalla
cruel y larga en la que las bajas se contaban a cientos en ambos lados .
Civiles , militares bien formados . La muerte no distinguía entre sus víctimas
, y de pronto, en mitad de una tormenta que nadie esperaba , todo se detuvo. Utilizando
a una cría , una bruja con poderes de lo oscuro desde su nacimiento , a la cual
consagraron como diosa de la guerra poco después , la maldición calló sobre
estas tierras de forma inexorable , convirtiendo en feroces bestias de la noche
a todos los que se encontraban en ellas en ese momento, debiendo convertirse en
ellas al caer la noche de forma irremediable y sin que nadie pueda evitarlo.
Cuando
Killian, alejado del poblado con un destacamento , volvió, entre los cadáveres
les encontró a ellos, a los lobos , y apoderándose de él la rabia , juró vengarse
y revertir todo . Su obediencia a él , cuando cobran forma animal, tuvo
que ser ganada con lucha y esfuerzo. En ese estado , la racionalidad se pierde ,
y no es fácil conseguir que escuchen y hagan lo que deben.
·
CASEY: Aileen , la luz. muy apropiado su nombre.
·
AILEEN: Kilian, lucha o pequeña batalla. Ya
desde su nacimiento, su destino venía marcado.
·
CASEY: ¿Y mi madre?
·
AILEEN: Las tres éramos las druidesas de primer
rango más antiguas . Su madre era fuerte
, y escogió aunque se equivocase de hombre al que se debía de entregar, pero su
parte humana, más pesada que ninguna otra y siempre reticente a aceptar su
verdadera condición, la hizo desvivirse por él y tenerte . Sin embargo , tu gestación se preveía mal, y por
desgracia , los únicos dos momentos en donde no gozamos de poderes y somos más vulnerables , son precisamente en
el momento de la entrega y durante el embarazo y parto. Mientras la de Kilian hubiera sido una madre
ejemplar y fuerte , la tuya , por desgracia, no tuvo oportunidad de serlo, y yo
no pude hacer nada por salvarla.
·
CASEY: ¿Y mi padre? ¿Y el hombre que escogió?
·
AILEEN: Me temo que eso es algo a lo que no puedo
responderte. Nunca se supo nada , porque en parte tu madre , entre sus virtudes
, gozaba de una enorme discreción, tanta como secretismo . Pero debe valerte
saber , que en ti aprecio lo mismo que veía en ella.
·
CASEY: ¿Cómo puede saberlo si no me conoce?
·
AILEEN: ¿En serio crees que necesité conocer a
tu madre para saber cómo era? ¿En serio crees que nosotras necesitamos conocer,
como lo hacen los mortales, a la gente para saber si podemos confiar en ellos?
Entonces respóndeme a una pregunta ¿Por qué le has dejado acompañarte?
Sorprendida con una verdad que
sólo ella podía responder , la sabiduría manifiesta de aquella mujer la
descuadraba una y otra vez, mientras en su mente los cabos sueltos comenzaban a
anudarse de nuevo y los huecos mentales a rellenarse.
Cada uno había venido con una
misión , cada uno tenía algo encomendado o impuesto de alguna forma, y la unión
era la única posibilidad que quedaba para poder culminarlo.
El motivo que la había llevado
hasta allí de nuevo, no era el culmen de un sacrificio por entero, ni siquiera
evitar el primero fue un hecho aislado. Toda la historia oculta que se escondía
detrás era lo que faltaba por dilucidar.
Descubrir todo aquello , saber
que Brian no la reconocía pese a lo pasado o que en realidad la había utilizado
sin saber para qué o por qué , aglomeraban su cabeza hasta el borde de la
locura y el absurdo.
Confusa y cansada, Aileen observó como su cuerpo parecía oscilar
y no sostenerse muy bien en pie.
·
AILEEN: Me temo que has recibido demasiada
información , y el cansancio acumulado
te atora. Anda – la cogió por los hombros- deja que te acompañe a un lugar
tranquilo para que puedas descansar algo.
Cuando hayas dormido lo verás todo con más claridad.
Caminando con cierta
dificultad , ayudada por aquella buena mujer , la llevó a uno de los puestos
cercanos , y pese al bullicio , agotada , apenas colocó su cuerpo sobre la piel
animal que le servía de fondo , cayó profundamente dormida.
Un aullido extremo , lejano ,
la despertó pasadas unas horas . Aturdida , todo se encontraba en súbito
silencio. Las hogueras se mantenían encendidas iluminando las zonas cercanas y
todos dormían , menos los vigilantes que realizaban las guardias apostados en
lo alto de los árboles.
Aquel aire asfixiante y húmedo
la agobiaba . Podía sentir como gotas de sudor descendían por su espalda
encontrándose incómoda, y en busca de aire quizás menos cargado o un sitio en
el que poder relajarse de nuevo para asentar su cabeza o huir de ella, sin
alejarse demasiado . Recordó las indicaciones que Aileen le dio mientras subían
a la colina ya que no sabía por cuanto tiempo debían permanecer allí, y entre
ellas, la cercanía del río, el cual les
proporcionaba no sólo agua fresca y potable todo el año , sino que además, era
el lugar indicado para asearse.
Caminando por la vereda
indicada llegó hasta él y sólo poder escuchar el agua correr libre , chocando con las rocas aisladas ,
suponía un sonido celestial que le
otorgaba una paz inmensa. Aquella humedad fresca , atraída por la brisa, que la
calmaba, el sonido del viento sobre las hojas de los árboles , con casi
musicalidad cierta sin partitura, la luz de una luna llena incandescente y
enorme , que parecía glorificar y engrandecer todo cuanto a sus pies se
encontraba , todo , lograba mantenerla aislada del mundo exterior por un solo
segundo. El mismo segundo en el que mantuvo sus ojos cerrados para disfrutar de
todas aquellas sensaciones , el mismo segundo , que terminó con una imagen tan
engrandecida y hermosa como la luna que se encontraba en el cielo y tan
sorpresiva en cuanto a las reacciones.
Al abrir sus ojos, un cuerpo
semidesnudo emergido de las aguas , cuya piel brillaba por efecto de la humedad
y de la luna se encontró frente a ella , observándola. No era capaz de
distinguir su rostro, pero aquel contorno le resultaba muy conocido.
Quieto, sin que ninguna parte
de su cuerpo realizase movimiento alguno
y sin que de su garganta surgiera sonido reconocible o palabra
indicadora, levantándose del suelo, se acercó.
Sólo una confirmación visual
de lo que estaba prácticamente segura , que llegaría tras lograr ver parte de
su cara iluminada , la hizo respirar completamente tranquila.
·
KILIAN: Te creía dormida.
·
CASEY: Y lo estaba, hasta que un aullido me
despertó.
·
KILIAN: Son los centinelas. Se encuentran en las
fronteras exteriores . Esos son sus avisos sonoros.
·
CASEY: ¿Creía que a los vigilantes los teníais
apostados en los árboles?
·
KILIAN: Ellos no son vigías, son soldados, y como tales resguardan los límites de las
fronteras .
Con los pies introducidos en
el agua, en la orilla , justo en frente suya , no dejó de observarle llamada la
atención sobre las juguetonas gotas que parecían , por efecto de la luz,
dibujar caprichosas formas en la parte iluminada de su cuerpo, no pudiendo
evitar sonreírse.
·
KILIAN: Sonríes. No te lo he visto hacer a
menudo.
·
CASEY: Estaba pensando en las travesuras de Ariadna
contigo en este instante.
·
KILIAN: ¿Crees que la diosa de la luna juega
conmigo?
·
CASEY: Más bien diría que disfruta con tu cuerpo.
Esta vez fue él , el que no
pudo evitar reírse .
·
KILIAN: Directa. Ya me habían advertido de que esa
era una de tus virtudes.
·
CASEY: Sólo es una apreciación de lo que veo, aun
así, ¿puedo preguntar quién te dio tal información?
·
KILIAN: Alguien que parece conocerte muy bien .
Tras un instante pensando, sólo
un nombre le vino a la cabeza.
·
CASEY: El mismo que también , supongo, debió
comentarte de mi cabezonería y osadía.
·
KILIAN: ¿Te olvidas de la temeridad por simple
casualidad o es que tratas de ocultarlo?
·
CASEY: Aengus no es precisamente un dechado de
paciencia y espíritu conciliador precisamente, aunque no puedo negarte el hecho
, de que es quién mejor me conoce , aunque nunca sepa por qué resultaba tan
transparente para él.
Con las manos a ambos lados de
su cuello, pareció descolgarse algo que portaba encima.
·
KILIAN: He de darte algo.
·
CASEY: ¿El qué?
·
KILIAN: Ven y lo sabrás.
Mostrándose dubitativa, él
trató de convencerla.
·
KILIAN: Confieso que eres la primera mujer que
logra confundirme. ¿No hace ni un instante utilizabas a una diosa como excusa
para hacer clara referencia a cómo te habías fijado en mi cuerpo y ahora te
niegas a entrar y acercarte a mí? Te
recuerdo, por silo habías olvidado, que no hay nada en mí que no hayas visto
ya.
·
CASEY: Yo no utilizo a los dioses como excusa ,
de hecho ni suelo mentarles, aunque debería en ocasiones , y sí,
es cierto, no creo que haya nada que no haya visto ya, pero entonces realizaba
mi trabajo.
·
KILIAN: Más bien el de la auxiliar , que era a
quién correspondía.
Le extendió el brazo .
·
KILIAN: Necesito que confíes en mí. Ven , por
favor.
Una vez más, su instinto ,
ayudado por la información extra recibida , la ayudó a decidirse, y sin
quitarse la camisola que llevaba encima , sólo los zapatos y el pantalón, se
adentró en el agua . Para cuando llegó hasta donde él se encontraba, el agua tapaba
su pecho, y aunque el agua pareciera estar fría, ella no fue capaz de sentirla
así.
Ahora sí podía ver con claridad
como Ariadna , la diosa de la luna , decidía con sus incitantes juegos, que las
gotas de agua que su pelo largo escurría , delineasen sendas peligrosas por su
piel iluminada llevándola a seguirlas de forma involuntaria.
Y mientras los ojos de ella
cursaban los recorridos impuestos por otra, los de él, se centraban en los
giros que los suyos tomaban sabiéndose poseído
en cierta forma , sintiendo aquello extraño que Aengus, Kael para él, le
había narrado tantas veces. Sintiendo en su interior aquella voluntad innata de
atracción hacia ella que alguien como Veleda , parecía poseer.
La locura temporal, los instintos
más humanos desbordados y a flor de piel, sin que ella hiciese absolutamente nada intencional para provocarlos , y que él tuvo
que detener antes de que fuese demasiado tarde.
·
KILIAN: Date la vuelta.
Sin saber lo que habría de
venir , confió una vez más en él y se
giró dándole la espalda. Un objeto sobrevolaba su cabeza , pero ella no se movió.
Sentir sus dedos abrochándole lo que parecía un colgante encendió su
curiosidad.
Una vez sus manos se
separaron, ella lo cogió para mirarlo.
·
CASEY: ¿ Un Triskel ? – sin soltarlo, volvió a darse la vuelta de cara a él - ¿Cómo…?
·
KILIAN: Perteneció a mi madre. Ella se lo entregó
a Aileen para que me lo diera a mí, supongo que veía pronta su muerte.
·
CASEY: Yo perdí el mío aquella noche . Pero, no
puedo aceptarlo.
Un vano intento por quitárselo
que él detuvo a tiempo.
·
KILIAN: ¡No! No te lo quites.
·
CASEY: Pero es tuyo, yo no debo… - Él no la dejó proseguir-.
·
KILIAN: ¿Tenerlo? Tú mejor que nadie sabes de su valor real, y sólo alguien como tú
debe poseerlo., al menos , hasta que recuperes el tuyo.
·
CASEY: ¿Recuperar? Hace mucho de aquello, quedó
en aquella sala y nunca más se supo.
·
KILIAN: De todas formas a ti te hará más falta
que a nadie , yo ni siquiera puedo utilizarlo. Su poder de curación te favorecerá ahora y mejorarás paulatinamente aunque no sea
definitivo, pero evitará que los episodios se repitan mientras no salga de tu
cuello. Además, nos ayudará en el proceso que comenzaremos mañana , y ante
Morrigan, , y es algo que deberás tener en cuenta, te eleva a su misma categoría,
de divinidad absoluta.
Entendiendo sin entender la
finalidad de aquel regalo , sin que sus manos fuesen capaz de soltarlo lo miró fijamente a los ojos una vez más , y
tratando de buscar las respuestas no dadas , le preguntó.
·
CASEY:
¿Por qué?
·
KILIAN: Eso es algo a lo que no puedo
responderte. Es porque debe ser y así
está escrito. En nuestros libros , los
que gobiernan nuestros mundos , las palabras se escriben con sangre y
sufrimiento. En ellos , la magia o los poderes dados por los dioses , nos ha
convertido en enemigos sin sentimientos tratando de que olvidáramos nuestra parte
humana por completo.
Yo hace
mucho que me vi envuelto en una enemistad no buscada y en una guerra no
provocada , donde nadie ganó en realidad y donde muchos perdimos algo más que
vidas .
Ha llegado
la hora de terminar con todo aquello, poner punto y final de una vez y pasar página,
volver a la normalidad, como siempre debió ser.
Enviarme a
ti fue una señal, y por un instante , llegué a pensar que había podido perder
mi buen juicio creyendo que esa señal, a través de Kael (Aengus) venía de mi
madre. Conforme ha pasado el tiempo, la sinrazón ha dejado paso a la verdad , y
ahora estoy seguro de que ella es la que
te ha escogido , porque debías estar, debías ser tú y no otro, quien acabase
con todo esto, la misma, que te escogió para acabarlo hace mucho tiempo, sólo
que entonces fue imposible.
Ahora que
no estás sola , no habrá margen de error , y todo volverá a ser como nunca debió
dejar de serlo.
·
CASEY: - Mirando el amuleto- Me temo que hay
algo que no podrá retrotraerse , algo que esto no evitará que suceda. Podrá ralentizar
mis heridas, taponarlas, pero mi destino está fijado . Esto sólo será un parche
temporal.
Con una de sus manos sobre la
de ella que los sostenía, y alzándole la barbilla con la otra que mantenía
libre , se acercó tan sólo un poco y con una voz casi susurrante , se dirigió a
ella con unas palabras harto familiares.
·
KILIAN: Sólo el sacrificio de aquel que está unido a ti , salvará tu rendición ante la muerte.
Ana Patricia Cruz López
Todos los derechos reservados
Impresionante el giro de la historia, es atrapante, es inquietante, el como un personaje el cual aparentemente siniestro le da un giro inesperado, hablo de Kiliam, esa imagen con los niños, o ese momento en el que la protegia de los lobos, ese momento al llegar a su "hogar" son muchos los detalles en este capitulo del cual no acabaria. Atrapada me encuentro con esta historia, espero ansiosa el proximo. Gracias por compartir ❤️
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