Al abrigo del que todo lo ve y todo lo siente ,
al albur del que debe dar la luz en la oscuridad y
otorgar la vista a los ciegos ,
bajo la protección de aquel que se dice padre de todos
y nunca hemos visto ,
siento palidecer mis frías manos ante la posibilidad de
no tenerte ,
de perder aquello que nos une ,
nos arrebata ,
nos conmueve.
Presa de mis propios sentidos
sólo veo cómo te alejas sin que pueda hacer nada ,
como mi corazón se cierra en la lucha con mi cabeza
la cual sólo es la razonable en toda esta historia .
Presa de un pánico atroz que yo misma he provocado,
me aíslo de ti y de tus roces ,
de tus palabras amables aunque me duela no volver a
escucharlas ,
de tu encanto sutil y tus exquisitas maneras que camelan
mi alma
haciendo que me entregue a ti como nunca lo he hecho con
nadie ,
de tu imponente dureza que reviste tu imperiosa
fragilidad ,
cual niño que busca unos brazos reales sobre los que
regocijarse.
Miedo que nos atesora aunque disimulemos ,
miedo a vivir ,
a sentir y sentirnos ,
a ser felices sólo
a nuestra forma y no de la que se nos
permite .
Miedo a la irresponsabilidad responsable ,
a no tomar decisiones ,
a que todo puede esperar,
cuando mi corazón es que el dicta , junto al tuyo,
que el único miedo que hay que padecer , es a no haberlo
intentado ,
a no haberlo vivido ,
a no habernos atrevido a dar todo por esto.
Miedo a respirar el mismo aire ,
contaminado de sentimiento y ociosidad ,
de falsas preocupaciones que resguardamos en un cajón,
de sonrisas de amanecida , sinceras y cálidas , con las
que sobrellevar el resto del día ,
el resto de la vida ,
los visos de oportunidad para estar juntos ,
para estar contigo,
para disfrutarte.
Quiero querer
porque quiero amarte ,
más de lo que creo que ya te amo ,
más de lo que creo que jamás podré demostrarte ,
y en ello,
en esa danza de sentimientos de cuasi propiedad infame,
de desdibujadas personas en pro de algo que sólo los
amantes son capaces de ver ,
nos pertenecemos sin medida ,
nos entregamos en silencios que provocan los más hermosos
estallidos ,
involucramos cada parte de nuestro ser mortal ,
en una suerte de inmortalidad infinita ,
deshacemos los caminos andados para volverlos a rehacer ,
contamos las historias
a nuestra forma
y con nuestras propias palabras ,
y nos atemperamos en la humedad de nuestros besos
donde acabamos
siendo uno solo ,
sin posibilidad de rompimiento ,
sin fractura alguna que haya de querer producirse .
El miedo a miedo a perderte es lo que provoca que te esté
perdiendo ,
al menos en mi mente ,
y mientras , la sensación de angustia me ahoga ,
no me deja respirar ,
no me deja vivir ,
mientras mi corazón me grita alzando sus manos para que
lo evite ,
para que no escuche a la razonable cabeza que me indica
que no conviene ,
que todo esto acabará conmigo,
con nosotros .
Y mientras , conforme el daño se va produciendo ,
conforme mi corazón se rompe en pedazos viendo como el
tuyo se desangra,
pienso por qué nos empeñamos los humanos ,
por cobardía innata ,
a temer a la vida cuando la encontramos ,
por qué tememos abrazarla ,
por qué nos negamos a aferrarnos a aquello que nos la
otorga
alejándola de la peor manera .
Y mientras observo mi gran obra ,
como si el paso del tiempo lo fuera a borrar todo,
destrozo mi única posibilidad de ser feliz , contigo,
fruto de mi banal
y vulgar inseguridad ,
fruto de mi creencia , triste creencia ,
de que no te merezco .
Ana Patricia Cruz López
Todos los derechos reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchísimas gracias por participar en esta página